Un descubrimiento efectivo contra el picudo rojo, 2
Una de las joyas vegetales que posee la Región de Murcia son sus palmeras, y una de las grandes amenazas es el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus). Este escarabajo prácticamente ha acabado con la palmera canaria, la que le resulta más gustosa. Tras ella, ataca a la palmera datilera, que resiste más tiempo, pero que también termina cayendo. Con ella se perderían sus frutos, su tradición palmerera ya en peligro, su historia ligada a la Región y la belleza que aporta al paisaje. Y si desaparece, el picudo atacará a otra especie emblemática y protegida (de interés especial): el palmito, la única palmera murciana. ¿Tendrá esto fin algún día?
Puede ser. El pasado día 20 la Universidad de Alicante (UA) publicó en su página web el hallazgo de un método "eficaz y natural que mata al picudo rojo", y del que dimos un avance en esta sección. Se trata de un aislado de un hongo 'entomopatógeno', es decir, que se alimenta de un insecto sin causar daño a las plantas, animales ni al hombre, y que existe de forma natural en el medio. La nota difundida por la UA refiere una alta eficacia del tratamiento contra los diferentes estados de la plaga y señala que el formulado posee la misma eficacia durante todo el año, es capaz de matar al insecto al menos tres meses después de su aplicación y que no necesita agua ni maquinaria especializada.
El tratamiento se basa en un hongo que existe de forma natural en el medio que se alimenta del picudo
Ahora, hemos podido profundizar sobre este avance con Berenice Güerri Agulló, la investigadora que defendió la tesis titulada 'Control biológico del picudo rojo de las palmeras (Rynchophorus ferrugineus) mediante el uso del hongo entomopatógeno Beauveria bassiana'.
La doctora Berenice Güerri apunta que este tratamiento "es una solución definitiva" siempre que se siga un "calendario de tratamientos", y se aplique en ellos un "control integrado", es decir, en el que se prioricen "medidas culturales, agentes de control biológicos y por último químicos". "No abogo, incluso me parece una locura, definir un único tratamiento como el tratamiento definitivo, porque cada planta, dependiendo de su estado fitosanitario, necesita una cosa, otra o una combinación de ambas", recalca.
El problema de este insecto es que siempre reaparece porque hay muchas plantas infectadas, tanto en lugares cercanos como a varios cientos de kilómetros, que hacen que pueda haber una nueva llegada de adultos. "Con el picudo hay que actuar de manera continuada, si no se comerá nuestra palmera", advierte Güerri, y subraya que "todos los tratamientos se deben repetir de manera continuada si queremos tener nuestras plantas sanas". En su caso, indica que "el aislado del hongo que utilizamos, de la forma en la que se ha formulado, persiste al menos tres meses, por ello deberíamos repetir cada tres meses los tratamientos".
Pero las palmeras no tratadas e infestadas con picudo son foco continuado para las palmeras vecinas. El picudo es un insecto que para sobrevivir hace lo que es necesario: pasar de una palmera a otra. Así, la mejor actuación es "el conocimiento exhaustivo que nos indica qué realizar en cada zona y aplicar lo que es necesario en cada caso", y se mantiene en la línea de que "no existe una solución definitiva que se deba aplicar siempre allá donde vayamos, sino una actuación adecuada que nos salva a la planta. Lo perfecto sería que todos estuviésemos formados e informados para realizar una lucha eficaz contra la plaga, ya que sólo una lucha común es efectiva. El problema es de todos, y como tal debemos actuar".
Ante esta plaga tan voraz y con una proliferación enorme, esta científica insiste en la importancia de "detectar el problema con la mayor celeridad". Por ello, "tener al personal que se encarga de la salud de nuestras plantas entrenado es muy importante, diría que es lo más importante, ya que son ellos quienes deben decidir en qué punto nos encontramos y qué necesitamos. Es en este punto donde observamos que se cojea más".
En este contexto, la prevención es también un factor de interés, un ámbito en el que este nuevo producto también tiene cabida. "Lo puedes emplear como tratamiento preventivo, el tipo de formulación empleada es perfecta para este fin ya que aguanta más tiempo la llegada del insecto. Lo bueno es que el hongo, en la formulación elegida, puede seguir produciendo esporas, que es la estructura que se adhiere a la cutícula -'piel'- del insecto y penetra, lo que terminará matando al picudo", revela la investigadora.
El tratamiento aún no está en el mercado. Lo estará "en la mayor brevedad posible", señala Güerri, pero hay que precisar que la tramitación que debe seguir, dada la legislación actual, lleva su tiempo "incluso para un agente tan inocuo".
Para tener información de variados enfoques, hemos hablado también con José Francisco González Zapater, jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura y Agua de la Región de Murcia. Al respecto, cabe decir en primer lugar que la Consejería ya ha tenido ocasión de probar este hongo en la Región, en concreto en el parque ubicado al lado del Ayuntamiento de Cartagena, "donde se ensayó en conjunto con otros sistemas, nunca aislado", apunta el técnico.
