Rastreadores del cielo

I Censo de Migración Postnupcial de Aves de la Región de Murcia

Gracias a la iniciativa de un estudiante de Ciencias Ambientales aficionado a la ornitología, la Región de Murcia va a poder completar su I Censo de Migración Postnupcial de Aves. Este seguimiento, que abarca a todo tipo de ave migradora pero que se centra específicamente en las rapaces, es una tarea amena y educativa que requiere poco esfuerzo, y que está abierta a todos los apasionados que disfrutan de calzarse unos prismáticos y rastrear los cielos. Quien se sienta atraído por la idea, no tiene más que escoger un punto de observación y ponerse en contacto con la organización...

La cuestión es que hay aves que se afincan todo el año en la Región y otras que prefieren visitarnos sólo en verano o sólo en invierno; pero aún hay unas cuantas más que no hallan acomodo en estas tierras y nos cruzan altas, distantes, fugaces. La migración es el único momento para verlas cortando nuestros cielos y aprender algo de ellas. Ahora, un grupo de aficionados a la ornitología de la Región de Murcia se ha liado la manta a la cabeza y ya está inmerso en este primer seguimiento, que nos rendirá a todos conclusiones sobre qué aves nos escogen como autopista aérea para sus desplazamientos más largos o cuál es la ruta elegida cuando atraviesan la Comunidad y, en definitiva, nos enfrenta al reto de comprender un poco más a nuestros vecinos alados. Entre estos, se cuentan especies como la lavandera boyera, el bisbita arbóreo, el correlimos zarapitín... y, sobre todo y las que conforman el corazón de este censo, las rapaces, como los alcotanes, el abejero europeo, los gavilanes, alimoches o el águila pescadora. 

Conrado Requena es el coordinador de esta iniciativa. Llevaba varios años tras la idea, “pero siempre faltaban voluntarios o los interesados no estaban disponibles en estas fechas”, recuerda. Ver que en la Comunidad Valenciana han logrado convocar su propio censo por segundo año consecutivo lo ha terminado de animar. “Nos ha servido de incentivo”, reconoce.

Tanto, que se puso en contacto con los coordinadores de la comunidad vecina y llegaron al acuerdo de compartir metodología. Esto hará que la comparación de datos sea más fácil. El esfuerzo no es mucho, ni siquiera hay que madrugar. Se piden ocho salidas. La observación suele comenzar a eso de las 11:00 de la mañana y dura tres horas, eso sí, “seguidas y sin quitar ojo”, apunta Requena. Las especies se van apuntando cada 30 minutos, y la lista se completa con datos como la dirección del ave, la fase (características del color del plumaje) o edad de la rapaz, o el número de ejemplares vistos. El lugar elegido se visita una sola vez a la semana, y solo se desiste si llueve. 

“Está claro que cuanto más azúcar más dulce, y si pudiéramos estar ocho horas en el campo, como en el Migres o en el Parc Natural de Collserola de Barcelona, podríamos obtener más observaciones y más datos. Pero como no tenemos ningún tipo de financiación, debemos elegir una metodología que no ahogue al observador”, cuenta Pedro A. del Baño, coordinador, junto con Miguel Tirado, del Proyecto de Seguimiento de la Migración Postnupcial de Rapaces Diurnas en la Comunidad Valenciana, impulsado desde la Societat Valenciana d'Ornitologia (SVO). Además, añade Requena que en la Región “no pasan tantas rapaces como, por ejemplo, por Tarifa, así que no hacen falta grupos de observación tan grandes”.

 

Tú puedes participar

¿Te gustan las aves? ¿Te apetecería participar en este I Censo? Este es tu sitio. ¿No tienes grandes conocimientos? No importa. La organización está abierta a la participación de voluntarios para ampliar las áreas de observación en la Región. Ponte en contacto a través de la web de la Asociación Naturalista del Sureste (ANSE), que respalda la iniciativa de Conrado Requena, o del correo del propio coordinador.
¡Suerte y a rastrear los cielos!

