La escultura se realizará con botellas, envases de plástico, redes de pesca o bolsas recogidas por voluntarios en distintas salidas de limpieza de costa o de otros orígenes. Su elaboración, en la que puede participar cualquier persona interesada, comienza hoy se prolonga hasta el miércoles, en la localidad costera, donde quedará expuesta del 18 al 30 de abril.
Al parecer, pudo acceder al espacio protegido tras las fuertes lluvias de octubre y noviembre de 2018, que comportaron un importante aumento del caudal del cercano río Coves y en cuyo curso alto ya había sido citada. Esta especie, catalogada como vulnerable, es propia de ecosistemas acuáticos muy conservados.
Un fresco y luminoso amanecer anunciaba un día perfecto ayer para pasear por el rico entramado de huertos de este barrio de Abanilla (Región de Murcia), colmados de vegetales, donde el riego tradicional está aún muy presente. Frutales, hortalizas y palmeras se unen al contraste ofrecido, al final de la ruta, por la visita al paisaje árido y digno de mayor reconocimiento de los badlands.
Una moratoria urbanística en todo el entorno de la laguna, auditar la sobreexplotación de los acuíferos y sus impactos, implantar un modelo agrícola sostenible o establecer planes de protección y seguimiento de las especies más singulares son algunas de las más de 60 medidas prioritarias que recoge el documento.
En concreto, en sus tejidos musculares se han detectado compuestos organofosforados, que se usan como plastificantes y retardantes de llama, y que pueden causar daños neurológicos, disrupción endocrina, cáncer y problemas de fertilidad.
Esta medida forma parte de las actuaciones diseñadas para preservar la fauna y la flora durante los periodos de alta afluencia de visitantes, entre las que también se encuentra el cierre permanente del camino de las Salinas del Rasall o el que va de El Atochar a Negrete.
La probabilidad de sufrir enfermedades por respirar partículas de PM 2.5 aumentan con la juventud, pero en los mayores de 65 años su mortalidad es mayor, según apunta la científica Patricia Tarín, que aboga por las energías renovables para revertir una mayor incidencia de sus consecuencias.
Se trata de un pequeño animal del mar Negro que desova dentro de las branquias de las almejas de río, también llamadas náyades, dificultando su supervivencia, y puede ser perjudicial para las especies que no estén acostumbradas a su presencia. Estos bivalvos son imprescindibles para mantener los ecosistemas de los ríos, pero "actualmente están en un estado de conservación pésimo".
"Una nueva población en territorio burgalés o riojano facilitaría mucho la comunicación de las poblaciones de esta especie entre los Pirineos, último reducto ibérico, y las zonas de Asturias, Andalucía y la Comunidad Valenciana donde hay en marcha proyectos para reintroducirla", defienden desde Grefa, entidad impulsora del Proyecto Gypaetus Monachus, que cuenta entre sus éxitos con el establecimiento de una nueva colonia de buitre negro que comienza a perfilarse en la Sierra de la Demanda.