La entidad avisa de que las dos piedras de molienda, una de las partes más valiosas del bien cultural, han sido arrancadas de sus ubicaciones originales y predispuestas para su posible traslado.
Y hasta 20.000 ejemplares fueron llegando a pasar la noche en el dormidero, dejando ver un bello espectáculo. Nos lo cuenta la naturalista Susana Noguera Hernández.
La entidad defiende que "la ejecución de este carril no es demanda prioritaria de los usuarios de la bici, pero una vez realizado no se puede dar un paso atrás en la recuperación del espacio a favor de medios de desplazamiento no contaminantes".
Algunas estimaciones hablan de 185.000 animales muertos solo por veneno entre 1992 y 2013. Este año ha encontrado cebos envenenados, cepos, jaulas trampa, redes o lazos, y también ha decomisado numerosos productos tóxicos como aldicarb, carbofurano y estricnina.
Cree que ha presentado "un trabajo muy exhaustivo" y "sólidamente fundamentado", aunque echa en falta más referencias a las explotaciones agrícolas sin derechos de agua, una denuncia de la empresa responsable de las desalobradoras ilegales y la alusión a la posible malversación de caudales públicos en relación con la obra del salmoreoducto de El Carmolí.
La Asociación de Naturalistas del Sureste advierte de que estas acciones incumplen el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro, donde se ubican las Encañizadas, y afectarían a diversos espacios protegidos, por lo que e obligatoria una evaluación de impacto ambiental.
Especies amenazadas como el águila imperial ibérica, el oso pardo o el milano real caen en los cebos envenenados cada año. El Seprona ha localizado en esta campaña 79 animales muertos por efecto de cepos, lazos, redes u otras trampas no selectivas de uso ilegal.
Las intervenciones de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia incluyen trabajos como la eliminación de pies secos, adaptaciones de selvicultura y recuperaciones de hábitats, destinadas a que las masas forestales sean más resistentes al aumento de las temperaturas y la falta de agua.
Integrada por regantes, agricultores y vecinos de localidades ribereñas de las cuatro comunidades autónomas de la Cuenca del Segura, busca también la plena transparencia en la gestión de todos los recursos hídricos, y reclama la gestión sostenible de las aguas así como la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad.
La plataforma no entiende "el empeño del Gobierno regional en abrir golas, en vez de solucionar el problema en origen, es decir, evitar la entrada de nutrientes en el Mar Menor" y alega que "no hay ninguna garantía de que esos dragados no vayan empeorar el estado" de la laguna.
