Científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales
Describen un nuevo molusco que crea arrecifes en las costas de la Región
Científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) acaban de describir una nueva especie de molusco que crea microarrecifes en el Mediterráneo. La descripción llega tras haberla reconocido principalmente en Cabo de Palos (Región de Murcia), que se convierte así en lo que se conoce como su localidad tipo o de referencia, tal y como se indica en la página web del MNCN.
La nueva especie, llamada Dendropoma lebeche, solo se encuentra en las áreas más cálidas del Mediterráneo y presenta una biología reproductora muy interesante.
Hasta ahora no había sido descrita formalmente. En el trabajo, publicado en la revista Mediterranean Marine Sicience, se describe la morfología, anatomía y biología de esta especie, así como las de la especie con la que se venía confundiendo, Dendropoma petraeum, cuya distribución se restringe a las costas de Sicilia, Malta y a algunos otros puntos de las costas del Tirreno, y que hasta hace poco aglutinaba a varias especies crípticas (es decir, morfológicamente iguales pero que se diferencian genéticamente).
José Templado, doctor en Biología y uno de los autores del trabajo, cuenta que han venido estudiando esta especie "desde hace años en Cabo de Palos, aunque también se han realizado diversas observaciones en otras localidades repartidas por su área de distribución", que se extiende en España desde el Delta del Ebro hasta las costas de Cádiz, incluyendo las Islas baleares, las Columbretes y la Isla de Alborán, y en el norte de África desde las costas atlánticas de Marruecos hasta Túnez. En lo que respecta a Cabo de Palos, Templado detalla que "en la bahía donde se encuentra la bocana del puerto es muy abundante y las bioconstrucciones a las que da lugar presentan morfologías muy variadas. Realmente este enclave es muy representativo para la especie", y añade que en las costas de la Región también se encuentra muy bien representada en el tramo que va desde Puntas de Calnegre hasta Cabo Cope.
Este molusco filtra el agua del mar y forma bioconstrucciones muy resistentes que sirven de hábitat para otras especies, protegen la línea de costa y ayudan a determinar las variaciones del nivel del mar ocurridas en los últimos ocho milenios.
Dendropoma lebeche es una especie gregaria que forma grandes colonias de individuos adheridos entre sí y compactados por algas calcáreas creando estructuras de formas diversas, como crestas, rebordes, mamelones e incluso microarrecifes que bordean las plataformas rocosas litorales. "Estas bioconstrucciones, que pueden alcanzar hasta 30 cm de grosor, son muy resistentes y llegan a perdurar miles de años protegiendo la línea de costa de la erosión marina", explica el investigador del MNCN.
Además, las colonias se sitúan en la zona de vaivén marino, coincidiendo con el nivel medio del mar, por eso son excelentes paleo-indicadores de las variaciones recientes del nivel del mar producidos por cambios climáticos o movimientos tectónicos de la línea de costa. Asimismo, "estas estructuras tienden a aumentar la complejidad de la franja litoral creando pozas de marea que facilitan el desarrollo de nuevos hábitats que contribuyen a aumentar la biodiversidad allí donde se encuentran", apunta Templado.
Esta ubicación es una de las causas por las que Dendropoma lebeche está incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, ya que "al vivir justo en el nivel medio del mar se ve muy afectada por cualquier tipo de contaminación costera. Por otro lado el aumento del nivel del mar provoca que sean cubiertos por algas y que el arrecife acabe muriendo. De hecho parte de los arrecifes de esta especie están parcialmente o totalmente muertos. Aunque tienen la consistencia de una roca, y de hecho muchas veces los pisamos, sería bueno ser conscientes de su presencia y evitar causarles cualquier tipo de daño", explica el experto, que realizó su tesis doctoral sobre los moluscos que viven en las praderas de Posidonia en Cabo de Palos.
El trabajo parte de una investigación realizada hace unos años que les permitió descubrir, mediante un estudio genético, que lo que se pensaba que era una sola especie, Dendropoma petraeum, repartida por toda el área mediterránea e incluida en las listas de especies amenazadas, eran en realidad cuatro especies crípticas (especies morfológicamente iguales pero que se diferencian genéticamente) distribuidas en diferentes subcuencas de este mar.
Ello llevó a diferenciar a este curioso gasterópodo marino, que presenta varias singularidades, como el hecho de que se fija al sustrato a través de una concha en forma de tubo irregular, en lugar del habitual caparazón enrollado en espiral.
Y no es su única particularidad. Los investigadores del MNCN apuntan que la nueva especie es la única cuyas hembras incuban un elevado número de cápsulas ovígeras que contienen un solo huevo, frente a las otras tres, que incuban pocas cápsulas con un número variable de huevos en su interior. Para Templado, esta biología reproductora es muy interesante. "Las hembras incuban entre 60 y 90 huevos de los que ya eclosionan pequeños caracolitos que reptan durante unas horas hasta que fijan su concha al sustrato, normalmente sobre el mismo arrecife del que proceden. Lo normal en los moluscos es producir un número muy elevado de pequeños huevos (que expulsan al medio o fijan al sustrato) de los que eclosionan larvas nadadoras", describe.
En un trabajo publicado con anterioridad comprobaron que, o bien las tasas de evolución del ADN en estas especies eran muy superiores a las estimadas en la mayoría de los moluscos, o este grupo de especies sobrevivió a la Crisis del Messiniense, cuando hace 6 millones de años el Mediterráneo se secó casi por completo. "La hipótesis que manejamos actualmente es que, a diferencia de las otras especies del complejo, Dendropoma lebeche probablemente colonizó la cuenca mediterránea a partir de las aguas atlánticas que entraron a través del Estrecho de Gibraltar en una época posterior y que volvieron a darle al Mediterráneo su carácter marino. De hecho se han encontrado fósiles de estas bioconstrucciones en las islas Canarias que se remontan al último periodo interglacial", recuerda el investigador del MNCN.
Templado, que es natural de Madrid pero de origen murciano (padre era de Abarán y madre de Cieza), cuenta que la familia siempre ha veraneado en Cabo de Palos y "ahí surgió mi afición al mar y a la biología marina", y de acuerdo con los otros dos investigadores, (A. Richter y M. Calvo), decidieron nombrar a la especie como el viento del suroeste predominante en la zona, el lebeche.
Los ejemplares tipo, es decir los que han servido de referencia para describir la especie, están depositados en la colección de malacología del MNCN. "Otros ejemplares se han enviado a la Smithsonian Institution, de Washington, al Museo de Historia Natural de Chicago y al Museo Nacional de Historia Natural de París, instituciones con las que venimos colaborando", aclara Marta Calvo, conservadora del MNCN que también ha participado en la investigación.
(Imágenes de las estructuras que forma Dendropoma lebeche tomadas en Cabo de Palos, cedidas por el MNCN).