La tormenta seca y los incendios de verano

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Son la principal causa de incendios no intencionados -los que no tienen detrás la mano del hombre- y en la Región de Murcia se suelen presentar típicamente en verano, aunque también se forman a finales de la primavera y en otoño. Se las conoce popularmente como "tormentas secas", fenómenos tormentosos en los que el aparato eléctrico predomina sobre la precipitación, y sus consecuencias en cuanto a los incendios dependen de la conjunción de factores climáticos, geográficos y humanos. El pasado 19 de junio, una de ellas originó un pequeño incendio en un área entre Yecla y Pinoso, pero hay muchos más casos.

Una tormenta seca es un fenómeno que se desarrolla en unas condiciones muy particulares ya que suele venir acompañada de bastante aparato eléctrico pero muy poca precipitación. "Esto se debe a que en capas medias y bajas no se dan condiciones de humedad suficientemente alta para que la lluvia que acompaña a la tormenta sea destacable, ni en capas altas hay el suficiente aire frío para que los desarrollos verticales sean importantes", nos cuenta Ginés Mirón, presidente de la Asociación Meteorológica del Sureste (Ametse), que vigila la atmósfera regional desde la estación metereológica del Majal Blanco, en Murcia.

incencio_dd_helicoptero_elclick.jpgDescartada una lluvia importante, su principal característica es el aparato eléctrico que las acompaña y que en ocasiones puede llegar a ser intenso. Cualquier tormenta puede producir varios tipos de rayos en función de su carga y la localización de estos dentro de la nube. Según su carga, pueden ser positivos y negativos, y según su localización tenemos los nube-nube (cuando no llegan a tocar el suelo) y nube-tierra (cuando si lo hacen). "Estos últimos son los más peligrosos porque son los responsables de algunos de los incendios que se producen, fundamentalmente en verano en donde las condiciones del terreno y la vegetación son muy favorables a la combustión debido a la sequía estival característica de nuestro clima mediterraneo", destaca el experto.

Sus consecuencias, apunta Mirón, dependen de varios factores. "En lo relativo a los factores climáticos, su evolución se relaciona normalmente con las condiciones meteorológicas que acompañan a la tormenta y que pueden tanto favorecer su extensión. Por ejemplo, si viene acompañada de humedades bajas o fuerte viento, o bien lo contrario, ya que muchos conatos de incendios son apagados por la propia lluvia que posterioremente genera la tormenta. Luego, hay factores geográficos que también son importantes, como la facilidad de acceso a la zona de origen del incendio; o los humanos, relativos a los medios contraincendios. La suma de todos estos factores y la rapidez en la intervención son los que determinan en buena medida la importancia de los incendios provocados por este tipo de tormentas", describe.

"Una característica curiosa de las tormentas secas en el Sureste peninsular es que, fundamentalmente en el verano, vienen frecuentemente acompañadas de polvo en suspensión proviniente del norte de Africa, lo que provoca que las pocas precipitaciones que producen lleven barro. Es una circunstancia no tan frecuente en otras zonas más al norte, pero que en la Región de Murcia, debido a su cercanía al desierto sahariano, suele producirse una o varias veces a lo largo del año. Este polvo sahariano actúa en muchos casos como núcleos de condensación, es decir, como lugares de encuentro del vapor de agua atmosférico dentro de la nube y que luego precipita en forma de gota de lluvia", relata Ginés Mirón.

Estos fenómenos suelen formarse con más probabilidad en las horas de más calor del día (desde primera hora de la tarde hasta el anocher), aunque no son infrecuentes durante la madrugada, detalla el técnico, quien aporta una serie de recomendaciones: "Una tormenta viene acompañada de un aumento de la carga eléctrica atmosférica, por eso hay que llevar cuidado y evitar situarse cerca de objetos que por su ubicación o por su situación sean susceptibles de acumular mucha carga electrostática y por lo tanto de atraer un rayo. Por ejemplo, hay que evitar resguardarse bajo árboles solitarios en campo abierto ya que el viento que precede la tormenta puede cargarlo electricamente por rozamiento, lo que lo aumenta las posibilidades de recibir el impacto de un rayo nube-tierra. Pasa lo mismo con las zonas elevadas o con los objetivos metálicos, que por su composición, son buenos transmisores de la electricidad", asevera.

El también coordinador de Ametse recuerda que las zonas más tormentosas de la Región son tradicionalmente las áreas montañosas del Noroeste: el macizo de Revolcadores, la Sierra de Mojantes, pedanías altas de Moratalla, el campo de San Juan... son, según sus datos, los que estadísticamente más días de tormentas presentan al año "y por lo tanto son los más expuestos a este tipo de tormentas, si bien como he dicho al principio, toda la Región presenta este tipo de fenómenos, aunque con una menor frecuencia".

Por ejemplo, continúa Mirón, Moratalla muestra una media de 20 días de tormenta al año, mientras que Mazarrón apenas observa siete. "Murcia es una región pequeña pero con una gran variedad climática, también en lo referido en la frecuencia e intensidad los fenómenos tormentosos", resume.

