Aires de migración
Es tiempo de migración aviar. Quien tenga la buena idea de elevar la vista al cielo, podrá contemplar decenas de especies de aves que no acostumbran a vivir en este territorio, pero que nos visitan año tras año. La Región es, así, fundamental para poder completar su enorme viaje, ya que les proporciona reposo y alimento. Ángel Guardiola es el editor -y fundador- del Anuario Ornitológico de la Región de Murcia y gran experto en todo tipo de aves. Acostumbra a participar en anillamientos, estudios y seguimiento de aves, y se ha curtido como ponente en charlas y en cursos de formación. Ahora, ha recogido el guante de nuestra petición de que, con ese bagaje a sus espaldas, escogiera para nuestros lectores sus especies migradoras preferidas. Éste es su texto:
Ángel Guardiola (d) junto a Fran García Castellanos, en la cumbre de Isla Grosa (San Javier, abril 2014).
La reproducción ha terminado. Cuando en Murcia se avecina el otoño, miles de millones de aves de casi 200 especies distintas abandonan sus áreas de cría en Eurasia para dirigirse, movidas por un impulso que todavía nos empeñamos en desentrañar, hacia sus tradicionales zonas de invernada en el continente africano. Muchas de ellas se desplazan miles de kilómetros, en un viaje ciertamente épico, hasta alcanzar su destino definitivo más al sur del Sahara. Y muchas otras no sobreviven a este esfuerzo titánico. Pero ahora ya es primavera, y las que sí lo han conseguido retoman el camino de vuelta hacia el norte para cerrar el ciclo con la siguiente temporada de cría. En el transcurso de este periplo, en especial entre los meses de marzo a mayo, cientos de miles de aves migradoras sobrevolarán la Región de Murcia, algunas de ellas para quedarse con nosotros durante el resto del verano; otras tan solo de paso en su camino hacia sus áreas de reproducción más septentrionales. Permitidme que os muestre más detalles de unos pocos de estos protagonistas alados.
Canastera común (Glareola pratincola)
Más parecida por su silueta y hábitos de caza a una golondrina, la canastera es un ave limícola emparentada con cigüeñuelas, chorlitos y avefrías. Desapareció como reproductora en la Región de Murcia a finales de los 70 del siglo pasado. De hecho, sigue figurando como “Extinguida” en el Catálogo de Especies Amenazadas de Fauna Silvestre, categoría en la que se la clasificó al aprobar la Ley regional 7/95 de la Fauna Silvestre, Caza y Pesca Fluvial. Sin embargo, a partir de 1997 volvió a confirmarse la cría de unas pocas parejas en campos de cultivo y humedales del entorno del Mar Menor. Gracias a los esfuerzos de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y su proyecto de Custodia del Territorio centrado en torno a esta especie, la canastera ha seguido criando con regularidad y éxito variables hasta nuestros días, llegando a contabilizarse algunos años varias decenas de parejas. Las canasteras suelen llegar a Murcia en el mes de abril y a partir de julio-agosto empiezan a abandonar la Región para dirigirse de nuevo a sus cuarteles de invierno en África. Aún está catalogada como extinta. Las aves siempre se han movido más deprisa que los humanos, es obvio.
Cernícalo primilla (Falco naumanni)
Los primillas son unos pequeños halcones migradores de hábitos muy insectívoros que se reproducen de forma colonial en cortijos, casas de campo abandonadas, iglesias y viejas edificaciones. Muy similar al mucho más común cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), en nuestra región es un ave escasa, con pocas colonias de pequeño tamaño dispersas entre los Llanos de Caravaca y el Cagitán, el Atliplano de Yecla-Jumilla, el entorno de los Saladares del Guadalentín y los campos delnorte de Lorca. En conjunto, quizás ni sobrepasen las 50 parejas reproductoras. Como buen ave estival, nos abandona para pasar el invierno más allá del Sahara, donde sus costumbres gregarias se agudizan: en 2007, unos ornitólogos franceses descubrieron en Senegal un dormidero comunal de esta pequeña rapaz que congregaba casi 30.000 individuos, lo que en términos numéricos suponía más de la mitad de la población reproductora de Europa Occidental. ¿Cuántos de los pocos primillas murcianos descansarían en este improvisado dormitorio?
Carraca europea (Coracias garrulus)
Es un ave poco conocida entre los no aficionados a la observación de aves, lo que llama más la atención teniendo en cuenta su llamativo plumaje azulado, superado en belleza por muy pocas especies de nuestra fauna vertebrada. Del tamaño de una paloma, nidifica en oquedades de troncos, taludes o casas abandonadas, para lo que utiliza a menudo nidos construidos por otras especies. Su dieta está integrada sobre todo por insectos, y observaciones recientes atestiguan que depredan con frecuencia sobre el picudo rojo (un escarabajo que está asolando las palmeras murcianas) allí donde esta plaga es abundante. El último censo de la especie que se realizó en Murcia, coordinado por la Asociación La Carraca, estimó cerca de unas 500 parejas reproductoras para toda la Región. Las carracas murcianas abandonan nuestras tierras a partir de la segunda quincena de agosto, aunque se desconoce cuál es su destino una vez que cruzan a la otra orilla del Mediterráneo. No obstante, se ha comprobado que otras carracas del SE ibérico marcadas con geolocalizadores pasan el invierno entre Angola, Namibia, Botswana y Zimbabwe.
