Las pinturas rupestres de Los Grajos, la mayor reunión de figuras humanas de Europa en torno a la danza y el sexo


El arqueólogo Joaquín Salmerón analiza uno de los abrigos de Los Grajos durante la última investigación. Foto: María Teruel Juliá

El Panel I del Abrigo I del Barranco de los Grajos alberga la mayor concentración de figuras humanas en actitud de danza de toda Europa en arte rupestre. Situada en la Sierra de Ascoy, una de las más altas elevaciones de Cieza (Región de Murcia, España) y abierta a un hondo barranco, la cavidad cuenta con un excepcional lienzo cuyo descubrimiento acaba de cumplir 60 años. Esta pieza reúne más de 50 figuras de diversos tipos, de las cuales la mayoría son representaciones humanas, tanto femeninas como masculinas -en menor número- en actitud danzante. Junto a ellas, algunos animales bordean la escena de la danza ritual. Las figuras masculinas están casi todas sexuadas y exhiben el pene erecto, y las femeninas aparecen con el torso desnudo y una falda ceñida bajo del pecho que les cubre más allá de las rodillas. La imponente escena, en su día llena de algarabía y música, nos observa en silencio y desde la muda pared lanza mensajes milenarios a sus espectadores.

Ahora, las recientes investigaciones de Joaquín Salmerón Juan, director del Servicio de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Cieza, la arqueóloga Teresa Fernández Azorín, coodirectora del proyecto de investigación, y el infógrafo Pedro Lucas Salcedo, y que aún continúan, han sacado a la luz un nuevo significado para unas figuras humanas situadas en el borde derecho del panel pintado. En concreto, se trata de dos parejas -una que se entreveía previamente y una nueva-, ambas hombre y mujer, en dos encuentros sexuales. “Este hecho nos hace pensar que la propia danza pueda tener relación con esa actividad sexual, que tenga un nexo con la fertilidad o, por lo menos, con la sexualidad”, explica Salmerón.

Con posterioridad a la primera publicación de las pinturas de Los Grajos, en 1969 por Antonio Beltrán, Salmerón Juan ya se dio cuenta “a simple vista” de que había una representación de una pareja que estaba inmersa en una acción sexual. En esta nueva investigación, gracias al uso de la fotografía digital y al tratamiento de las imágenes que detectan longitudes de ondas no visibles al ojo humano, se ha podido comprobar que no solo estaba esa pareja, sino que había otra muy cercana, también hombre y mujer, y que está en la misma actitud.

No se puede deducir de ello que éste sea un lugar dedicado al apareamiento, la fertilidad o ritos similares, “no obstante, que de todas las cuevas y abrigos rocosos que hay en el entorno, en toda la sierra de Ascoy -donde a lo mejor hay cien abrigos rocosos y cuevas-, sea solo y exclusivamente una donde se represente este tipo de escenas es un dato a tener muy en cuenta sobre el significado que pudo tener este sitio", apunta el investigador.

En todo caso, ahí queda también la constatación de que los humanos que habitaron estos refugios se desplazaban por la zona. El Abrigo II del Barranco de Los Grajos fue excavado por el conocido arqueólogo Michael Walker en 1970, hallando materiales del Neolítico antiguo así como del Paleolítico Superior (Magdaleniense y Solutrense). Materiales y pinturas rupestres de estas mismas épocas se han encontrado también en la cueva del Arco, cueva de Jorge y en la cueva de Las Cabras, todas en el municipio ciezano. “Por lo tanto, esa gente se movía en amplios espacios del territorio”, explica Salmerón. Las pinturas rupestres de estilo Levantino que podemos encontrar en Los Grajos tienen paralelismos en todo el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, declarado por la Unesco como Patrimonio Mundial en diciembre de 1998, tanto en la Región de Murcia como en las cercanas provincias de Albacete, Alicante, Almería y Jaén. En cuanto al Arte Esquemático, hay figuras en Los Grajos muy semejantes a otras del Neolítico de la cueva de La Serreta, también en Cieza. “Es decir, que había una comunicación en búsqueda de recursos, de intercambio de objetos y, consecuentemente, una comunicación cultural”, detalla.

