A nuestro alrededor hay muchos más milpiés de los que imaginamos. Uno de los más frecuentes, el de la imagen, se está dejando ver estos días tras las lluvias. Es lo habitual, y sin embargo, no está muy claro por qué abandona su escondite justo ahora, pero nos brinda la ocasión de contemplar a un animal de atractivo brillo metálico y sinuoso andar, responsable de reciclar buena parte de la hojarasca recién caída. El biólogo José Domingo Gilgado, uno de los pocos expertos en milpiés del país, nos habla de sus curiosidades y nos contagia parte de la pasión que siente por estos hipnóticos artrópodos.
El recuerdo de tres grandes y queridos ornitólogos, Paco Rosique, Eloy Pérez Romero y Richard Howard, aleteó ayer sobre la Región en un sentido homenaje que reunió a sus familiares, amigos y discípulos y que se impregnó de principio a fin del cariño que los tres supieron compartir así como de la admiración que despertaban. El acto propició una de las mayores quedadas ‘pajareras’ de la provincia, un reencuentro con amistades de 20 atrás y la posibilidad de ‘poner cara’ a esos interlocutores virtuales con los que se discute y aprende de aves en el grupo de whatsapp ‘BirdNet’, nexo de unión de muchos de los asistentes y 'nido' en el que se ha gestado esta muestra de respeto.
El III Congreso de Biodiversidad y Conservación de la Naturaleza (ConserBio) ha arrancado con fuerza esta mañana en Murcia y se prolongará hasta el sábado. A lo largo de una animada jornada, por el Aulario General de Biología han pasado ponencias de diverso tipo y enfoque y se ha establecido un enriquecedor debate. Para Marga L. Rivas, directora del Comité de Organización, con este congreso se afrontan varias cuestiones, entre las que destaca la necesidad de mejorar la divulgación de los trabajos científicos. En este sentido, lamenta el hecho de que estas investigaciones no terminan de cumplir sus objetivos de aplicabilidad. "Hay muchos estudios con evidencias muy claras", defiende, pero a la hora de hora de implementar los proyectos de conservación "se toman medidas no respaldadas por estos estudios".
Con más de 52.000 plumas y el 85% de las especies analizadas, a este toledano una guía de bolsillo se le quedaba pequeña. Estima, por contra, que la multitud de datos que maneja, la extensa información y sus decenas de fotografías darán para tres tomos de gran formato. Aún está recopilando plumas con las que compone meticulosos paneles de exhibición, pero ya tiene bastante cerrado el primer volumen, que dedicará principalmente a las rapaces.
"Si hablamos de biodiversidad, irremediablemente tenemos que hablar de escarabajos". Lo dice David Sánchez Fernández, científico inmerso en un complejo estudio para conocer y proteger un poco más a los representantes de este grupo de la fauna que han colonizado con éxito el difícil ecosistema de las cavidades, y que de tan cavernícolas, han perdido la capacidad de moverse para escapar y buscar mejores ubicaciones. Son coleópteros que, de no remediarlo, podrían sucumbir con la llegada del calentamiento global.
Se camufla como ninguno durante el día y se mueve cómodamente en la noche, a la que imprime su peculiar sonido. El enigmático chotacabras guarda muchas incógnitas que el Proyecto que lleva su nombre está camino de desvelar. Esta bella ave ha enamorado a los investigadores -voluntarios de la Asociación ANSE- y a los aficionados que los acompañan en la trabajosa tarea de adentrarse en sus misterios, y principalmente sobre su reproducción. Varias veces por semana, se reúnen para buscar al chotacabras cuellirrojo, localizar sus nidos, comprobar el crecimiento de los pollos o anotar el papel de los sexos en la incubación y crianza… "Es una especie muy particular, no se parece a otras aves de la fauna ibérica”, reivindica entusiasta José Manuel Zamora, coordinador del Proyecto.
Tres flamantes marcadores satelitales están ya a la espera de ser instalados en las tortugas marinas que salgan a desovar este año al litoral mediterráneo español. Enviarán la localización exacta de los lugares donde las hembras depositen sus huevos, o donde lo hayan intentado, una información vital para vigilar las puestas de estas emblemáticas especies mundialmente amenazadas. Aún no se ha conseguido marcar a ninguna hembra adulta con este objetivo, pero todo está preparado. Nos lo cuenta Jorge Eduardo Belda Pérez, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, institución que dirige el proyecto, en coordinación con la Universidad de Valencia.
Además de sus conocidos sonidos para orientarse, localizar a sus presas y alimentarse, estos mamíferos voladores cuentan con un interesante repertorio social con el que se comunican entre sí e intercambian una información vital para su comunidad. Unos sonidos que, además, exhiben matices diferenciadores dependiendo del lugar de origen de los ejemplares y que la Asociación Meles ha tenido la oportunidad de captar en una reciente escucha de estas voces de la noche con 'acento murciano'.
Esta cantidad de metal extraído se ha traducido en una donación de 1.464 euros de la empresa Mahe, colaboradora del Proyecto Plumbum, a la Asociación Hippocampus, a la que pertenece el proyecto y que lleva a cabo muestreos del caballito de mar del mar Menor. Y lo hace en un ejercicio en el que no hay buenas noticias para este pez: en las nueve inmersiones realizadas hasta la fecha solo se ha detectado un único ejemplar.