Electricidad 'renovable': ahora podemos elegir

Hablamos con Antonio Soler, coordinador de Som Energia, cooperativa que abastece de energía certificada

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Cubeta imaginaria explicada por Soler, de donde sale la electricidad que llega a hogares y establecimientos. Datos de enero de 2014 (fuente: Red Eléctrica de España -www.ree.es/es/-).

 

Las cosas están revueltas en el mundo de la energía y, muy en particular, en todo lo concerniente a la electricidad. “La gente está confundida y cabreada”, describe Antonio Soler, experto en fuentes de energía renovables e integrante del grupo permanente sobre Comunicación y Educación frente al Cambio Climático del Centro Nacional de Educación Ambiental (Ceneam).

Confusión y malestar viene generados por varias situaciones. En primer lugar, muchos ciudadanos aún no distinguen de dónde viene su energía eléctrica, y sin información es más difícil elegir. Soler, que es educador ambiental, recurre a una imaginativa comparación para aclararlo: la electricidad que llega a nuestras casas proviene de una piscina imaginaria que se va llenando con caños por los que llega electricidad sucia (centrales de ciclo combinado, carbón, nucleares...) y con caños por los que llega electricidad limpia (solar fotovoltaica, eólica, biomasa...). Y todo se mezcla en la cubeta. Pero “nosotros, como ciudadanos, podemos exigir que nuestra electricidad llegue sólo de los caños limpios. Ahí está nuestra fuerza”, defiende.

Esto es posible porque, desde hace unos tres años, han surgido en el país una serie de entidades que compran de esa cubeta imaginaria solamente electricidad de las fuentes limpias y la venden a sus clientes. Son comercializadoras que aspiran, en conjunto, a alcanzar una gestión energética sostenible y más justa. Las hay en forma de cooperativa (como Som Energia -www.somenergia.coop-, Goiener -www.goiener.com-, Zencer -www.zencer.es-, o EnerPlus -www.enerplus.coop-) o con otras formas empresariales (como Ecooo -www.ecooo.es-, o Gesternova -gesternova.com-).

Para un usuario decidido, el cambio de compañía no es complicado porque no hay que alterar las infraestructuras por las que la electricidad llega a los hogares y a las empresas: son los tendidos eléctricos de siempre. Simplemente hay que llamar a una de estas entidades y solicitarlo. Se tarda apenas unos días. Y si ocurriera que la nueva proveedora entra en problemas y tiene que cerrar, igualmente no le sucede nada al usuario, porque le basta con volver a darse de alta en otra compañía comercializadora. De cara a los productores fotovoltaicos, Soler señala que pueden seguir vendiendo a las grandes compañías habituales si les resulta más cómodo. El precio de venta no va a variar sustancialmente frente a las empresas 'sucias', porque no es ése el fin de estas comercializadoras 'verdes'. Pero como consumidores, lo que se hace al comprar a éstas es 'tirar del caño limpio'.

Y, al 'tirar del caño limpio' se favorecen importantes mejoras. Usar esta electricidad sostenible genera empleo local; juega a favor de la salud ciudadana porque se deja de emitir contaminación; reduce, por eso mismo, los costes derivados de la contaminación; y, además, por cada euro que se invierte en renovables, el país ahorra 1,1 euros en la compra de energía producida fuera, enumera Soler. “Son muchos beneficios ambientales, económicos y sociales”, insiste. A los que se une que, en verano, por ejemplo, “las fotovoltaicas son una bendición, porque descargan energía en el centro del día, cuando el consumo es mayor y el sistema va saturado”, recalca.

 

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Antonio Soler, educador ambiental y coordinador regional de Som Energia, durante una clase.

 

Un caso: Som Energia, mecanismo de cambio

A Soler, su apuesta personal le ha llevado a ser la cabeza visible de la cooperativa Som Energia en la Región de Murcia, entidad que, efectivamente, abastece a los ciudadanos de una energía eléctrica procedente cien por cien de fuentes renovables. Energía 'certificada', la adjetivan. Su electricidad viene de las plantas fotovoltaica y de biogás -ésta recién estrenada- que tiene la cooperativa en propiedad, pero también de las centrales minihidráulicas, minieólicas y otras fotovoltaicas de las empresas a las que compran, porque tienen más demanda de la que producen. En la Región, donde se están dando a conocer desde hace cosa de un año, ya hay cerca de 90 socios, y son casi 13.000 en toda España. Esperan crecer poco a poco y barajan, de cara al futuro, que la energía usada por el consumidor se genere lo más cera posible al punto de consumo.

Pero en Som Energia no pretenden quedarse en “meros vendedores de electricidad, ni vender muchos kilovatios o venderlos más baratos que nadie, por eso nuestros precios son semejantes a los del mercado. Queremos ser un mecanismo de cambio, y como cooperativa tenemos más fuerza para lograrlo, más capacidad de movilización social”, reivindica.