Autillo europeo (Otus scops)
Desde mediados de abril, vengo escuchando puntualmente, todas las noches, apostado en la puerta de mi casa, la llamada de celo del autillo, un pitido monótono y repetitivo que recuerda al sónar de un submarino de aquellas viejas películas bélicas americanas de los pasados años 60. Siempre me refiero a esta rapaz nocturna como un pequeño búho de juguete, pues recuerda a su pariente de mayor tamaño pero se acomoda sin dificultad en la palma de una mano. El clima benigno de nuestra Región facilita que algunos autillos pasen el invierno con nosotros, pero la mayoría de ejemplares lo hacen en África, a donde se dirigen una vez terminada la crianza de sus polluelos. Salvo que alguno se despiste, como le ocurrió el año pasado a un ejemplar joven que fue recuperado, exhausto, en las calles de la ciudad noruega de Tromsø, cerca ya del Círculo Polar Ártico. Nunca sabremos desde dónde y cómo llegó este ave a más de 1500 km al norte de su área de cría más cercana, cuando en aquellas fechas debía estar dirigiéndose hacia el sur. Por fortuna, un investigador noruego contactó con el biólogo murciano Mario León, experto en rapaces nocturnas, y el ave fue remitida en avión al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Murcia, vía aeropuerto de Alicante. Dos semanas después de su ingreso en el CRFS, este pequeño aventurero se fugó sin saber cómo de la jaula donde se recuperaba. Sé que es casi imposible, pero me ilusiono pensando que el autillo que escucho todas las noches desde la puerta de casa sea este intrépido viajero, que ha decidido al final afincarse entre nosotros.
Cuco europeo (Cuculus canorus)
Todos recordamos cuando en el colegio se nos explicaba que el cuco no construye nido propio sino que pone sus huevos en los de otras especies, que son de esta manera engañadas para que saquen adelante una progenie que no les corresponde. A esto, entre otras cosas, se dedicaba Martin. Martin fue el nombre con el que unos biólogos ingleses del British Trust for Ornithology bautizaron a un macho adulto de cuco europeo marcado con un geolocalizador el 19 de mayo de 2011 en la costa de Norfolk. Martin pasó la mayor parte del siguiente invierno buscándose la vida entre la República Centroafricana y el Congo, hasta que a principios de marzo inició su viaje de vuelta a casa, cruzando el Sahara a través de Mali y Argelia hasta llegar a la Península Ibérica a primeros de abril de 2012. Su pista se perdió el 9 de este mes en algún paraje boscoso, unos 18 km al oeste de la ciudad de Lorca. Los investigadores que lo marcaron creen que el ave murió, por alguna causa desconocida, en esta última localización. Yo prefiero pensar que se desprendió de su molesto emisor para consagrarse a encandilar a otras hembras de su especie con el encanto de su conocido reclamo, y que, junto con sus nuevas parejas, continúa atormentando todos los veranos a los pajarillos murcianos víctimas de sus hábitos parasitarios.
Paseriformes transaharianos
Con esta denominación tan extravagante clasifican los científicos a un grupo de aves de pequeño tamaño, muchas de ellas menores que un gorrión, que atraviesan el desierto del Sahara dos veces al año en los traslados entre sus áreas de cría e invernada. Para la Región de Murcia, muchas de ellas son aves de paso en el sentido más estricto, puesto que ni crían ni invernan entre nosotros, y solo utilizan nuestro territorio durante esos tránsitos anuales. Es el caso, por ejemplo, del mosquitero musical (Phylloscopus trochilus), el papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), la buscarla pintoja (Locustella naevia), la tarabilla norteña (Saxicola rubetra), el carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus), el colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus), el escribano hortelano (Emberiza hortulana) o el mosquitero silbador (Phylloscopus sibilatrix). Sorprende el hecho de que animales tan diminutos puedan realizar desplazamientos de decenas de miles de kilómetros cada año. Gracias a los trabajos del Grupo de Anillamiento de ANSE sabemos algo del alcance de estos movimientos a partir de aves controladas en distintas localidades de la Región de Murcia. Mosquiteros musicales anillados en Isla Grosa (San Javier) a la vuelta de su periplo africano han sido recuperados posteriormente en lugares tan alejados como Inglaterra o Suecia. Otros individuos parecen elegir Murcia solo en uno de sus dos trayectos anuales, como un papamoscas cerrojillo anillado en otoño aguas abajo del Balneario de Archena, que tras dar por finalizada su estancia invernal en África fue recapturado la primavera siguiente, volviendo a su área de cría, en una pequeña isla griega del Mar Egeo.
