Tras más de dos años, un equipo de investigadores ha conseguido describir detalladamente todas las etapas vitales, hasta ahora desconocidas, de la Rhizostoma luteum, una especie de medusa gigante que puede llegar a medir más de medio metro de diámetro (sin incluir sus tentáculos, que pueden alcanzar cerca de tres metros) y pesar más de 12 kilos, según informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cuyos científicos han liderado el trabajo.

El estudio ha permitido asimismo profundizar en la transición entre sus fases bentónicas (minúsculas y fijadas a un sustrato) y pelágicas (entre las que están las medusas con las que los bañistas se topan en las playas).

El equipo ha reproducido por primera vez en cautividad las distintas fases vitales de esta medusa gigante, que tiene presencia en el Atlántico y mar de Alborán. Lo más complicado fue encontrar las hembras con larvas o plánulas en su interior en el medio natural. Tras realizar la captura en La Herradura (Granada), los científicos llevaron a cabo el cultivo de la medusa en dos instalaciones distintas: el Instituto de Ciencias Marinas del CSIC y el Zoo de Viena, en Austria.

Gracias a este trabajo, “hemos descubierto peculiaridades de esta especie que no comparte con otras medusas de su mismo género. Por ejemplo, la madre medusa lleva a sus descendientes, denominados plánulas, protegidos entre sus brazos orales hasta que las libera en un ambiente propicio para que puedan encontrar un sustrato para transformarse en pólipo”, explica la investigadora del CSIC Laura Prieto, que trabaja en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía.

Otra característica es que dichos pólipos tienen la capacidad de sobrevivir a ambientes adversos formando quistes, de los que salen más pólipos cuando las condiciones son óptimas. La tasa de mortalidad de pólipos es prácticamente nula, incluso en el momento de transición a medusa, ya que un mismo pólipo va produciendo medusas, llamadas éfiras, una a una, pero de forma casi continua.

“Ahora podemos comenzar a estudiar la respuesta de esta especie al forzamiento ambiental. Al ser una especie que se ha avistado en prácticamente toda la costa este del océano Atlántico, desde la zona de Brest en Francia hasta Sudáfrica, y también en el mar de Alborán, los cambios de temperatura y salinidad a los que suele estar expuesta de forma natural son muy amplios”, detalla Prieto.

De hecho, estudiar cómo es el ciclo vital de esta medusa es para los investigadores clave para entender cómo es su respuesta a las variaciones ambientales en un contexto de cambio climático. ¿Cómo le afectan los cambios de temperatura y salinidad? ¿La proliferación de medusas tiene que ver con esas transformaciones de origen humano?

Según los investigadores, los futuros escenarios de cambio climático provocarán estrés adicional a las medusas que sólo pueden ser estudiados bajo condiciones controladas. Con estas nuevas investigaciones, se podrá avanzar hacia modelos de ecosistemas que ayuden a gestionar mejor el litoral y disminuir el impacto socioeconómico.

Esta especie de medusa tiene otra aplicación práctica potencial, ya que podría llegar a ser explotada como recurso alimentario (pertenece a la familia de medusas más consumida en determinados países asiáticos) o farmacéutico.

Los resultados de esta investigación aparecen publicados en el último número de la revista PLOS ONE, en un artículo titulado First description of the life cycle of the jellyfish Rhizostoma luteum (Scyphozoa: Rhizostomeae).

NOTICIA RELACIONADA: Se espera un otoño abundante en Rhizostoma luteum, la medusa más esquiva (10 Oct. 2016). Ya en el subtítulo decíamos: "Durante muchos años se ha dudado de la existencia de este animal, cuya biología está aún por estudiar"

 

2018-08-24

  • La ‘Rhizostoma luteum’ tiene presencia en el Atlántico y mar de Alborán. Imagen: Zoo de Viena
    La ‘Rhizostoma luteum’ tiene presencia en el Atlántico y mar de Alborán. Imagen: Zoo de Viena.
  • Pólipo de 'Rhizostoma luteum'. Imagen: CSIC
    Pólipo de 'Rhizostoma luteum'. Imagen: CSIC.
  • Pólipo con éfira. Imagen: CSIC
    Pólipo con éfira. Imagen: CSIC.
  • Pólipo con qusistes de los que salen más pólipos cuando las condiciones son óptimas. Imagen: CSIC
    Pólipo con qusistes de los que salen más pólipos cuando las condiciones son óptimas. Imagen: CSIC.