Este finde hemos asistido a la jornada multiactiva que EPlan ha organizado en Marina de Cope, cuyo tema central ha sido la lucha contra el plástico.
Nos lo hemos pasado bien.
La mañana del domingo arrancó con una charla sobre los problemas que causan los plásticos en el planeta, pero también en el entorno de la propia Marina, un espacio, ¡ojo!, protegido y que debería estar mucho más mimado. El pase de un corto con imágenes impactantes, pero reales, ha dejado impresionado a más de uno, que incluso se ha animado a apuntarse a las futuras salidas de vigilancia de la costa con el programa Coast Watch que van a llevar adelante dos voluntarios de la asociación, y de las que, seguros, nos mantendrán informados.
Este programa de vigilancia costera, en el que se anotan los residuos que los participantes se encuentran en su camino, así como los valores de la zona que atraviesan, ocupó también parte de la charla, con unas breves ponencias por parte de los voluntarios de EPlan, y un tercero, que abordó los valores de la Marina.
El día continuó con un taller sobre manualidades con plástico. Quedó claro: mejor es no generar residuos, pero ya que hay, también algunos recursos están en nuestras manos. Y, así, gracias a las indicaciones de Mina Díaz, anterior integrante del tándem Tejemaneje que tan buenos momentos ha dejado por la Región, y con las, tan de moda, agujas para hacer ganchillo XXL, los más manitas pudieron tejer sus cestos a partir de bolsas de plástico reutilizadas.
Otro tema importante en la jornada de ayer fue la Custodia del Territorio. La finca que acogió la cita, de la Asociación de Turismo Activo Marina de Cope, cuenta con un acuerdo de Custodia del Territorio con EPlan, un hecho que se quiso hacer visible con la colocación de un cartel a la entrada de la misma, y que a partir de ahora podrán ver todos los visitantes y usuarios de las instalaciones.
Y para finalizar, cómo no, el apreitivo-comida-merienda preparado por Ramón e Inés, de la Asociación de Turismo Activo Marina de Cope, con la que tratan de impulsar no solo esta lucha contra los plásticos que afean el paisaje y amenazan la vida de la fauna asociada al mar y a la tierra, sino que defienden los usos tradicionales y no agresivos para una zona que aspira a ser testigo de la implantaciòn de un desarrollo sostenbile. Y así, por la mesa transitaron los tomates y las aceitunas, las patatas asadas y el ajo, la memorable empanada, el mojo -aceite para untar del no quedó nada sobre la mesa- o los buñuelos. Y el café de despedida, con anuncio de un futuro reencuentro.