II plantación

El Bosque para la Salud de La Arrixaca enraíza y se expande

"Proteger la salud y proteger el medio ambiente es indisoluble e inseparable”, señala el doctor Ortega, impulsor de esta iniciativa

juan_antonio_ortega_ii_bosque_salud_arriEl Parque Regional de El Valle y Carrascoy se convirtió ayer, durante unas horas, en un estimulante ir y venir de azadas, cubos de colores llenos de agua, niños trastabillando, madres, padres, bebés en brazos, alegría y muchos, decenas, centenares de plantones de árboles listos para tomar tierra y dar forma así a la segunda plantación del Bosque para la Salud de La Arrixaca. Se trata de una iniciativa del doctor Juan Antonio Ortega García que busca vincular a cada recién nacido en el centro hospilario con un árbol y promover ya desde el inicio de la vida una relación con la naturaleza que, según numerosos estudios científicos, reporta beneficios para el ser humano.

“La Arrixaca es un hospital enorme que tiene varios TAC, resonancia magnéticas, piscina, hospitales de rehabilitación, y hoy también tiene un bosque para la salud al que en el futuro, estoy convencido, recurrirán pacientes con enfermedades crónicas en la infancia y la vida adulta. La madre naturaleza ha demostrado con evidencias suficientes y consistentes que les hace ganar bienestar, mejorar los indicadores bioquímicos y analíticos, robustece la salud, ahorra gasto farmacéutico y hace más felices a las sociedades”, defiende Ortega. Y además, razona que “necesitamos que los niños se conecten desde bien pequeños con la madre naturaleza para poder pedirles con responsabilidad las decisiones que como especie tendremos que tomar en los próximos años”.

Para ello, a lo largo del año, todos los bebés nacidos en el hospital reciben su árbol-hermano, que las familias tienen que cuidar hasta esta fecha, en la que se dan cita en una gran fiesta para plantar todos juntos su ejemplar y formar un gran bosque. A primera hora, el paraje de Los Pájaros estaba ya bien acotado, dispuesto a recibir a los visitantes que se repartían entre ambas manos la azada, el plantón, el cubo de agua y, cómo no, a los pequeños de la familia. Quienes no traían su plantón de casa podían hacerse con uno en la caseta levantada a la entrada. Y este año, además de pino, podían tocar en suerte aladiernos, palmito o mirtos, por ejemplo.

pino_delante_gente_detras_ecv_pq.jpgEl doctor Ortega García había tenido guardia la víspera en La Arrixaca. Afortunadamente, pudo dormir algo, de manera que amaneció con fuerzas para sobrellevar la agitada mañana que le esperaba –la ilusión es también un poderoso empuje- y subió enfundado aún en su bata blanca de pediatra. Padres, madres, amigos, profesionales y ciudadanos seducidos por a la iniciativa se acercaban a saludarlo mientras se paseaba por el recinto. “La actividad está más consolidada y empieza a entenderse que forma parte de la agenda de la sociedad y de los profesionales”, apuntaba satisfecho a la vuelta de su paseo. “Para la gente ya es como un ritual. Es un acto en que la parte emocional de las familias, la que nos conecta con la madre naturaleza, emerge con fuerza. Veo la mirada de padres y madres hacia sus hijos, unidos a ese árbol, y noto que es un gesto de una fuerza increíble. Nos recupera esa esencia del ser humano que está dentro de nosotros y que tenemos necesariamente que reconectar”, describe.

dos_alcorques_ecv_pq.pngAdemás, considera que ésta es “una actividad transgeneracional. A los padres y madres nos hace recuperar algo que nunca debimos perder, y para los niños es la oportunidad de nacer y desde el día cero conectarse con la madre naturaleza”, apunta el responsable de la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica de La Arrixaca.

