La avutarda está atravesando una complicada situación en Andalucía, donde está a punto de desaparecer en las provincias de Jaén y Huelva, mientras que sus mejores poblaciones han sufrido un declive de hasta el 20 % en los últimos siete años, según advierte en una nota de prensa la Plataforma para la Conservación de las Aves Esteparias y su Hábitat en Andalucía (Pcaeh), entidad que ha solicitado una reunión con la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía para abordar este tema.

La avutarda común (Otis tarda) es "sin lugar a dudas la especie ornítica más conocida del campo andaluz y la que ha despertado mayor interés conservacionista", recuerda la nota. No en vano, su presencia denota la existencia de un hábitat agrícola de elevado valor natural. Es lo que los ecólogos llaman una 'especie paraguas', bajo cuya protección se ampara la conservación de amplias comunidades de aves, vegetales o hasta de insectos exclusivos del agro de esta Comunidad Autónoma. En Andalucía, además, se encuentra declarada 'En Peligro de Extinción'.

Si bien, la Junta de Andalucía invirtió notables esfuerzos en su conservación a través del proyecto LIFE 'Conservación y Gestión en las Zonas de Especial Protección para las Aves Esteparias de Andalucía', desarrollado entre 2010 y 2014, "lo cierto es que la población de avutardas, después de disfrutar un tímido repunte en la región, viene sufriendo un preocupante declive en el último lustro", alerta el texto.

En Andalucía, la especie se presenta en dos subpoblaciones: una al norte de la provincia de Córdoba y otra en el Valle del Guadalquivir. La especie no se distribuye de manera homogénea por el territorio andaluz, por estar éste muy fragmentado, sino que se presentan en varios núcleos más o menos aislados y de diferente entidad en cuanto al número de ejemplares que presenta.

El escrito explica que los núcleos más aislados y con menor número de ejemplares son los más vulnerables. Desde 2012, sus efectivos están descendiendo y se encuentran actualmente al borde de la extinción. Es lo que está sucediendo en los núcleos de Jaén, algunos en Córdoba y en Huelva, cuyos censos arrojan cada vez menos ejemplares y en los que apenas se aprecia reclutamiento de individuos jóvenes, consecuencia de la baja productividad y del aislamiento de los mismos. Estos núcleos pueden acabar como la población reproductora gaditana, desaparecida en el año 2010.

Las dos subpoblaciones soportan a duras penas un delicado estado de conservación. La situada en el norte de la provincia de Córdoba ve atenuada su rarefacción gracias al reclutamiento e intercambio de ejemplares con Extremadura. Mientras, en el caso de las avutardas sevillanas, éstas han visto reducido su hábitat natural hasta en un 25 %, por el avance del cultivo del olivar. El declive generalizado en el Valle del Guadalquivir podría situarse en torno al 20 % en los últimos siete años, calculan desde Pcaeh .

El optimismo que para esta especie ha exhibido la Administración ambiental andaluza, según la plataforma, podría apoyarse en que la especie sigue mostrando una tendencia creciente entre 2003 y 2019 del 1,7%, y a que en años precedentes el éxito reproductor o la productividad eran óptimos. No obstante, añaden, "según los datos publicados, en los últimos cuatro años se ha pasado de una tasa de crecimiento del 3,4% al 1,7%, por lo que la especie va disminuyendo claramente sus efectivos. Esto se ve reflejado en el número total de ejemplares, que en 2012 alcanzaba las 492 avutardas y a día de hoy se estima en 413 individuos".

La entidad considera que las causas de esta grave situación son muy variadas, pero destacan "como principal y más determinante la pérdida generalizada del hábitat de la especie al sustituir el tradicional mosaico de cereal, barbechos y leguminosas, a favor de los cultivos de leñosas en intensivo (olivar, almendros y pistachos). Es básicamente lo que está llevando a la extinción de las avutardas jienenses y cordobesas, pero que también afecta a los núcleos principales de la especie". En segundo lugar, pero no menos importante, apuntan la muerte por colisión de ejemplares con tendidos eléctricos.

En este sentido, y con el objetivo de revertir la dramática situación que podrían estar atravesando las avutardas andaluzas, la Pcaeh ha registrado una solicitud oficial de reunión con la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. "Es nuestro deseo contribuir a que no se pierda uno de los principales patrimonios andaluces y entendemos que una administración que combina agricultura y medio ambiente debe ser garante de la conservación de las más destacada de las especies orníticas del campo andaluz. Esperemos que nuestra administración ambiental esté a la altura de las circunstancias", concluye el texto.

Además, la plataforma ha elaborado un Manifiesto por la conservación de las Aves Esteparias para consultar online y que se puede descargar.

2019-06-20

  • Una avutarda ('Otis tarda') en campo de olivar. Imagen: Miryam P. Lara / Pcaeh
    Una avutarda ('Otis tarda') en campo de olivar. Imagen: Miryam P. Lara / Pcaeh.