Nos acercamos a un cooking show en una gran superficie de la capital, donde el Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia está presente a través de varias cestas de productos. El show es del popular cocinero Firo Vázquez, y el lugar, el Centro Comercial Thader. La agricultura ecológica no ha tenido nunca complejos y ha sabido ir de la mano de figuras de primera línea, y por ello desde hace tiempo está en ferias como Biofach -en Alemania-, Alimentaria -en Barcelona-, o Biocultura -en Madrid,- nos asegura Pedro José Pérez Saura, director técnico del Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia (Caerm). Siendo así, no eran de esperar los datos que se exponen en su web, que reflejan que tras un importante aumento en la superficie entre los años 2007 y 2009, la Región se ha estabilizado. Pérez Saura aduce algunas razones económicas -pérdida de subvenciones europeas- y al hecho de que el consumidor aún no sabe lo que es un producto ecológico, pero pronostica un nuevo cambio.

Así, a este estancamiento, el experto del Caerm contrapone que "los cítricos y las hortalizas han crecido un 30 por ciento cada año, y eso sin ayudas. Ha sido la demanda del mercado, sobre todo la europea, la que ha provocado este aumento". Pero también la del país, por eso se muestra positivo "viendo la tendencia en los últimos años, que ha ido en aumento", y se atreve a aventurar que "2015 va a ser el año en que empiece a despuntar la demanda del consumo nacional". Más aún, si a ello se le añade "una mejora de la economía", sostiene. Por todo ello defiende que el próximo "será un año de consolidación de la superficie de cultivo ecológico en España".

Sin embargo, cree que el problema es que "la gente no compra ahora mismo porque no sabe lo que es un producto ecológico. No saben las ventajas que tiene. Hay quien cree que es ecológico porque se paga a una organización ecologista, otros creen que lo es porque se lava con lejía...", lamenta. Esa experiencia le lleva a reclamar una campaña nacional de promoción en la que se divulgue la comida ecológica, semejante a la que popularizó el pegadizo lema de 'Pezqueñines no, gracias'. Podría incluir charlas, noticias, planes de marketing... para informar al consumidor, porque considera que eso tiene éxito: "los estudios del Ministerio de Agricultura indican que el porcentaje de gente que conoce estos productos es cada vez mayor...", se anima. 

En la Región, la superficie en biológico asciende al 17 por ciento del total de cultivos (datos hasta 2012). Es de las más altas del continente. En España, la media es del cinco por ciento, y en centroeuropa algo mayor, compara Pérez Saura. ¿Hay un límite al crecimiento?, le preguntamos. "No sé si hay un tope, eso es difícil de determinar. Lo que está claro es que no puede existir un crecimiento del 30 por ciento cada año... Con este 17 por ciento total nos podemos dar por bastante contentos por ahora", reflexiona.

El precio, el diferencial

Uno de los problemas para el crecimiento está en el precio. "En España, el diferencial es grande y se debe no solo al precio de origen, sino a la logística -sale caro transportar menos unidades-, o porque hay pérdidas ya que al venderse menos permanecen más tiempo expuestos en los lineales y se apochan... Es la pescadilla que se muerde la cola, no existe demanda porque es caro y es caro porque no existe demanda...", se duele. Y explica que por eso han surgido los canales cortos de comercialización.

Estos canales implican vender el producto cerca de su lugar de origen, y así no tienen intermediarios ni costes de logística. Por eso hacen que el diferencial de precio en el punto de venta sea menor. Además, hacen frente a uno de los desajustes del sector, que es precisamente la logística, porque hoy te puede ocurrir que "una ciruela que se esté cultivando en Murcia vaya en camión a Perpignan (Francia) y vuelva a la Región, por ejemplo", algo que, en principio, está en contra del movimiento en favor de la protección del entorno.

En este diferencial también intervienen los fertilizantes y los fitosanitarios permitidos en este sector, cuyos precios son generalmente más elevados que los convencionales. O el hecho de que los tratamientos son menos efectivos y hay que aplicarlos más veces. En cualquier caso, "la diferencia de precio debe ser de un cinco a un diez por ciento", concluye el técnico.

