Murciélagos con acento murciano
Composición en la que puede verse un murciélago enano (Pipistrellus pipistrellus), el más común en Europa, y una grabadora ultrasónica. Imágenes: Meles.
Además de sus conocidos sonidos para orientarse, localizar a sus presas y alimentarse, los murciélagos cuentan con un interesante repertorio social con el que se comunican entre sí e intercambian una información vital para su comunidad. Son unos sonidos que curiosamente, y como ocurre con ciertas aves, exhiben matices diferenciadores dependiendo del lugar de origen de los ejemplares y que la Asociación Meles ha tenido la oportunidad de captar en una reciente escucha de estas particulares voces de la noche con 'acento murciano', convocada para difundir la beneficiosa presencia en nuestros ecosistemas de los únicos mamíferos voladores.
Los sonidos sociales de los murciélagos no llegan a funcionar como un lenguaje complejo, "pero sí suficiente como para elegir pareja para la reproducción, localizar a sus crías entre toda la colonia y contarse cosicas, como que en tal zona hay alimento, agua, etc.". Lo cuenta Francisco Javier Almansa, presidente de Meles, quien añade que según Xosé Pardavila, técnico de Sorex Ecoloxia, S.L, que acudió a la cita y con el que colaboran estrechamente, "la misma especie tiene diferencias dependiendo de la zona, es decir, por ejemplo los murciélagos gallegos emiten con algunas diferencias respecto a los murcianos".
Aunque inaudibles en su mayoría para el oído humano, estas emisiones se graban con instrumentos electrónicos y posteriormente se analizan mediante un software que los convierte en audibles y visibles. Y puesto que cada especie emite en una longitud de onda distinta, se puede discernir cuáles de ellas están ocupando una determinada área. Con este método se llega a deducir también qué tipos de voces transmiten: si son sociales, de localización o de caza.
La investigación de los murciélagos ha cambiado mucho con las nuevas tecnologías y cada vez hay aparatos más específicos y más sensibles, pero básicamente todos podrían valer para hacer seguimiento a todas las especies. En general, el usuario puede ir variando la frecuencia que rastrea el equipo para localizar uno u otro grupo. Pero también hay ya modelos que graban todo a la vez y posteriormente los registros se analizan y clasifican usando distintos softwares.
La metodología para escucharlos y hacer las grabaciones puede consistir en completar un recorrido (llamado transecto) o bien en establecerse en puntos concretos (estaciones de escucha) y a esperar. La distancia a los animales varía según la especie y sus costumbres, así para los quirópteros susurrantes hace falta acercarse a unos pocos metros, y para otros, como el murciélago rabudo, puedes distanciarte cientos de metros de ellos.
¿QUÉ HAGO SI ENTRA UN MURCIÉLAGO EN CASA?
Lo mejor, para no asustar al animal, es abrir ventanas y puertas y apagar las luces con el fin de ellos mismos salgan fuera. Pero en el caso de que caiga al suelo, hay que cogerlo con un trapo como protección y con cuidado para que no nos muerda en las manos, y sacarlo fuera, depositándolo en algún tronco o pared, a donde se agarrará.
Y si vemos que no está bien, que sufre alguna herida o que se le aprecian malas condiciones, hay que llamar al Cecofor, Centro de Coordinación Forestal (968 177 500), o en su caso al 112 para que lo recojan y recuperen en un centro.
En la reciente cita, los asistentes tuvieron la fortuna de escuchar y ver murciélago enano o común (Pipistrellus pipistrellus), de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus) -el más pequeño de Europa-, y hortelano (Eptesicus isabellinus) -uno de los más grandes de nuestra fauna-. El murciélago común, muy extendido por toda Europa, algo en África y en Asia, vive en colonias capaces de reunir a más de mil ejemplares. Es muy sedentario y se deja ver en iglesias, casas abandonadas, cuevas o huecos de árboles y rocas, bebiendo o cazando insectos; y algunas de sus voces, las más graves para ellos, son audibles como un tono agudo por el oído humano. También ocurre esto con el murciélago hortelano, fácilmente localizable en los resquicios de edificaciones como las cajas de persianas, y al que le gustan los coleópteros. Al mínimo murciélago de Cabrera, por su parte, le chiflan las grietas y los pequeños dípteros.
