El episodio de mortandad obliga a paralizar el estudio sobre el caballito de mar del Mar Menor

La Asociación Hippocampus analiza el estado de las poblaciones de esta especie emblemática desde 2011

 QUÉ HACER SI TE ENCUENTRAS UN CABALLITO DE MAR EN MAL ESTADO

Llamar al Centro de Recuperación de Fauna de El Valle: 968 177 500.

     Los agentes medioambientales los recogen y los llevan al Acuario de la Universidad de Murcia. Fuentes del mismo señalan que ya han recuperado un caballito y una aguja mula (Sygnatus typhle), así como cientos de peces pipa de rayas negras (Sygnatus abaster).

     Además, desde la Asociación Hippocampus indican que, si puede asegurarse que en la zona no hay anoxia, se coja al pez de la orilla y se lleve a un sitio más profundo, que tenga pradera y donde esté tranquilo; y no tratar de llevárselo a casa.

La Asociación Hippocampus, que lleva analizando el estado de las poblaciones de caballito de mar del Mar Menor desde el año 2011, "no ha tenido más remedio que detener su estudio a raíz del último episodio de mortandad que ha sufrido la laguna", señala en las redes sociales. De esta forma, da por concluida una campaña "que no va a tener la robustez de ediciones anteriores" y lo hace a causa de una situación que ha supuesto "un duro golpe para una especie emblemática de este ecosistema", lamenta su presidenta, Cristina Mena.

Los motivos que han llevado a esta decisión, además del mal estado de visibilidad de las aguas, explica Mena, es que los nuevos datos no tendrían validez en el estudio, dado que las condiciones de la laguna han cambiado totalmente. Unas condiciones que Mena ha sentido de forma rotunda: "Me atrevo a decir que ha habido en general más mortalidad de especies que con la DANA de 2019, ya que aquella duró sólo un día y ésta lleva ya siete u ocho jornadas. Hoy mismo tenemos noticias del hallazgo de más peces muertos", detalla la bióloga.

Ya el año no se presentaba especialmente bueno para una especie que está sufriendo una notoria regresión. Así, explica, en las doce salidas que han podido realizar este año -cada una incluye varios censos- sólo han detectado cinco ejemplares, lo que es mucho frente al único individuo que observaron el pasado ejercicio en sus 26 inmersiones -y que habla de un tamaño estimado para la población de 1.347 ejemplares-, pero un número muy bajo en relación a años anteriores, y a años luz de la década de los 80, cuando la población contaba con millones de ejemplares.

Vida en el fondo... anóxico

El momento también es clave para la especie. Los juveniles que nacieron entre mayo y junio -y que en principio viven en la columna de agua- ya han crecido, y ahora mismo están en un fase bentónica, es decir, pegados al suelo. Allí les gusta vivir aferrados a algas, ramitas, rocas o redes, y suelen ser fieles a su hábitat. Pero el fondo marino ha sufrido la anoxia de forma importante. En concreto, cuatro de los cinco ejemplares detectados estaban en los fondos de Los Nietos, en el sur de la cubeta, "donde ha habido toma de muestras de oxígeno 0", recuerda Mena, quien recalca que con el 55% de oxígeno ya los animales presentan estrés, y con el 35% hay mortalidad, "así que imagina lo que ocurre con niveles de 0". Además, esta anoxia ha repercutido en otras especies, como en invertebrados, que son fuente de alimentación del caballito de mar. "No digo que haya desaparecido del todo, pero sí que ha sido un duro golpe", concluye.

Así que para Mena, que lleva once años en la presidencia de la entidad, el futuro de la especie se presenta "muy poco halagüeño". "No me atrevo a decir que vaya a desaparecer porque en ecología marina es muy difícil dar una especie por extinta", aclara, a lo que asimismo suma la existencia del proyecto del Acuario de la Universidad de Murcia, llamado Arca de Noé, que mantiene una población en cautividad y que podría servir para repoblar la laguna llegado el caso, "pero si las condiciones siguen siendo tan nefastas, pueden mermar el éxito de una reintroducción", advierte.

La pérdida del caballito de mar del Mar Menor (Hippocampus guttulatus) redunda en la pérdida de singularidad de la albufera, "que cuenta con especies como ésta, que es el emblema del Mar Menor, y que es una especie paraguas porque refleja fielmente lo que ocurre en la laguna. Su pérdida sería también una disminución de la biodiversidad y hasta se podría perder un atractivo turístico", avisa Mena.

El estudio que lleva adelante la Asociación Hippocampus, que se inició en el 2011, es el primero que ha respondido a la pregunta de cómo se encontraba la población de este singular pez, no hace mucho tan común en las aguas de nuestra laguna litoral. Ahora, la cuarta fase del estudio -tras la eutrofización de 2016 y la DANA de 2019- ha quedado suspendida. "La nueva agresión a nuestro patrimonio obliga a esperar a que la situación se estabilice para volver a empezar", dicen. Volverán a la carga el próximo año, "si las condiciones mejoran, aunque no sé lo que pueda pasar...", deja caer Cristina Mena.

   

Imágenes 1, 2 (despiece) y 4: ejemplares de caballito de mar. Imagen 3: estado de las aguas que ha impedido la realización de los censos. NOTA: Todas las imágenes, cortesía de la Asociación Hippocampus. 

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.