Una finca de 1.100 hectáreas en una vetusta pedanía de Caravaca de la Cruz está experimentando los beneficios de la agricultura regenerativa, pasando del cultivo cerealista tradicional a la diversificación, mimando al detalle la gestión del agua y velando por la salud del suelo. Con el nuevo enfoque, ha conseguido mejorar no sólo el rendimiento económico, sino los beneficios de un ecosistema que reverdece y que vuelve a sentir el palpitar de la vida. Un oasis en medio de la punzante desertificación de la zona. Y todo ello, porque las parcelas estaban “criando piedras” y a su actual dueño, Alfonso Chico de Guzmán, le dolía dejar a las siguientes generaciones un terreno venido a menos. “Meterse en agricultura regenerativa es complicarse la vida”, confiesa. Pero ahí está, bregando, indagando y ensayando nuevas ideas junto a un equipo dinámico, internacional y muy atrevido.
El rastreo, una disciplina en auge en España, es capaz de aportar una valiosísima información sobre la fauna que puebla nuestros ecosistemas y permite como ninguna otra, silenciosa y respetuosamente, adentrarse en el diario secreto de la vida silvestre. Sus seguidores, que crecen día a día, se están congregando alrededor de la nueva Sociedad Ibérica de Rastreo (SIRA), que a falta de formalizar los últimos trámites para su establecimiento legal cuenta ya con cien adeptos. Esperan dar un respaldo a esta profesión y que un día, en algún espacio natural o empresa, se establezca la necesidad de tener un rastreador profesional a tiempo completo. Hablamos con dos de sus socios fundadores, Luisa Abenza y Javier Vázquez.
El diagnóstico de los ríos de la Región “no es muy bueno” para esta profesora de Ecología de la Universidad de Murcia (UMU) que el pasado 11 de abril impartió una charla en Alhama de Murcia titulada ‘Cómo mejorar el estado ecológico de ríos y ramblas’. Tras esta afirmación dispara como a borbotones un crudo listado de impactos que la docente enumera sin pestañear, aunque sorprendentemente muestra la misma contundencia al señalar que "los ríos son sistemas súper dinámicos. Se recuperan muy pronto, en el momento en que cesa la presión".
Lentamente ha ido reuniéndose la afluencia esta mañana poco antes de iniciarse la concentración por el medioambiente convocada en la céntrica plaza de La Merced. Es Viernes de Dolores y lo dificulta todo. Sin embargo, ello no ha sorprendido a la organización: "esto lo teníamos en cuenta, pero aun así decidimos hacerla porque da igual qué día sea, da igual la gente que venga, simplemente con hacerla y que nos escuchen, a nosotros nos sirve de mucho", defiende Irene Sánchez, responsable de las Redes Sociales del movimiento Fridays for Future en Murcia ciudad, y en una sola reflexión establece el espíritu que sustenta a este activismo.
El próximo 7 de abril se va a celebrar el primer Día Nacional de las Vías Pecuarias para dar a conocer el valor cultural, histórico y ecológico, y sin comparación en el mundo, de un patrimonio de todos que se está perdiendo. Lanzada por la Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos y Ecologistas en Acción, a la iniciativa se han sumado más de 40 asociaciones. Hablamos con uno de sus mayores defensores, el catedrático de la Universidad de Murcia Antonio Contreras, alma mater de las prácticas en las que los alumnos de Veterinaria acompañan a un rebaño trashumante en su vereda entre la Sierra del Segura y Sierra Morena.
La nacra, el mayor bivalvo que puebla el Mediterráneo y desde hace apenas dos años expuesto a un voraz parásito, tiene en el Mar Menor, donde aún resiste, uno de sus mejores reservorios, según defiende Francisca Giménez Casalduero, profesora de la Universidad de Alicante y experta en esta especie, quien, sin embargo, no quiere que se olvide que, a pesar de esta alentadora declaración, "estamos en una situación absolutamente dramática". “Estamos siendo testigos de, probablemente, el riesgo de extinción más importante que ha habido en los últimos años de un invertebrado marino, y además con la rapidez con la que está ocurriendo”, advierte.
La comarca más septentrional de la Región de Murcia alberga un patrimonio natural reconocido con varias figuras de protección de la Red Natura 2000 y de los Espacios Naturales Protegidos de la Región de Murcia. Pero todo ello está ahora más amenazado que nunca: agricultura intensiva de regadío, macrogranjas, huertos solares o explotación de acuíferos acechan insistentemente. Tres representantes de asociaciones de la comarca, Stipa, Salvemos el Arabí y Comarca, y Anida Yecla, nos cuentan cómo ven la situación actual y la futura.
Además de producir miel, las abejas cumplen también una imprescindible función como polinizadoras de la flora silvestre. Pero, ¿de verdad es tan grave la situación que están atravesando? Para la doctora Pilar de la Rúa, que este lunes imparte una charla titulada 'No solo la miel importa: riesgos del declive de los polinizadores’, se trata de un insecto "centinela de lo que está pasando a nuestro alrededor", y su situación es variable según cada país e incluso entre las regiones. En la Región de Murcia, dice, la amenaza tiene gran relación con los agroquímicos.
Un otoño generoso en lluvias ha despertado la esperanza de que éste sea un buen año para los anfibios de la Región. Adaptados al ambiente cambiante y semiárido del sureste, agradecen las precipitaciones en el momento clave de la vida: cuando se pueden rellenar charcas, acuíferos y manantiales. Un evento de lluvias es, en este rincón de España, una excusa para compensar años en los que la sequía no les permitió reproducirse. Si esta agua nos sigue acompañando en enero y febrero, se lanzarán aguerridos a perpetuarse y podremos esperar en primavera un espléndido coro croador en las noches de Sierra Espuña, La Pila, El Valle o Calblanque…