Los tres son habituales de la zona elegida, que fue el cerro del castillo de Alhama. El paraje está circundado por una senda perimetral y alberga “un poco mezcla de todo, con zona de huerta, el casco urbano a escasos metros, la sierra de la Muela también cercana y el propio cerro del castillo, que esconde algunas cuevas y grietas que son refugio de algunas especies".
Los hábitos de los murciélagos son totalmente nocturnos y es entonces cuando se pueden ver o escuchar. Salen o entran de sus refugios con las últimas horas del día y las primeras de la mañana. Las fechas con más actividad se distribuyen entre la primavera, el verano y el otoño, aunque, aludiendo al cambio climático, el técnico deja caer un irónico “ya veremos si en el futuro aquí, en Murcia, también será en invierno”.
Las grabadoras de ultrasonidos que se utilizan registran todo lo que captan y lo archivan como datos digitales. El tipo de pruebas, la duración y la repetición de toma de medidas depende del destino y de la naturaleza de las variables estudiadas: de si se quiere saber qué especies hay, cómo utilizan un recurso o hábitat, o cuáles habitan ciertos refugios conocidos, por ejemplo. En cada caso se deberá invertir un esfuerzo mayor o menor, “pero creo que sí es importante hacer un seguimiento de estas especies a largo plazo para ver realmente su evolución e identificar bien las amenazas, y con ello proponer medidas efectivas de conservación”, subraya Almansa.
Al respecto recuerda que “realmente no se sabe mucho sobre las poblaciones de la Región de Murcia. Se han hecho varios trabajos desde la Comunidad; hay un inventario de refugios en los que se sabe qué especies hay y, de hecho, actualmente estos datos se están revisando dentro del Programa de Seguimiento de Fauna. Espero que cuando finalice podamos saber cómo están y si hay novedades positivas o negativas”, medita.
En este territorio se conocen hasta 19 especies. Se lleva trabajando con ellas desde hace tiempo y desde distintos organismos, organizaciones y expertos como Ángel Guardiola, Fulgencio Lisón, Xosé Pardavila, ANSE, la propia Meles, los ayuntamientos de Murcia y Calasparra o el Parque Regional de Sierra Espuña, repasa el técnico, “pero sí que es verdad que en los últimos tiempos se ve el aumento de actividades relacionadas con los murciélagos y una cierta moda por la colocación de cajas refugio”.
No está mal. Desde la asociación Meles defienden que es necesario crear conciencia y dar a conocer la importancia que tienen los quirópteros para nuestros ecosistemas. “Son unos estupendos aliados para control biológico de insectos. Sin embargo, la cantidad de refugios en espacios naturales, agrícolas y urbanos está disminuyendo. Concretamente, en las zonas urbanas cada vez son menos debido a las nuevas edificaciones o reformas de las viviendas, con la eliminación de grietas, huecos entre tejas, cajones de persianas más herméticos, etc. Con la instalación de cajas conseguimos aumentar su disponibilidad de refugios”, explica Almansa.
En su caso, la escucha estaba relacionada con la propuesta que la asociación ha hecho al Ayuntamiento de Alhama de Murcia de instalar cajas refugio en el municipio y en sus pedanías (se han colocado ya en zonas o edificios públicos), y se aprovechó con acierto la cercanía del Día Mundial del Medio Ambiente para impartir una charla y programar la salida para escucharlos. La actividad educativa / divulgativa convocó a más de 20 personas entre adultos y niños. “No buscábamos especies concretas, queríamos acercar a la gente a este mundillo de los murciélagos y que conocieran algún aspecto más de estos curiosos mamíferos", recuerda el naturalista.
Y, entre otras cosas, ya sabemos que se hablan entre sí y se cuentan "cosicas" con 'acento murciano'.
Murciélago hortelano (Eptesicus isabellinus) -uno de los más grandes de nuestra fauna- y de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus) -el más pequeño de Europa-.