Con esa intención de cambio elevan una de sus más contundentes reclamaciones: una auditoría al sistema energético del país. “Que se estudie lo que cuesta producir cada tipo de energía, lo que cuesta mantener las redes y todos los gastos”, detalla Soler, para, con esos datos, replantear las facturas eléctricas. Esto es necesario, aduce, “porque existe una pésima planificación energética. Las eléctricas invirtieron en centrales de ciclo combinado que no han sido rentables por el crecimiento de las renovables, ya que no esperaban que fuera tan espectacular, y por el precio competitivo que ha alcanzado ya la energía fotovoltaica. Eso ahora hay que pagarlo y todo es un gran negocio”, se queja.

Además -añade otro motivo para la auditoría-, los gobernantes alegan que la tecnología renovable española “es inmadura y no quieren construir aquí, pero esta misma tecnología es la que están llevando a otros países, por ejemplo Iberdrola la está implantando en Sudáfrica... ahí sí funciona”, ironiza el también miembro del Observatorio Regional de Cambio Climático de la Región de Murcia. Y añade: “En España somos líderes en energía termosolar; el 60% de las plantas de todo el mundo están aquí, y hay sitio para más, que no se instalan porque el Estado no quiere, pero se levantan en Brasil, India... Iberdrola es líder mundial en energía eólica, pero no quiere instalar sus plantas aquí porque afectaría a su otro negocio, las plantas eléctricas que funcionan con gas natural”. Y es que “En España hay exceso de capacidad de generar energía eléctrica, y además hay que amortizar otros costes”, resume el experto.

Como consecuencia de ello, lo que ocurre es que, en la Europa continental, España es el país que tiene la electricidad más cara, y en global sólo es superado por dos islas (Malta y Chipre), en cuyo caso la elevación del precio se deriva precisamente de la complejidad que conlleva la insularidad, que no permite las ventajas en ahorro de la economía de escala.

 

Muchas dudas, un cambio lento

Por todas estas razones, hay quienes se están decidiendo ya por el cambio. Ciudadanos y empresas. Las empresas que se asocian a Som Energia, por ejemplo, reciben una pegatina que pueden exponer para que se conozca su decisión. Pero el avance va lento porque “la gente está confundida y cabreada”, contaba Soler al principio del artículo.

LA REGIÓN: ENTRE EL SOL Y EL BIOGÁS 

Además de la energía solar, para fotovoltaica y termosolar, “en la Región de Murcia existe un potencial enorme en biogás”, reivindica Antonio Soler, experto en energía renovable.

El biogás se enmarca en la tecnología de recuperación de energía de la biomasa, que trata de aprovechar la materia orgánica derivada de los residuos sólidos urbanos, las fincas de producción agrícola y ganadera, las empresas derivadas de su transformación o la limpieza y gestión de montes. “Alemania no quiere que haya una granja porcina o vacuna sin aprovechar el biogás”, cuenta, y aunque reconoce que la combustión de este biogás, que es metano, tambien llamado Gas Natural, produce dióxido de carbono, alega que“contamina un tercio de lo que genera el carbón, por ejemplo, y evita la emisión de metano, un gas con efecto invernadero 23 veces superior al CO2”. Entre las energías fósiles, al gas natural lo reivindica como la menos sucia, y rechaza de plano la combustión del petróleo: “estamos haciendo el bobo” porque, entre otras razones, “todos los plásticos de nueva generación provienen del petróleo y ¡lo estamos quemando!”, advierte.

Parte de la confusión viene también del propio Gobierno. Porque los mismos interlocutores que antes decían una cosa, ahora dicen otra. Es el caso del ministro Soria, quien previo a serlo apostaba por el llamado Balance Neto, que consiste en que la energía que genera un productor se pueda vender a la red al mismo precio al que luego la compre a la misma red. Pero Soria, una vez llegado al Ministerio, “dijo que de Balance Neto, nada”, recuerda Soler. Al respecto, los ciudadanos han quedado a expensas de que se termine de aprobar la legislación que ordene el asunto. Por el momento, estámos a la espera de que entre en vigor el Real Decreto-Ley 9/2013, que impone un “registro de autoconsumo” a los autoproductores que debe terminar de regularse por un Reglamento del que sólo existe un borrador. Igualmente, este Real Decreto-Ley tiene otras indicaciones para cuyo cumplimiento cita futuras normas que tampoco existen por ahora, si bien el Proyecto de Ley del Sector Eléctrico se encuentra en trámite parlamentario (no aprobado). De esta manera, la situación es tal que en tanto que no se apruebe esta normativa, la producción para autoconsumo es viable; pero dejará de serlo en cuanto tenga lugar esa aprobación. En ese momento, el llamado Peaje de Respaldo -una tasa que el autoconsumidor pagará por producir la electricidad, aunque sea para su propio consumo y siempre que siga conectado a la red general- supondrá un gravamen tan grande que encarecerá mucho su inversión económica, hará que se necesiten unos ocho años para recuperar la inversión -cuando hasta ahora han sido cuatro o cinco años-, y conseguirá “desincentivar el autoconsumo, porque, además, no busca compensar ningún coste, grava para que la gente no se sume”, lamenta el experto.