Algo parecido recordaba Adela Martínez-Cachá, consejera de Agricultura y Agua. “Yo he tenido dos niños, los dos en La Arrixaca, por eso conocía al doctor de antes, y este contacto con la naturaleza es una filosofía de vida. Cuando tenemos un hijo muchas cosas se remueven dentro de nosotros y el que tu hijo también esté conectado a la naturaleza crea vínculos muy especiales”. La consejera disfrutó de la cita de ayer, a la que describió como “una de las actividades más especiales que desde la Consejería se está impulsando en colaboración con la Consejería de Sanidad. El que cada niño que nace en La Arrixaca pueda tener la posibilidad de que sus padres planten un árbol por él y hacer ese seguimiento de saber cuál es el árbol; la unión del nacimiento de la vida –por los pequeños plantones- y el nacimiento también a la vida de esos niños me parece un detalle muy bonito, y la unión a la naturaleza, a su entorno, en un espacio tan especial para los murcianos como es El Valle, hace que haya muchos aspectos muy especiales en este proyecto”. 

Según numerosos estudios científicos, el contacto con la naturaleza reporta beneficios para el ser humano: mejora el bienestar y los indicadores bioquímicos y analíticos, robustece la salud, ahorra gasto farmacéutico y hace más felices a las sociedades.

Pero al doctor no le basta con este bosque que se está consolidando y que es pionero en España. “Queremos que cada niño y niña murciana nazca y crezca vinculado a un árbol. Eso supone que cada una de las cinco maternidades que hay en la Región tenga un bosque vinculado. En Cartagena, que tiene una maternidad muy importante, hicimos una experiencia piloto el año pasado en la Semana Verde. Siempre primero pilotamos, sopesamos la respuesta de la sociedad y los profesionales, para al año siguiente lanzarnos a realizarlo. Yo creo que este año estamos en disposición de poder extender de forma más consolidada el proyecto a Cartagena -el Área II- y también al área de Los Arcos del Mar Menor. Serían así ya tres maternidades de cinco”, repasa el pediatra, quien añade que “habrá que seguir trabajando porque creo que merece la pena. Es un proyecto muy bonico que une a dos Consejerías. Cuando estaba viendo a las dos consejeras, de Salud - Encarna Guillén Navarro- y de Medio Ambiente, trabajando juntas para construir salud y bienestar y un entorno más saludable, poniendo su arbolito, a mí me daba mucha alegría, porque es el símbolo de la sociedad a la que caminamos. Proteger la salud y proteger el medio ambiente es indisoluble e inseparable”, sostiene rotundo.

La idea de los bosques vinculados a hospitales, pionera en la Región de Murcia, se está extendiendo a las comunidades limítrofes, como Albacete, Alicante y Almería, y está llegando también a Cataluña.

Y también ha sembrado su semilla -o su particular plantón- fuera de la Región de Murcia. Así, sabe que en Albacete, Alicante y Almería ya están empezando a pilotar experiencias de este tipo. “Nosotros enviamos una propuesta como Hospital Optimista -un galardón que han recibido por esta iniciativa-, y eso permitió dar visibilidad al programa en áreas y hospitales de las provincias limítrofes. En Elche parece que van a plantar palmeras, y en otras zonas otras especies intentando adaptarlo a las plantas autóctonas de cada comarca. Y en Cataluña hace un par de semanas, hablando con responsables sanitarios y de instituciones catalanas, me han dicho que allí lo van a llamar Plantem Salut, y es un proyecto exactamente igual, de hecho hemos exportado la metodología y nos han pedido el consentimiento para poder hacerlo, que se lo agradezco muchísimo. Gracias a ello, los niños y niñas de la Comunidad Catalana van a empezar a vivir experiencias de este tipo”, avanza satisfecho, para concluir que “necesitamos reconectar con urgencia la infancia de nuestra nación a la madre naturaleza”.

sergio_lopez_entrega_plantita_y_dos_moniAquí, en El Valle, también se ha optado por apostar por las especies autóctonas. De hecho, el año pasado solo se plantó pino carrasco. “La gente venía con su pino, que lo había mantenido en casa, y nosotros trajimos también pinos del vivero de El Valle. Pero a lo largo del año hemos sufrido bastante bajas, el verano  ha sido muy seco. Así que éste se ha diversificado con espino negro, aladierno, palmito, mirto... arbustos de sotobosque, y así se varía y se ponen especies autóctonas, que también aumentan las probabilidades de éxito”, contaba Sergio López Marín, técnico del equipo de Gestión del PR del El Valle y Carrascoy, entre entrega y entrega, junto a sus compañeros, de plantones a las visitas que se acercaban a la caseta de entrada.