TRES ABRIGOS

El yacimiento del Barranco de los Grajos (Cieza, Región de Murcia, España) es un conjunto de tres abrigos situados en la ladera sur de la sierra de Ascoy. En los tres hay manifestaciones de arte prehistórico, que forman parte del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998.

     El Abrigo I es el más profuso, con unas 50 figuras repartidas en dos paneles. En el Panel I destaca la abundante presencia de la figura humana, mayoritariamente mujeres, en una escena de danza ritual que muestra gran variedad de gestos. Además, aparecen también, aunque en menor medida, animales cuadrúpedos, como cérvidos, un cáprido y una cría de jabalí.

     El Abrigo II se conoce como Abrigo Grande, y tuvo ocupación del Paleolítico Superior y del Neolítico.

     En su conjunto, los abrigos contienen representaciones de arte rupestre de los estilos Levantino, Esquemático y de época romana y medieval.

     Estas pinturas rupestres fueron descubiertas en 1962 por el Grupo de Espeleología Ciezano Atalaya (GECA) de la Organización Juvenil Española (OJE).

     Los abrigos se encuentran protegidos por una reja.

Agrega el investigador que “incluso es posible que alguna de estas cuevas con arte rupestre fueran lugares de reunión en algunos momentos determinados del año, como los solsticios o equinoccios, en las que hicieran reuniones, a modo de romerías a lugares muy concretos, donde hubiera un intercambio de elementos culturales y hasta de personas de distintos puntos para que se relacionaran entre ellos a través de enlaces o de prácticas sexuales. Puede que éstas se dieran para evitar los problemas de endogamia de las pequeñas comunidades, que pueden generar problemas muy graves de salud en los clanes que se quedan aislados demográficamente”. A este respecto, “por los pueblos primitivos actuales sabemos que esas reuniones tipo religioso o festivo, o ambas cosas al mismo tiempo, se realizan en algunos lugares particulares de la geografía que relacionan a una serie de enclaves y de grupos humanos, dispersos a veces en un amplio territorio, distante en algunas ocasiones no solo decenas, sino centenares de kilómetros, y que una o varias veces al año convocan esas reuniones para fomentar una buena relación de vecindad entre los clanes, que además suele tener unas ciertas connotaciones de emparejamiento” explica el experto.

Más figuras nuevas, en el LX aniversario del descubrimiento

El yacimiento del Barranco de los Grajos es una soberbia manifestación de arte rupestre formado por un conjunto de tres abrigos, donde se encontraron en su momento diversas pinturas. En este profundo y novedoso trabajo, además de la pareja citada, se han localizado otras figuras nuevas, que se han dado a conocer en un reciente seminario enmarcado en la celebración del LX aniversario del descubrimiento del yacimiento. Entre ellas, destaca el hallazgo de un ídolo oculado, que se escondía en un repliegue de la roca en el Panel I del Abrigo I y del que apenas se ve una pequeña parte a simple vista, motivo por el que hasta ahora no se había identificado como tal.

Igualmente, en el mismo lienzo han aparecido bailarinas y otros trazos que se distinguían muy mal y que Beltrán no vio en su día, pero que ahora son revelados gracias a las nuevas tecnologías.

Los análisis realizados han podido comprobar también que algunas figuras que se atribuían al Arte Rupestre Levantino en realidad forman parte del Arte Esquemático, que es algo posterior. En todo caso, ambos aparecen en Los Grajos y ambos pertenecen a una época postpaleolítica, situado por la mayoría de autores en la época del Epipaleolítico o Mesolítico, en la transición del Paleolítico al Neolítico.

Los últimos cazadores-recolectores

Los habitantes de Los Grajos son, así, los últimos cazadores-recolectores, pueblos nómadas que constituyen a su vez la primera gente de la zona que tuvo contacto con los nuevos pobladores que llegaban desde fuera de la península Ibérica, que eran ya pastores, agricultores y sedentarios. Éste será el momento del paso cultural que supone el tránsito de la creación del Arte Levantino a la del Arte Esquemático.