Ángel Guardiola Gómez
Censo de la carraca, ¡puedes participar!
La carraca es, como dice arriba Ángel Guardiola, un ave vistosa pero muy desconocida para el grueso de la población murciana. Es migradora, nos visita por un corto espacio de tiempo en verano en el que se aparea (a veces llegan emparejadas, a veces encuentran pareja aquí...), saca adelante a su nidada y, enseguida, toda la familia coge fuerzas con avidez para retomar el rumbo al sur.
Sus mejores poblaciones se encuentran en el sur y centro de la Península Ibérica, por lo que nos toca de cerca, pero en realidad se trata del ave migratoria con mayor declive en España, y en gran parte de Europa está amenazada de desaparecer.
En la Región, la asociación La Carraca realiza habitualmente actividades relacionadas con esta ave aprovechando que, entre otras localizaciones, recala en el Paisaje Protegido del Ajauque y Rambla Salada, donde la asociación también lleva a cabo otras acciones. Y así, convoca a todas las personas interesadas a colaborar en el Censo de Carraca en la Región de Murcia.
Para ello, ya han mantenido una primera reunión informativa, para poner en común a los colaboradores, difundir el protocolo y aclarar dudas.
Los resultados de este tipo de estudios sirven para conocer mejor esta especie; en este caso, para afinar más en el número de ejemplares que pasan por la Región y determinar con un grado de precisión fiable y riguroso cuántas carracas nidifican, pero seguramente pueda ampliarse el conocimiento sobre sus costumbres o las fechas de llegada y de salida...
Las fechas de muestreo se prolongan desde mayo hasta julio.
Para ampliar información, conocer el protocolo, inscribirse y demás: 616 794 238 o ramblasalada@hotmail.com.
Para comunicar las observaciones y otros datos, hay que visitar el blog http://coraciasgarrulus.blogspot.com.es/.
Anuario Ornitológico de la Región Murcia (www.aorm.blogspot.com.es)
El Anuario Ornitológico de la Región de Murcia nació en el año 2001 a raíz de que su creador, Ángel Guardiola, permaneciera ingresado una semana en el hospital. Para esa fecha, nos cuenta, llevaba mucho tiempo dándole vueltas a la idea de que estuviesen recogidas en un mismo lugar las citas más interesantes de aves silvestres de esta Comunidad, de manera que fuesen accesibles a todas las personas interesadas.
El primer intento había sido una edición en papel, pero no terminó de cuajar y al final se le ocurrió, en las largas horas de la habitación hospitalaria, hacerlo digital. Así resultó mucho más fácil, empezando por la financiación, que en lo virtual es prácticamente innecesaria.
Y ahora, el anuario cuenta con unos 15 a 20 colaboradores habituales por toda la Región; y puntualmente han sido más de 450 personas las que han participado con sus informaciones, e incluso aficionados de fuera que se pasan por la Comunidad para veranear, y mandan sus avistamientos. Con todo ello, rondan ya las 9.000 citas de 392 especies. En estos años de funcionamiento, el anuario ha podido rendir información de interés sobre las aves de la Región, aportando nuevos datos sobre 261 especies, localizando 28 especies nuevas, así como informes sobre estatus, distribución o costumbres migradoras...
El anuario ofrece así una información disponible gratuitamente a todo el mundo. La información es libre, pero se pide a quien lo utilice para estudios o destinos semejantes, que cite la fuente. "Hoy día muchos estudios científicos tiran de la información sacada de anuarios", recuerda Guardiola, quien, de hecho, publicó una ponencia sobre este anuario en el último congreso regional de naturaleza de ANSE.
Colaborar es sencillo. Quien quiera participar en la página del anuario, se puede descargar de la web una hoja excel para mecanizar las observaciones, con las instrucciones a seguir. Otra hoja incluye los criterios de selección de citas, porque no todas son válidas. Por ejemplo, "un gorrión no es interesante... salvo que cumplan alguna condición muy particular, como que lo encuentres depredando una lagartija", expone el experto. ¿Y qué sería especialmente interesante para el creador del anuario? Citas de especies nuevas para la fauna murciana, aunque sean de paso, e "incluidas las exóticas, que valen para caracterizar cómo se está desarrollando un proceso de colonización, por ejemplo", aclara. Pero él está esperando a 'alguien' "que, tarde o temprano, llegará: el alcaudón dorsirrojo, que ahora, por la geolocalización, se ha descubierto que los individuos que crían en el norte de España invernan en África, pero no bajan por Gibraltar, sino que lo hacen por Oriente Próximo, por Israel..., y por eso no se han citado nunca aquí..., pero esto no quita para que un día aparezca uno por la Región...".