El itinerario se ampliará con una nueva senda de 1,3 kilómetros que se abrirá al público el próximo mes de mayo y que conectará con el casco urbano. La Región dispone ya de cuatro vías verdes que suman más de 150 kilómetros.
Entre las actuaciones previstas para este año destacan también los trabajos de evaluación del estado de conservación de los encinares de este espacio natural y de las comunidades arenosas de la Sierra del Serral.
Un reciente estudio internacional propone una nueva metodología para que la renaturalización (o rewilding, por su nombre en inglés) de un espacio natural sea exitosa, y advierte de que “se han destruido ecosistemas enteros, lo que supone una disminución continua de la biodiversidad".
Los últimos ejemplares de la zona aún no han desaparecido porque existe el área protegida del Parque Nacional de Doñana, según un estudio del CSIC, en el que destaca el declive del 95% que ha sufrido la especie en cuatro décadas fuera de este espacio protegido.
La asociación los relaciona con la Refinería de Petróleos de Repsol situada en el Valle y anuncia que interpondrá varias denuncias ante la Administración por la llegada de "miles de litros de hidrocarburos" que se extendieron cientos de metros a lo largo del cauce. Además, ve necesario realizar una campaña de sondeos ante la posible existencia de bolsas de hidrocarburos en el subsuelo que podrían ser empujados a superficie con la subida del nivel freático.
El consumo de este tipo de productos está aumentando, pero no se eliminan en las depuradoras, por lo que llegan al agua pudiendo afectar no solo a los individuos, sino a las poblaciones. A medida que crece la contaminación del mar, la situación empeora y se desconoce si existe riesgo de que estos contaminantes alcancen al ser humano, según revela una investigación llevada a cabo en la Universidad del País Vasco.
Desde hace unos 30 años no nacían ejemplares de esta amenazada rapaz en la Sierra Oeste de Madrid, donde la especie se extinguió como reproductora a principios de los años noventa. Es también la primera vez que un proyecto de reintroducción logra que esta ave se reproduzca en territorio madrileño. Se trata del proyecto Aquila a-LIFE, coordinado por Grefa.
Investigadores de la institución docente participan en un proyecto europeo que promueve enfoques sostenibles para la conservación de la riqueza que se encuentra bajo tierra.
Servirá para realizar una retención sectorizada de estos contaminantes ante la situación constatada de aportes en continuo que se acumulan en la barrera situada en Guardamar.