Este último, en concreto, comenzaría a crearse a partir de unos 8.000 / 7.000 años antes del presente y alcanzaría su óptimo entre el IV y III milenio a. C. “Es un arte que no representa las cosas de forma muy realista, sino de forma esquemática, como su propio nombre indica, y que si no hubiese desaparecido se habría convertido posiblemente en un tipo de escritura, igual que ocurrió con las primeras escrituras del próximo Oriente, que en principio usaba figuras muy representativas de los seres u objetos de los que se quería tratar y después esas figuras fueron adquiriendo un significado fonético”, conjetura. “El Arte Esquemático es el arte de una nueva gente que practica como forma de vida la agricultura y el pastoreo y que tiene nuevas religiones”.

Entre las nuevas dataciones, en el Abrigo II se ha podido documentar que algunas figuras esquemáticas que en su momento se atribuyeron a momentos de la Prehistoria reciente, como la Edad del Bronce, son más modernas. En algunos de los casos se trata de figuras que están en relación con un alfabeto latino y que tienen paralelos en la época romana, y de hecho en la misma zona se ha encontrado también cerámica de esta época. Asimismo, otras de las figuras atribuidas también a la Edad del Bronce están elaboradas en carbón vegetal y cubiertas por una colada de calcita que tarda cientos de años en formarse, y que, junto al tipo de hechuras representadas y por paralelos de grafitis de esa época, les conduce a pensar que fueron realizadas entre los siglos XV y XVII.

A todos estos nuevos calcos se les dará difusión cuando estén terminados y publicados. Para eso aún restan meses de trabajo maduro y cuidadoso, y coordinar agendas de los tres integrantes del equipo de investigación.

Pero confían en que serán del interés del público. “La Prehistoria está muy de moda”, se alegra el Salmerón Juan. Cree que posiblemente se trate de su mejor momento desde que se descubrieran Altamira, Lascaux y otras grandes cuevas. Se felicita de que los medios de comunicación se hagan eco abundante de las novedades, del hallazgo de nuevos restos de homínidos y de nuevos yacimientos, y relata que en tanto que antes el turismo cultural se centraba casi exclusivamente a enclaves griegos, romanos o medievales, en los últimos tiempos las visitas a la neocueva de Altamira y a muchos yacimientos prehistóricos de España, Portugal o Francia atraen cada día más la atención y el interés de cientos de miles de personas. “Y va in crescendo porque hasta los niños de 5 años vienen al Museo de Siyâsa para conocer la Prehistoria de su territorio”, comenta.

“Que sea para bien. Cuanto más conozca la gente de Prehistoria habrá más aprecio y cuidado por parte de las autoridades en la conservación, investigación y difusión de nuestro riquísimo patrimonio arqueológico. No en vano, la mayor concentración de Arte Rupestre de toda Europa se da en la península Ibérica. Aquí hay incluso arte del Paleolítico Medio realizado por neandertales, las muestras de arte más antiguas de toda Europa; arte del Paleolítico Superior ya con los Sapiens; así como una abundancia del Arte Esquemático del Neolítico y de la Edad de los Metales. Y la prueba evidente es que tenemos, tan solo en el espacio llamado Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, 758 localizaciones nombradas en diciembre de 1998 como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Tenemos esa suerte y esa responsabilidad para que puedan disfrutar del mismo las generaciones que nos sucedan”, anima el arqueólogo Joaquín Salmerón Juan.

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Todas las imágenes, salvo la primera: Ayto. de Cieza.

Galería de imágenes:

   2: Escena sexual entre una figura humana masculina y otra figura humana femenina. Panel I del Abrigo I.

   3: Escena de danza con figuras humanas femeninas. Panel I del Abrigo I.

   4: Una vista cercana del Barranco de los Grajos. Foto: Joaquín Salmerón.

   5: Escena de danza con figuras humanas masculinas en torno a un pequeño cuadrúpedo. Panel I del Abrigo I.

   6: Impresionante lienzo del Panel I del Abrigo I de Los Grajos.

   7: Panorámica de los tres abrigos, en la cara sur de la sierra de Ascoy, en Cieza.

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.