Para González Zapater, "ningún método por sí solo o en combinación con los demás puede acabar con el picudo rojo". A su entender, "la estrategia de control integrado que aúna insecticidas químicos, control biológico e inyecciones de insecticidas al tronco aplicado de forma repetida para toda la vida puede ayudar a controlar nuestros ejemplares".
Se estima que el tratamiento estará listo para su venta y uso general en unos tres años
Este experto apunta que el formulado del hongo citado "puede ayudar, pero lo tienen que perfeccionar", y en particular se centra en el formato granulado y en bolsas de plástico del tratamiento "que resulta poco manejable y de difícil distribución en la palmera". Asimismo, considera que tardará "unos tres años en estar listo para los usuarios", ya que debe pasar por una fase de registro español y europeo "que es muy costosa". Lo que no es óbice para reconocer que "es cierto que la Universidad de Alicante ha encontrado y aislado una cepa de hongo bastante eficaz".
Lo que está claro es que las perspectivas no son buenas. "Hemos perdido casi toda la palmera canaria; en Los Alcázares y en Santiago de la Ribera ya ha desaparecido por completo porque es más sensible que la palmera datilera", detalla González Zapater. Esta especie, la datilera, puede convivir un tiempo con el insecto, "pero tarde o temprano acaba por troncharse por el viento o las lluvias persistentes, o se cae la columna", relata.
Ahora bien, el técnico de la Consejería también se refiere al caso canario, donde "han prohibido la importación de palmeras de fuera de la isla y han conseguido controlar el problema". Es una puerta para la esperanza, aunque la situación en el continente no es la misma dada la gran expansión de la plaga. Esto hace que una palmera sana tenga casi siempre cerca un vecino infectado. Y el picudo, que pasa toda su vida en una palmera, sólo la abandona cuando la agota y sale a buscar más alimento en otro ejemplar. Por eso, "hay que hacer consciente a todo poseedor de una palmera de que es una responsabilidad de todos", afirma González Zapater
En este sentido, desde elclickverde nos alegramos de la difusión de este tratamiento, pensando principalmente en su aplicación en la prevención. Tal y como apunta González Zapater, "el problema es que no existe un sistema de detección precoz", y por eso, creemos que disponer de un sistema preventivo natural, que además no requiere un gran gasto de agua en una Región como la nuestra, puede resultar muy positivo.
Cómo funciona este hongo
La clave es tratar las zonas expuestas a la plaga, y la forma de hacerlo depende de cómo sea la palmera. "Un experto nos debe indicar dónde, cuándo y cómo", recomienda Berenice Güerri, autora de la tesis en que se que presenta este nuevo tratamiento. Lo que se persigue es que toda la zona de entrada del insecto quede tratada con hongo, que se aplica en forma de granulado sólido.
Así, en el caso de la palmera canaria el tamaño de la corona indicará cuántas bolsas se necesitan para depositar en las inserciones de los peciolos, ya que la plaga suele entrar por la corona, aunque la doctora indica que ya ha visto un caso de esta especie atacada por la base.
Por contra, en una palmera datilera con hijuelos hay que tratar los hijuelos; se deben priorizar ya que el tejido está más tierno y es más habitual que el picudo entre por esa zona.
En cuanto a la eficacia, la doctora afirma que "en nuestro ensayos de campo hemos observado que, tras realizar tratamientos, el 70% de las larvas estaban muertas y las pupas y los adultos habían muerto todos. Es un dato interesante si, sobre todo, lo aúnas con que los insectos muertos sirven de 'ciudades' donde el hongo crece de nuevo y actúa como inóculo para el resto de la población de picudo que quede o que entre de nuevo. En nuestras zonas de tratamientos llegábamos a encontrar nuestro hongo en palmeras que no habían recibido tratamientos". Esto revela que el insecto actúa de propagador del hongo de una palmera a otra, y apunta a que en tratamientos continuados se podría lograr que el controlador estuviera al mismo nivel que la plaga, es decir, imitar y acelerar lo que la naturaleza haría en unos años más.
En relación a la época en que hay que aplicar el tratamiento, los ensayos se han realizado durante todo el año (febrero, mayo-junio y agosto) y han rendido los mismos resultados. Por la propia biología del insecto, concluyen que los tratamientos en febrero son adecuados para casos con una alta persistencia, ya que sirven como preventivo de cara a los movimientos que el insecto efectúe en el siguiente mes.
"En tiempo de larvas", describe la doctora, la situación viene a ser que "ya tengo el problema pero no sé desde cuándo ni qué daño tengo". Así, cuando el daño está ya presente y se observan síntomas de picudo en las palmas o en la palmera, la rapidez de actuación es prioritaria. Dependiendo del estado de la planta se deberán realizar tratamientos de choque que eliminen rápidamente las larvas que estén causando el daño, y luego apoyar el tratamiento con agentes de control biológico, que desde fuera protejan hacia dentro.
"Lo que nos encontramos, para nuestra desgracia, es que a veces lo que se hace no es lo adecuado. Por ello, estamos abiertos a dar consejos, opiniones y recomendaciones allá donde nos llaman. Queremos que lo que hemos aprendido en todos estos años sirva para que acabemos entre todos con la plaga", se ofrece finalmente esta experta.
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