Descubren que todos los búhos europeos son fluorescentes a la luz ultravioleta, incluido el búho nival

Imagen, con su explicación, extraída del estudio. Cortesía de los autores.

Un nuevo estudio ha determinado que el búho nival es fluorescente a la luz ultravioleta, de modo que con este hallazgo se suma a la lista el último integrante de este grupo de avifauna del viejo continente y hace que sea posible afirmar que todos los búhos europeos presentan esta curiosa capacidad.

El análisis se ha realizado con ejemplares vivos, muertos en atropellos y procedentes de taxidermia en varias instituciones de Letonia, entre ellas el Zoológico de Riga, en el que se desempeña como científico principal el doctor en Biología Alessandro Di Marzio, quien defendió su tesis en la Universidad de Murcia, y que es uno de los firmantes del trabajo junto a otros colegas. De su investigación se concluye que “la fluorescencia puede considerarse un fenómeno común en los búhos, independientemente de su rango de distribución”, señalan los investigadores.

“Empezamos las observaciones con los búhos nivales, a pesar de que eran considerados no fluorescentes, en una tarde noche de invierno. Obscuridad absoluta, una capa gruesa de nieve y -15°C. Pese al frío, quedamos mucho tiempo observando la pareja reproductora de búho nival del Riga Zoo que, volando, nos mostraba una fluorescencia rosada. En ese momento entendimos que había material para una buena publicación científica”, recuerda el doctor Di Marzio, quien es también veterinario.

“Descubrir la fluorescencia en los búhos nivales (Bubo scandiacus), la única especie que anteriormente se consideraba no fluorescente, es particularmente valioso”, recalcan los autores en su artículo científico, en el que detallan que “nuestros hallazgos avanzan en el conocimiento sobre la fluorescencia en los búhos”.

LOS 13 BÚHOS EUROPEOS:

 

- Autillo europeo (Otus scops).

- Búho campestre, lechuza campestre, lechuzón de pajonal o nuco (Asio flammeus).

- Búho chico (Asio otus).

- Búho nival (Bubo scandiacus).

- Búho real (Bubo bubo).

- Cárabo común (Strix aluco).

- Cárabo gavilán, también denominado lechuza gavilana y búho gavilán (Surnia ulula).

- Cárabo lapón (Strix nebulosa).

- Cárabo uralense (Strix uralensis).

- Lechuza común (Tyto alba), también denominada lechuza de campanario o lechuza blanca.

- Mochuelo alpino o mochuelo chico (Glaucidium passerinum).

- Mochuelo boreal o lechuza de Tengmalm (Aegolius funereus).

- Mochuelo europeo o mochuelo común (Athene noctua).

Para este trabajo, realizaron un análisis de espectrometría de luminiscencia con el fin de probar la existencia de fluorescencia ultravioleta. El análisis ahondó en su distribución en diferentes áreas del cuerpo y de las plumas de los búhos, encontrando similitudes entre las especies; y puesto que también documentaron a las aves durante sus distintas actividades, evaluando asimismo el paisaje ocupado, el nido, tipo de vida y período de actividad, pudieron detectar algunas diferencias relacionadas con el color del plumaje.

Así, la distribución de la fluorescencia en el cuerpo y las plumas del búho puede verse afectada por el fotoblanqueo -destrucción fotoquímica de una sustancia que causa fluorescencia-, observándose luminosidades más bajas (hasta la completa desaparición) en las áreas del cuerpo y las plumas expuestas a la luz solar (el disco facial y parte posterior de la cabeza). Hallaron también, por ejemplo, que la parte ventral de una pluma (orientada hacia el cuerpo) era más fluorescente que la dorsal.

La distribución de la fluorescencia en el cuerpo y las plumas del búho asimismo explica por qué, durante las observaciones de aves activas, se detectó principalmente durante las fases de vuelo, preparación para el vuelo (cuando el animal adopta una posición de 45° con respecto a su base de apoyo) y acicalamiento/inflado del plumaje. Durante esas actividades, el plumaje menos expuesto a la luz, y por lo tanto menos sujeto al fotoblanqueo, se vuelve visible.

Dura más cuanto más al norte

Por su parte, el hallazgo de que la fluorescencia puede durar más en los animales que viven en las zonas del norte podría ser una indicación de que la fluorescencia también se puede observar en otras especies de búhos (por ejemplo, especies neotropicales).

Además, en el análisis de los ejemplares de taxidermia, se encontró una mayor fluorescencia en especímenes de museo de 1 año, frente a los más antiguos.