Y al visitante no se le deja solo. Antonio Ruiz Frutos, director técnico de los Servicios de Atención al Visitante de la Región de Murcia, contaba cómo habían estado preparando los hoyos, retirando los ejemplares secos y acondicionando sus alcorques, y cómo iban dando indicaciones a las visitas de dónde y cómo plantar para tener éxito. El año pasado habían preparado unos 150 hoyos y luego hubo que abrir más porque acudieron unas 300 familias con más de 500 visitantes, recuerda. Además, al hilo de la diversidad de especies, desde el departamento –que también nutre todas las semanas al Servicio de Pediatría de La Arrixaca con 120 nuevos plantones- se encargaban ayer de difundir el punto de vista de que el bosque no se puede hacer solo con pinos y que hay arbustos y otros árboles que también son bosque.

Así, sobre la mesa mostrador y repartidos por el suelo había unos 300 ejemplares de distintas especies, que se sumaron a los que muchos ciudadanos traían de su casa. “Y los traen bastante bien cuidados y vivos”, afirmaban los técnicos del equipo de Gestión del PR del El Valle y Carrascoy, recalcando así el interés de los participantes en la iniciativa. Después, durante el año, hacen un seguimiento, principalmente una supervisión con algún riego de socorro este verano. Pero saben también de familias que han subido bastante a menudo a regar, e incluso se han hecho su alcorque de madera o piedra, o lo han cubierto con corteza y lo han cuidado, y así se han asegurado de que su árbol-hermano está vivo.

No en vano ayer, en El Valle, algunos distinguían su árbol familiar con un alcorque en forma de corazón o con algún detalle personal, mientras los agentes medioambientales, protección civil y otros profesionales observaban el deambular de los visitantes, despejaban dudas o llenaban solícitos los cubos de agua de los pequeños. “La gente se va emocionada, es una experiencia muy bonita. Vienen el padre, la madre y el hermano mayor, que a veces se entera más que el pequeño, y les oyes muchos comentarios” apuntaba Antonio Ruiz Frutos.

En lo personal, con estas actividades, el doctor Ortega dice tener “la sensación de estar recuperando lo que ha sido la trayectoria vital. Yo me he sentido vinculado a la madre naturaleza desde bien pequeño, recuerdo jugar en las plazas y en los parques de mi pueblo, trabajar en los campos ayudando a la familia, yo llevo plantado árboles toda mi vida, eso es algo que me hace sentir satisfecho…”.

Así que ya se ha puesto manos a la obra a preparar la plantación del próximo año “porque es un continuo. Esta mañana he visto a los celadores cómo preparaban sus arbolicos para entregarlos en las altas de la Maternidad, y ésos ya entrarán en la repoblación del año que viene. Estoy convencido de que estos niños y niñas plantarán árboles en el futuro y no sabrán por qué, pero la vacuna se la hemos puesto hoy aquí”, exponía ayer.

Puede leer cómo transcurrió la plantación el año pasado, en nuestro reportaje (pinche aquí).

El año pasado, con un horario más limitado, se agolpó más gente en menos lapso de tiempo. Este año ha sido un discurrir de visitas a lo largo de toda la mañana. El cierre estaba previsto para las 13:00 h, pero media hora más tarde aún aparecía alguna familia más con su bebé y su plantón. Ya casi no quedaba nadie. No importaba, había que plantar el árbol-hermano. La iniciativa ya ha enraizado.

 

 

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.