Un yacimiento de Zaragoza y otro de Cataluña albergan los restos dentales y craneales más antiguos de antepasados del glotón actual. Los fósiles encontrados han permitido realizar por primera vez un análisis de relaciones evolutivas para aclarar el parentesco de estas formas extintas con otros mustélidos extintos y actuales.
Se estima que las primeras translocaciones de ejemplares se podrían producir a lo largo de 2019. Sería el tercer plan de reintroducción de una especie extinta en nuestro país, después de los dos aves: el ibis eremita y el grévol.
A pesar de ser más agresiva, la variante detectada parece afectar sólo a individuos aislados en lugar de provocar epidemias, como las que causan típicamente las variedades autóctonas.