El almez de los Polvorines, en Monteagudo, ya se viste de otoño. Es una de las pocas especies en las que se deja ver fácilmente la tercera estación en estas lomas periurbanas. Y en la enorme y bella copa de este ejemplar, el temblor amarillo y ocre que ya despunta crea una imagen de poderosos atractivo.

El árbol crece apartado, como es normal en el almez, y su singular tronco está dividido en lo que parece que fueron dos pies independientes que se han unido. En todo caso, según los libros que últimamente leemos, estos seres nacidos de dos pies se consideran un solo ejemplar -sea el tipo que sea-, al estar seguro comunicados por sus raíces. Con el paso del tiempo en su interior ha surgido un gran vaciado, fenómeno habitual en la especie.

No sé si es un árbol muy conocido, pero nos pareció magnífico. Los almeces pueden alcanzar los 25-30 metros de altura. Éste, sin llegar a tanto, exhibe un porte sin duda monumental y se ve hermosísimo. Afea la estampa un cable que corta su espacio vital a a altura de las ramas y, visto de lado, da la sensación de que el árbol "no ha querido" extenderse en esa dirección, de manera que la copa no es completamente esférica debido a la presencia de ese obstáculo. Hacemos un llamamiento para que lo retiren y dejen al árbol prosperar libre.

Florece entre abril y mayo, y ahora aún tenía frutos ya negros -a lo largo del año han pasado por los tonos verde, anaranjado claro y rojizo-. Es habitual que estos frutos resistan en su largo pedúnculo incluso tras la caída de las hojas. Se les denomina almeza o almecina y en estos días venideros constituirán una buena oferta gastronómica para la fauna lugareña. A cambio, las aves dispersarán estas semillas lejos del árbol madre (zoocoria).

Este árbol (Celtis australis) es originario del sur de Europa, norte de África y Asia Menor y habita en la cuenca mediterránea, desde el nivel del mar hasta 1.200 m de altitud -es poco resistente a las heladas-, y puede vivir unos 600 años. No sabemos qué edad tendrá este almez, pero seguro que en su tronco guarda buena memoria de la huerta murciana.

Latonero, lironero, lodón... y así hasta más de 60 nombres recibe, en sus distintas localidades, este precioso árbol. Su bosquete, aunque no es frecuente porque es una especie solitaria, se denomina almezal, y el más extenso de Europa es el llamado almezal de Mieza, en Salamanca.

Por nuestra parte, volveremos estos días a ver amarillear y desprenderse de sus hojas a este árbol caducifolio de maravillosa presencia.

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Mónica Rubio. Periodista y Bióloga
2023-12-03

 

  • El almez de los Polvorines, a contra luz
  • Un cable cruza el espacio vital del bello ejemplar por delante
    Un cable cruza el espacio vital del bello ejemplar por delante.
  • Detalle del tronco del árbol, que parece provenir de dos pies unidos
    Detalle del tronco del árbol, que parece provenir de dos pies unidos.