crónicas desde El Estrecho. Día 13

Día entretenido y charla con la presidenta del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra

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"Con levante abrimos hoy los observatorios", nos cuenta Susana Noguera desde el Estrecho. Los puestos de observación son Bolonia, la estación ornitológica y uno nuevo, el de Facinas, donde recala Susana esta mañana y cuya avifauna podéis consultar en la imagen que abre esta crónica. Susana está hoy junto a la presidenta del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra, Paloma Fraguío, a quien entrevistamos en el despiece de abajo.

El observatorio de Facinas es el que queda más cerca del área de la Janda, que es el territorio de descanso y alimentación más importante de la zona para la cigüeña blanca. De hecho, nos describe cómo  las 11:53 h han podido contemplar "una levantada de unas 600 cigüeñas blancas en la Janda".

A lo largo de la mañana, nos cuenta, han contado otros 600 ejemplares en un nuevo grupo, pero ahí se ha quedado la cosa.

 

Por la tarde apenas ha habido más movimiento. Eso sí, a las 15.14 h nos relata que por Facinas se han dejado ver otras especies, como dos alimoches -un joven y un adulto- dos aguiluchos cenizos, milano negro, águila culebreraaguilillas calzadas en fase clara y en fase oscura. Si no hay cantidad, al menos la variedad anima la jornada...

A las 17:45 h han cerrado el puesto. "La intensidad del viento de levante ha ido aumentando y en Bolonia y en Facinas hace mucho que no se observa movimiento. En la estación ornitológica van a seguir un poco más", resume, así que los datos del día pueden crecer según los avistamientos de este último observatorio.

Y así es, la reunión final rinde hoy un total de 1.500 cigüeñas.

¡Ya solo queda un día!

Mónica Rubio. Periodista y Bióloga.

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Paloma Fraguío, presidenta del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra

 

"Las aves migradoras que vemos en el voluntariado son indicadores de cambios en los ecosistemas del Estrecho"

 

 

 

 

 

La cigüeña blanca, protagonista del voluntariado de este año

 

Cada año, en un ciclo de cinco, los voluntarios que acuden en estas fechas a colaborar con el Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra (COCN) hacen el seguimiento de un ave en concreto. La cigüeña blanca, que es el objetivo de este año, no es una especie que se halle en grave peligro. "Podemos decir que su población en España es estable, incluso va en aumento en algunos lugares", asegura Paloma Fraguío, presidenta de COCN. Pero sí tiene sus amenazas, como el envenenamiento de una de sus presas, el topillo, o los tendidos eléctricos...

     Es una de las especies con migración más numerosa por el Estrecho "aunque le gana siempre el milano negro, que puede cruzar en grupos de hasta 5.000 ejemplares", recuerda la experta. El milano negro tiene 'en su contra' que "resulta imposible de contar porque puede cruzar por cualquier lado y desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche, y grupos numerosísimos pueden pasar por detrás de una montaña y no los has podido ver..." lamenta. Ésa es una de las razones que inclinó la balanza a favor de la cigüeña blanca.

     A esta especie le va bien esta época y el viento de poniente. Con él, el flujo de individuos es más contínuo, pero menos vistoso. Cuando sopla levante de cierta importancia, las cigüeñas blancas tienden a agruparse en un solo bando, y entonces se ven los cruces espectaculares de miles de ejemplares. El levante flojo también les es favorable, pero cuando se vuelve definitivamente fuerte, ya no pueden cruzar. "Al final, dice, casi cruza el mismo número de cigüeñas, pero con distintos patrones". Y cada día, según las condiciones metereológicas, los monitores deciden qué puestos abrir para mejor estudiarlos.

     En lo que va de actividad, han contabilizado ya el paso de 105.000 cigüeñas blancas. El año anterior fueron unas 140.000, "así que estamos en la línea". Como los socios de COCN también realizarán el conteo hasta el día 8 de septiembre, seguramente se alcancen las mismas cifras, apunta la presidenta. 

 

Paloma Fraguío, presidenta del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra (COCN), está estos días implicada en la observación de la migración de la cigüeña blanca como una voluntaria más. Quince días a tope, prismáticos en una mano y libreta en la otra, apuntando el número de individuos que sobrevuelan los observatorios. Es uno de los objetivos del voluntariado que organiza la asociación. "Son solo quince días porque sabemos que tantas jornadas de campo seguidas resultan muy cansadas y la gente se quemaría, y además no todo el mundo tiene tanto tiempo", alega, mientras interrumpe despreocupadamente la explicación con un apresurado "son milanos" o "¡y un falcónido!", dirigidos a su compañera de observación, en este caso, Susana Noguera... No en vano, la hemos 'asaltado' en pleno día de estudio de la migración.

La importancia de este recuento, continúa Fraguío, se basa en el hecho de recurrir a las aves como bioindicadores de los ecosistemas del Estrecho. "Las especies que migran, en concreto, indican posibles impactos ambientales por obras o instalaciones que se realicen en esta zona; reflejan las alteraciones del hábitat que utilizan para buscar comida, en sus rutas migratorias, para su descanso... Además, muchas son también estivales y crían aquí, como los aguiluchos, los alimoches o las aguilillas calzadas", apunta.

El segundo objetivo es facilitar el encuentro con la población y formar voluntarios en el ámbito de la ornitología. "Entendemos que la gente que viene a los voluntariados no tiene por qué saber de aves, y para eso tenemos a los veteranos. Porque por aquí pasan estudiantes de Ciencias del Mar u otras carreras, o personas, en general, sin estos conocimientos", aclara.