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incendio_elclick.jpgEl pasado 19 de junio, una tormenta seca originó un pequeño incendio en un área entre Yecla y Pinoso, a eso de las cinco de la tarde. Se necesitaron por lo menos seis descargas de agua desde los helicópteros de lucha anti incendios. Sergio López Marín, peón especialista de la Brigada Helitransportada de Extinción de Incendios Forestales de la Región de Murcia estuvo allí, como en otros muchos episodios semejantes. Para este caso, barajan la posible causa de unos lazos de furtivos. "Son de hierro y atraen los rayos. Se sospecha que pueda ser la causa porque había al menos tres en el camino hacia el incendio. Son lazos principalmente para zorros, o también para jabalíes", sopesa.

López Marín ha vivido la experiencia de cerca. En la garita de trabajo, en pleno monte. "Cuando ves que te viene la tormenta, lo comunicas al Centro de Coordinación. Les dices: 'Apago la comunicación por tormenta con aparato eléctrico', y te vas. Habitualmente, al garaje, o te metes en el coche. Los rayos caen al lado, sobre todo en zonas con cables de Alta Tensión", avisa.

rayo_para_elclick.jpgEntre el año pasado y este, apunta, ha habido varios incendios, "cinco o seis en Moratalla, en el Altiplano..., que son las zonas más propensas, las que sufren más descargas por tormenta eléctrica. La mayoría de los avisos nos llegan de ahí". Recuerda cómo un rayo cayó en La Pila originando un incendio. A 500 metros de la garita, por la noche. Incidió en un árbol, pero el incendio no surgió de inmediato, sino horas más tarde. El árbol acumuló el calor en el interior, a modo de brasa, "y si al día siguiente se dan las circunstancias necesarisas de grados, velocidad del viento y humedad..., pues se produce un foco. En algunos casos, se puede apreciar perfectamente la marca del rayo en el árbol", cuenta el especialista.

Y aprovecha para recodar que, en este verano, con la falta de lluvias que hemos vivido, la prevención es más necesaria que nunca. "El monte está seco, la vgetación, deshidratada, y puede haber un calor latente que conlleva riesgo cuando empieza la tormenta", advierte, y recalca: "Incluso desde el propio Centro de Coordinación, cuando se anuncia una tormenta, la alerta es máxima. Se puede prever un verano delicado. De hecho, este año, la orden de no hacer quema en los montes se ha adelantado al menos un mes a un año normal". Así, el período de peligro alto de incendios forestales se extiende este ejercicio desde desde el 1 de mayo al 30 de septiembre, en el que se pohíben las quemas agrícolas y forestales, el uso del fuego en áreas recreativas o el lanzamiento de fuegos artificiales. Este año nos pide ser más prudentes que nunca.

(NOTA: Imágenes del incendio desde el helicóptero y en suelo, y del árbol con marca de un rayo: Sergio López Marín).

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.

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Ametse

La Asociación Meteorológica del Sureste nació en 2008 y busca, entre otros objetivos, fomentar la divulgación pública y el conocimiento social de de la meteorología dentro del ámbito geográfico de sureste peninsular. Además, contempla el estudio y análisis técnico y científico de las características bioclimáticas del este territorio, colaborando con entidades públicas o privadas de cara la difusión de los estudios meteorológicos; así como la idea de establecer una red de seguimiento meteorológico permanente en esta área que contribuya a la mejora del conocimiento de comportamiento de su clima.

Así, colabora con la Agencia Estatal de Meteorología, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, el Ayuntamiento de Murcia y ANSE en la creación una red de estaciones meteorológicas en el Parque Regional de El Valle-Carrascoy; con ayuntamientos del Noroeste con el fin de completar la red de seguimiento meteorológico actualmente existente; y también con REDIAM, la Red de Información Ambiental de la Consejeria de Medio Ambiente de Andalucía. Además, realiza diversas actividades con el fin de promover el conocimiento de la meteorología, como talleres para recuperar instrumental o conferencias.

Tienes toda la información en su web.

Recomendaciones

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Sí, ya sabemos que estas recomendaciones -algunas de las cuales han sido apuntadas en el texto- nos suenan a todos. Pero es inevitable que las recojamos aquí, por si pueden servir de algo. Allá van:

- Por supuesto, tal y como se ha indicado, en caso de tormenta con rayos, huye de los árboles solitarios. Lo ideal es agacharse, meter la cabeza entre las piernas y quedarse quietos hasta que pase la tormenta.

- A la hora de agacharse, es conveniente separarse varios metros unos de otros, para que en el caso fatal de que caiga un rayo, solo salga herida una persona y los demás puedan ayudar.

- En estos casos, evita también la cumbre de las montañas. Es habitual que los rayos caigan por allí.

- Ni que decir tiene que te desprendas de los elementos metálicos. No suele ser normal llevar un paraguas al monte (aunque depende de qué zona de estemos hablando), pero suelen ser de metal los recipientes para llevar las bebidas y otros.

- Permanece atento a algunos posibles síntomas: ¿se te ponen los pelos de punta, a ti o a algún compañero? Pues eso está indicando que un rayo está a punto de caer. Ya sabes, toma medidas, pero despacio, no eches nunca a correr.

- Otro síntoma es sentir calambrazos al tocar una pieza metálica. Así, no solo los elementos que tú hayas subido al monte, sino otros como los vértices geodésicos y similares. Esto advierte de que, como se comentaba en el texto, la zona está cargada, lo que aumenta la atracción hacia el rayo.

- La gente más sensible es capaz de oír un ruido sordo, unos crujidos, o sentir como un hormigueo. Hazles caso...

 

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