La evidencia de que diferentes longitudes de onda (dentro del espectro de la luz solar) pueden estimular determinados compuestos, produciendo fluorescencia, podría tener implicaciones importantes para los estudios de posibles asociaciones entre las funciones biológicas de los búhos y la fluorescencia. Por lo tanto, para los investigadores “valdría la pena examinar si la señal producida por la fluorescencia y la señal de reflexión de la luz son complementarias, exclusivas o alternativas, y a qué especies se aplicarían estas funciones. Todo este conocimiento podría ser importante en la comprensión de la etología de los búhos, necesaria para facilitar su conservación”.

Al respecto, ya se conocía que los búhos inflan su plumaje y/o muestran partes del cuerpo fluorescentes durante el comportamiento de comunicación intraespecie (vientre, flanco, axilas, coberteras del ala, rémiges), el cortejo, apareamiento y caza. Muchos de los estudios anteriores sugieren que el reflejo de la luz en el plumaje está asociado con la comunicación y la caza entre especies.

“Empezamos la investigación a final de 2019, un momento en que se publicaron varios estudios sobre la fluorescencia a nivel internacional. Sabíamos que en algunas especies de búhos se había detectado la presencia de fluorescencia, pero faltaba un estudio sistemático de todas las especies, y por esta falta de información decidimos ir por este camino. Tuvimos la posibilidad de testar las 13 especies de búhos europeos gracias a la colección del Museo de Historia Natural de Letonia, algunas presentes sólo con un par de ejemplares. Ahora puedo decir que tuvimos suerte, en estos casos, de que las pocas muestras siguiesen manteniendo la fluorescencia, considerando que es relativamente común el fenómeno de fotoblanqueo en las taxidermias”, concluye Alessandro Di Marzio.

También en invertebrados y mamíferos

El artículo repasa cómo la fluorescencia inducida por la luz ultravioleta se ha observado en muchos animales, desde invertebrados hasta mamíferos, gracias a la presencia de los fluoróforos, los compuestos químicos responsables de la fluorescencia.

Uno de estos fluoróforos, denominado porfirina, es una sustancia extendida en la naturaleza que confiere un color marrón y produce una fluorescencia rojo-naranja. Así que muchos animales marrones rojizos (particularmente especies nocturnas) son capaces de ser fluorescentes por la presencia de porfirina en el pelaje/plumaje. Esto es lo que ocurre en las plumas de las aves en estudio. Así, se halló que las 13 especies de búho que viven en Europa tienen la capacidad de "brillar" con la luz UV, y se ha realizado el nuevo descubrimiento de que la fluorescencia también está presente en el búho nival, contrariamente a lo reportado anteriormente.

En esta línea de estudio, otros investigadores han desarrollado una técnica de clasificación de la edad de los búhos basada en la fluorescencia roja de las rémiges, causada por esta porfirina. Esto se debe a que los fluoróforos, como otros compuestos e incluso los contaminantes ambientales, sólo pueden depositarse en las plumas durante la fase de crecimiento. Una vez que se completa el crecimiento de la pluma, se interrumpe la conexión vascular con el organismo y las plumas almacenan estos compuestos de manera estable y duradera.

El trabajo, liderado por el equipo científico del Riga Zoo en colaboración con el ornitólogo leton Andris Avotins, el Instituto de Física del Estado Sólido de la Universidad de Letonia y con el apoyo del Museo de Historia Natural de Letonia, se ha publicado en la revista Annales Zoologici Fennici, con el título del ‘Fluorescence in European owls’, y está firmado por Alessandro Di Marzio, Andris Avo tis, Meldra Kemera, Rebeka Skerstina y Gabriele Di Marzio.

   

Relación de imágenes, después de la captura superior:

1: Alessandro de Marzio estudiando una taxidermia de buho real (Bubo bubo). Fotografía de Evelina Puzo, Riga Zoo.

2: Fluorescencia en mochuelo chico (Glaucidium passerinum) atropellado. Fotografía de Alessandro di Marzio, Riga Zoo.

3: Estudio de la fluorescencia en buho nival (Bubo scandiacus), en el que se aprecia la función del filtro amarillo, necesario para este tipo de estudio. Fotografía de Evelina Puzo, Riga Zoo.

4: Fluorescencia en taxidermia de lechuza campestre (Asio flammeus). Fotografía de Alessandro di Marzio, Riga Zoo.

5: Fluorescencia en taxidermia de cárabo gavilán (Surnia ulula). Fotografía de Alessandro di Marzio, Riga Zoo.

 

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.