Este año le ha tocado el protagonismo a la cigüeña blanca, pero en realidad, este voluntariado tiene un ciclo de cinco años, en el que se hace seguimiento de distintas especies. El primero es la cigüeña blanca, por lo que este año arranca un nuevo ciclo, pero a ella le siguen le cigüeña negra y el águila pescadora, que serán estudiadas el próximo año; el alimoche; la aguililla calzada y el águila culebrera el cuarto año; y el ciclo se cierra el quinto año con un estudio que consiste en apostarse en los mejores puntos de observación atendiendo a la climatología del día y observar qué especies pasan, sin mostrar preferencia por ninguna en concreto.

No son especies escogidas al azar. Su elección responde a dos razones: "que al menos el 80 por ciento de los ejemplares migren por aquí, y que sean fácilmente identificables", revela Fraguío. Además, añade, "son aves que tienen patrones de cruce que no es que sean previsibles, pero que pueden ser valorados". Porque la acción que llevan a cabo "no es propiamente un censo, sino un estudio. Para un censo necesitaríamos más de 200 pesonas. Lo que hacemos es estudiar con precisión cómo migran estas aves", defiende. 

Formar, informar y realizar educación ambiental son las claves del voluntariado que ofrecen desde COCN, pero también de otras acciones que desarrollan.

En este sentido, Fraguío recalca cómo mantienen continuas colaboraciones con expertos en diversas especialidades, como botánicos o especialistas en libélulas, insectos, murciélagos... "Facilitamos la difusión de sus trabajos y actuamos como soporte técnico y logístico. Con nosotros han trabajado investigadores, fotógrafos, periodistas... incluso abogados. De hecho, queremos dar cursos a los distintos voluntarios sobre legislación, cómo hacer denuncias o llevar a cabo el seguimiento de una actividad, por ejemplo. Pero también tenemos intención de realizar otras actividades, como talleres de cajas nido para niños", enumera.

Datos del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra

 

Por si quieres ponerte en contacto en ellos, asistir a sus voluntariados e incluso ofrecerte como formador para la Estación Ornitológica de Tarifa.

Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra

Estación Ornitológica de Tarifa

Crt. N 340  Km 78,5

11380  Tarifa

Tlf  639.859.350

web, AQUÍ.

Y es que entre los proyectos de esta asociación está el impulsar la recién remodelada Estación Ornitológica de Tarifa, que ahora dispone de habitaciones, cocina, sala de exposiciones y talleres. "Queremos darle vida, ofrecer formación", apunta, e informa de que "ahora estamos diseñando la programación", por lo que, si alguien tiene ideas para impartir formación o intención de recibirla, es el momento de ponerse en contacto con ellos.

 

También reivindicación y denuncia

Además de formación, desde la asociación hay tiempo para trabajar en favor de la Red Natura 2000 -el entramado de espacios naturales protegidos por legislación europea-, para oponerse a la realización de obras que no posean la Evaluación de Impacto Ambiental, ya que ello puede dar lugar a modificación del paisaje o alteraciones de los hábitats, o para clamar que "aquí no se apuesta por el turismo ornitológico en serio". La celebración del Campeonato Internacional de Kitesurf que abordamos en la crónica de ayer es uno de estos asuntos que les preocupan. Su intención, como se comentó, es alejarlo de las zonas más frágiles, pero Fraguío no lo ve claro. "No sé si tenemos margen de maniobra, con lo lenta que es la Justicia. Todo se ha llevado con mucho secreto, se ha hecho deprisa y corriendo y las denuncias administrativas van muy despacio", lamenta, pero añade que "había que hacer algo que sentara precedente, que no pase sin que nada se mueva. Aunque pararlo sea complicado, que al menos se remueva algo", insiste. Porque, ahonda, el lugar en el que se va a desarrollar tiene la figura de protección de Paraje Natural dentro del Parque Natural del Estrecho y, "en principio, estas actividades masivas son incompatibles con el Parque", detalla.

 

El Estrecho, un paraje rico y diverso

A Paloma Fraguío le encanta el Estrecho y se le nota. Cuando comienza a describirlo, se pierde alegremente por entre la vegetación y la fauna. "Hay una vertiente costera con dunas y playas vírgenes, con aves de costa desde las gaviotas al correlimos ostrero, y que son más abundantes en invierno. Hay montaña con especies de vegetación relicta y áreas húmedas con restos de laurisilva. Hay endemismos botánicos, hay anfibios, repiles... y una migración de murciélagos y otra de libélulas: la Janda se llena por la noche, las libélulas se empiezan a acumular y las siguen los cernícalos primilla. Por la noche hay también mochuelos y autillos, estos también migran... Y están las rapaces nocturnas, que empiezan a migrar al atardecer y muchos van comiendo insectos. Los insectos migran muy rápidamente, porque se dejan llevar por el viento...".

Fraguío también se deja llevar, y va repasando el verano y el invierno en el Estrecho. "En Semana Santa el paisaje está verde y las aves llegan de África muy bajitas y se las ve muy de cerca. Están más cansadas y aquí encuentran vegetación y flores. En invierno todo está más seco; sólo están verdes los olivos y las encinas. Hay mucha ave marina y especies invernantes, como la grulla, la lechuza campestre o los elanios... y mucho pato, y limícolas; y las aves marinas, cuya población aumenta en esta época", recuerda.

Pero, en todo caso, "lo mejor es la sensación de ver a las aves cruzar, es muy agradable verles completar parte de su ciclo de vida, creo que esto alimenta el espíritu", suspira.

Y nosotros dejamos su suspiro en el aire, junto al paso de las aves.