Asimismo, según esta futura legislación, este autoconsumidor, cuando tenga que echar mano de la red y comprar electricidad porque con su producción no le sea suficiente -de noche o inviernos, pongamos por caso-, deberá pagar otra tasa, el Peaje de Acceso a las Redes, que se determinará una vez calculada la “diferencia entre la energía vertida y la consumida”. Medida que, siendo discutible -“las instalaciones ya las estamos pagando todos en las facturas”, rechaza Soler- no sería tan grave si no fuera porque la ley establece que la energía que deje en la red un autoconsumidor -cuando le sobra, ya que no la puede almacenar en casa- “no podrá llevar aparejada contraprestación económica”. Muy lejos del Balance Neto.

Por último, los ciudadanos están confundidos y molestos también porque las leyes cambian con efectos retroactivos. Es el conocido caso de las primas que beneficiaban a los productores y que se prometieron por largos años; pero que finalmente se han cortado y recortado de manera que tumban todos los cálculos financieros hechos a largo plazo.

Y todo ello deja al ciudadano a la espera. Unos dudan y otros quieren pero no pueden. “En la Región hay 2.000 megavatios de energía fotovoltaica esperando autorización para conectarse y vender sin necesidad de subvención”, apunta el coordinador regional de Som Energia. Pero el Gobierno ya no da licencias para aperturas de nuevas instalaciones solares. Seguramente quede aún un largo camino que pase por ajustes legislativos e incluso movimientos sociales, y también por charlas, cursos, divulgación, difusión y demás alternativas para dar a conocer a los ciudadanos que, ahora, pueden elegir que la electricidad que llegue a sus casas sea cien por cien renovable, y que esa elección no es un gesto menor.

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.

Tu grupo local de Som Energia

Dos personas son suficientes para crear un Grupo Local de Som Energia, cuyo objetivo es, básicamente, difundir la existencia de la cooperativa y los beneficios de ser consumidores de una energía renovable. Para ello, es recomendable poseer una mínima formación sobre el sistema energético, el funcionamiento de la energía elétrica y otras fuentes de energía y temas relacionados; aunque la cooperativa es ya de por sí una buena fuente de información. Ya existen los grupos locales de Murcia capital y de Cartagena, pero desde la entidad regional se vería con buenos ojos que surgieran otros grupos, por ejemplo, en Lorca-Águilas, el Noroeste, el Altiplano, o en el Mar Menor. Quien esté interesado, no tiene más que ponerse en contaco con ellos en el correo murcia@somenergia.com.

Desolbedencia: contra el peaje al sol

Som Energia y otras entidades han diseñado una campaña que anima a la 'Desolbediencia' contra el “peaje para hacer un uso del sol”, y que se pondrá en marcha si se aprueba la propuesta de regulación de la autoproducción. Una de las quejas a esta ley radica en que, para poder generar, aunque sea una pequeña parte del autoconsumo, obliga al productor a “pasar por una tramitación administrativa compleja y absurda”, como dicen en su web (http://www.somenergia.coop/es/autoproduccion-solar). La multa por no cumplir el requisito de darse de alta en el registro, produciendo autoconsumo y conectándose puntualmente a la red, se eleva hasta los 60 millones de euros... “Llega incluso a plantear un peaje por la energía que nunca saldrá a la red.Y con la plena conciencia de que hacer pagar por el uso libre del sol es una injusticia, redondea el freno a la autoproducción estableciendo sanciones para quienes se planteen desobedecer a esta injusta reforma”, se quejan en su portal.

La idea es también reivindicar la necesidad del llamado 'Balance Neto', es decir, que la energía que un productor -con su panel solar doméstico, por ejemplo- cede a la red, pueda recomprarla al mismo precio; cosa que la nueva ley no permitiría. Muy al contrario, esta ley establece que quien instale una placa solar en su casa para su autoconsumo pero siga, en momentos, utilizando a su compañía eléctrica habitual para abastecerse cuando su placa no sea suficiente, si inclumple con el registro y las tasas, pueda ser sancionado con una multa de hasta 60 millones de euros, “algo totalmente desproporcionado que te equipara a una nuclear soltando radioactividad a la atmósfera”, se queja, .
Como primera medida, la cooperativa ofrece un kit de autoconsumo a precio rebajado, con la intención de “no regalar kilovatios a la red”. Con este equipo se pueden reducir los consumos de los cuatro o cinco electrodomésticos habituales de las viviendas en las horas con sol.

Toda la info de esta campaña está en: http://desolbediencia.org/.

Por fuera de ella, hay otras inciativas de autoconsumo. Incluso se comercializan kits con batería para descontectarse totalmente de la red, pero Soler no lo recomienda: las baterías, aunque han mejorado, todavía son algo grandes y no parecen apropiadas para los habituales pisos de ciudad. Otra cosa es en viviendas con amplios terrenos, y aun así defiende que “la batería tiene que ser la red ya existente”. Y por ideas no será, porque en el Reino Unido venden ya un kit de energía minieólica para colocar en el balcón...