Señalan que si bien esta práctica está aumentando en la Comunidad, se distribuye de manera muy desigual entre las zonas agrícolas de la Región. El texto también apunta que es el área que más agua para riego consume del trasvase Tajo-Segura.
El estudio piloto, llevado a cabo por investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía-CSIC, permite cartografiar la cobertura vegetal emergida y sumergida de esta macroalga y así generar alertas de forma continuada de manera remota.
Por sus páginas aparecen aceredas, bojedas, madroñales, palmitares, cornicales... tarays, sabinas, alcornoques, carrascas... dispersos por toda la geografía regional. Casi un centenar de formaciones singulares, en un magnífico libro descargable on line.
Según las especies, han experimentado variación en su dieta o en en sus traslados en busca de alimento. El estudio abre nuevas vías de exploración y monitorización de los ecosistemas marinos.
El Museo de Siyâsa acoge este mes un seminario en el que se darán a conocer las novedades de la investigación y se repasará la relevancia del arte rupestre en la Comunidad y en el Mediterráneo. Entre otras circunstancias, el yacimiento ciezano posee la cerámica más antigua de la actual Región de Murcia.
La presencia de ciervos y jabalíes fuerza a los ratones a una dispersión de semillas más eficaz. La sostenibilidad a largo plazo de las dehesas está comprometida por la falta de árboles jóvenes: es llamativa su escasa reproducción efectiva frente a las enormes cantidades de bellotas que producen.
Un total de 7.232 ejemplares salvajes de la fauna autóctona española han pasado por las manos de su Equipo de Rescate, víctimas de atropellos, electrocuciones, colisiones con diversas infraestructuras, venenos, cazadores desaprensivos, trampas, desnutrición o transformaciones del entorno, entre otras amenazas.
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha esclarecido el fuego de El Saladillo que este verano arrasó 41,71 hectáreas de pasto fino, seco y bajo que recubría completamente el suelo.
Miriam Albero Hernández está llevando adelante su particular lucha por la supervivencia de una antigua colonia de vencejos en un viejo edificio, de donde ha rescatado a la última cría superviviente para cuidarla en su casa.
José Antonio Herrera se encontró la puerta de su casa de campo rociada con gasoil y un mechero depositado delante "en un claro intento de disuadirle de continuar con su labor de activista ambiental", relatan desde la organización, que considera esta acción "absolutamente intolerable" y ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil.