La presencia en las charcas de hojarasca de estos árboles originarios de Australia reduce su crecimiento, ralentiza el desarrollo y perturba las respuestas frente a depredadores, lo que lleva a predecir una reducción en supervivencia de los individuos que viven entre estas plantaciones.
Una veintena de ejemplares han sido equipados con telemetría por primera vez en la laguna costera, y casi 500 con marcas externas. Entre otros aspectos, la Asociación Naturalista del Sureste también se profundizará en la pesquería de esta especie tan desconocida.