Contactos: www.asociacionanse.org   y    conry.ct@gmail.com

 

En la Comunidad Valenciana hay catorce estaciones distribuidas a lo largo de toda su geografía, unas formadas por un grupo de participantes que se turnan, mientras que en otras salen sólo dos personas, detalla Del Baño. En la Región hay cinco puntos de muestreo con uno o dos voluntarios, y todos se ubican en la Comarca de Cartagena. “Un buen objetivo es ampliar la distribución de estos puestos, da igual que sean pocos, pero que estén bien localizados”, sentencia Requena; y enumera mentalmente: “uno cerca de Murcia ciudad, uno en Lorca, uno en el Noroeste...”. El censo se prolonga sólo hasta el 1 de noviembre, así que hay tiempo para instalar nuevas estaciones, aún más toda vez que “el momento más fuerte se sitúa desde mediados de septiembre hasta principios de octubre”, explica el joven coordinador, que está actualmente estudiando el último curso de Ciencias Ambientales. Requena admite propuestas de los voluntarios. El requisito es que el punto de observación tenga una amplia área de visión. No es imprescindible que se trate de un alto, puede hacerse un buen avistamiento de paso de aves desde una llanura. E incluso si el voluntario no es muy ducho, tampoco habría problema, ya que puede ir acompañado de un experto que le adiestrará en cómo rellenar el impreso del censo y le disipará sus dudas.

Pero este año, “el paso está siendo flojo. Parece ser que la cría no ha sido tan buena como en otros años y eso se notará en el número de ejemplares migrantes. En casi toda España hemos tenido un mes de junio atípico con muchos días de lluvia y temperaturas suaves que han afectado a la cría. Por ejemplo, en Castellón hemos detectado una disminución destacable en el número de parejas nidificantes de águila calzada”, advierte Del Baño desde la Comunidad Valenciana, quien se felicita por la iniciativa murciana: “es una excelente noticia saber que tenemos en marcha 19 estaciones, catorce en Comunidad Valenciana y cinco en Murcia, para conocer de esta manera un poco mejor la migración de las rapaces diurnas por nuestras tierras”, afirma.

Por aquí, nuestro estudiante, que combina las clases con multitud de experiencias prácticas que refuerzan su conocimiento de la naturaleza, ha visto pasar primero las golondrinas y después los vencejos, ha escuchado los grupos de abejarucos, y ha identificado aguiluchos, gavilanes o halcones. El pasado viernes 13, en elclickverde compartimos con él una de estas placenteras salidas y ante nosotros surcaron el cielo de Cabo Tiñoso el cernícalo vulgar, vencejo pálido, vencejo real, golondrina común, golondrina daúrica, avión roquero, avión común y abejaruco, aunque resultó una jornada bastante deslucida; mientras que al día siguiente, en el Monte Roldán, Requena observó ¡28 gavilanes! más cuatro halcones abejeros, un aguilucho lagunero y dos halcones peregrinos, amén de un par de bandos de abejarucos. Porque cada día es distinto. Y animoso pero mesurado, como és él, espera que en estas próximas fechas aumente tanto la cantidad de aves como la variedad de especies y poder disfrutar de unas buenas jornadas de observación de la migración.

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.

ag-cenizo-recorte-sinfondo.pngPor qué la Migración Postnupcial

La migración postnupcial es el viaje que emprenden los animales tras el verano, durante el que han criado, a los lugares de clima más benigno para pasar el invierno. Los últimos estudios indican que este traslado no se hace tanto impulsados por el cambio de climatología, sino porque esas condiciones climatológicas permiten que en el lugar de destino haya buena disponibilidad de alimento; y ésa es la razón por la cual algunas especies dejan de migrar: porque ya tienen comida en el mismo lugar en el que crían, por ejemplo.

La cuestión es que la mayoría de las especies escogen una ruta distinta cuando vienen de África para pasar el verano que cuando se van para sobrevivir al invierno europeo. Y en ésta, en la de invierno, la postnupcial, es cuando más bordean nuestras costas, mientras que en la de verano, la prenupcial, suelen atravesar la Península por sus zonas más centrales.

En estas fechas que se abocan al frío, “bordean la costa, sobre todo las rapaces, en dirección Sur. Llevan un ojo en tierra y otro en mar buscando el punto más cercano entre Europa y África, que es el Estrecho de Gibraltar. Una vez allí, desde el aire alcanzan a ver tierra africana; aunque también es probable que tengan la ruta ya metida en el instinto”, relata Conrado Requena, coordinador del I Censo de Migración Postnupcial de Aves de la Región de Murcia, quien espera obtener el título de anillador de aves a finales de este año....

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