Así ocurre, por ejemplo, en Alemania al elegir entre un pimiento ecológico de Murcia y uno convencional, asegura Pérez Saura. Y es que el 90% de lo producido en la Región va a la Unión Europea, y principalmente al destino germano, seguido de Francia y Reino Unido. "En Alemania, el género orgánico está en todos los sitios. Tienen tanto producto convencional como ecológico: tomate frito, verdura... En España, hay bastante en algunas grandes cadenas como Aldi, Lidl, Carrefour, Eroski o Alcampo, sobre todo en transformado, pero en fresco hay menos porque es más difícil venderlo".

Sin embargo, considera que la evolución en las ventas está siendo favorable. "Cada vez hay más tiendas, y están bastante contentas. Al principio notaron mucho la crisis y han pasado años malos, pero ahora están teniendo beneficios", relata. En este sentido, le gusta cómo avanza el sector: "Creo que en la Región de Murcia existen ya más variedades de hortalizas ecológicas que en convencional, y el 50 por ciento del viñedo de vino es biológico", descubre. Y estima que el comprador ya no responde a un único perfil, "A lo mejor, los pioneros en las compras eran los ecologistas, las asociaciones de consumidores empezaron a nacer con ese perfil; pero cuando tienen 200 socios ya hay más mezcla", razona, para añadir que los actuales clientes "son gente que cuida de su salud, como las mujeres embarazadas que empiezan a preocuparse por ello...".

Al respecto, hay estudios que defienden las mejores propiedades de los productos ecológicos. "No podemos decir que lo convencional no es sano, pero el producto ecológico garantiza que no tiene residuos de sustancias químicas de síntesis que puedan resultar nocivas para la salud. Así, por el sistema de producción, los productos ecológicos deberían ser más sanos y tener mejores propiedades". Un estudio de la doctora Raigón, de la Universidad de Valencia, concluyó que los tomates ecológicos tenían más licopeno -un antioxidante- y que las naranjas orgánicas tenían más vitamina C que sus correspondientes convencionales, y recientemente un metaestudio publicado en el British Journal of Nutrition apunta en esta misma dirección: más antioxidantes y menores niveles de cadmio y de residuos de pesticidas. Además, llevan menos nitrógeno, lo que supone menos entrada de agua, que sirve para que la pieza engorde, así que "en principio, deben durar más que el producto convencional", asegura.

En cuanto al sabor, hay quien defiende que los productos ecológicos son más sabrosos que los convencionales, y hay quien no encuentra diferencias en el gusto. Pérez Saura apunta que esto "depende más de las condiciones del cultivo, del manejo del agricultor y de las variedades". El hecho de dejarlo en la mata cuanto sea necesario y prácticas similares no son obligatorias en agricultura ecológica, pero son acordes con la idea. Ahora bien, "el consumo de producto ecológico en Europa es cada vez más exigente en calidad. Se piden piezas todas de igual tamaño, de buen aspecto... por eso se recurre a variedades que aseguren esa imagen, esa conservación después del trayecto, y éstas no tienen por qué ser las más sabrosas... Para exportar, no puedes usar una variedad tradicional, sino las de larga vida", medita.

En todo caso, apunta el también ingeniero agrónomo, los beneficios de la producción ecológica no se quedan ahí. "El primer principio de la agricultura ecológica es mantener el suelo, procurar su fertilidad, actividad biológica, la presencia de microorganismos... para que las plantas se nutran; y el cultivo debe evitar la erosión y la compactación. El enfoque es fertilizar el suelo para que la planta se nutra. Así que el principal beneficio de la agricultura ecológica es medioambiental", defiende.

Aparte, hay otros beneficios: para la salud de la población, para el agricultor, que no manipula productos tóxicos, para la sociedad al precisar de más mano de obra o al fijar población rural... Razones en la que se apoya para aventurar que, si se saben explicar, pueda aumentar el próximo año la demanda del consumo nacional de la agricultura ecológica, como augura.