Este fin de semana hemos asistido a otra estupenda salida de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) en el marco del Proyecto Life sobre especies exóticas invasoras (EEI) Invasaqua.
Una de las cosas que más me han llamado la atención han sido estos marcadores que nos mostró María Ángeles García de Alcaraz, monitora de ANSE, y que los llevaba por casualidad entre los muchos enseres que transportaba.
Se trata de unas piezas anaranjadas que sirven para marcar anguilas en el Mar Menor. La anguila europea (Anguilla anguilla) es una especie autóctona protegida cuya migración es aún un misterio. Hacen un viaje enorme, siendo larvas, desde el Mar de Los Sargazos, desde donde parten dejándose llevar por las corrientes -y en cuanto pueden, nadando-. En este estadío, a esas mini larvas transparentes se las denomina leptocéfalos. Son tan distintos a la imagen de una anguila que en un principio se creyó que eran otra especie diferente. Van creciendo por el camino, y ya como angulas -en fase alevín, cambio que puede tardar en producirse varios años- alcanzan las costas europeas y norteafricanas, remontando después el río. En este momento, en las desembocaduras, más allá de los 4.00 kilómetros de su lugar de nacimiento, aún no se ha producido la diferenciación sexual de las angulas, cosa que, según diversos autores, puede depender de la densidad de población y de la salinidad de las aguas. Y ya de adultos, años después, como anguilas plateadas -tampoco se conoce bien este proceso-, un otoño, vuelven al Mar de Los Sargazos a reproducirse, cerrando así un viaje de ida y vuelta. Una odisea inmensa, un mar de obstáculos a la ida y a la vuelta. "Parece un poco ilógico", ironizaba la ambientóloga. Pero aquí están.
Si os ha interesado algo esta pincelada, meteos a leer la historia completa de la anguila en diversas fuentes, es fascinante.
El marcaje de anguilas se enmarca en el Proyecto de pesca artesanal para la gestión de humedales costeros y especies de interés pesquero GePescArt. Durante los últimos 4 años, en este proyecto han marcado anguilas con etiquetas externas en diferentes puntos del sureste.
► MUY IMPORTANTE: si encuentras algún ejemplar marcado, o incluso una marca suelta -la etiqueta puede ser también granate o amarilla-, avisa por favor rellenando el formulario de esta página del proyecto GePescArt. La información será registrada por personal técnico de ANSE.
Estas piezas, en éste y otros casos similares, se introducen en el dorso de los animales con la pequeña pistola inyectora. Las marcas, por supuesto, sirven para obtener datos de capturas, recapturas, tasas de crecimiento, saber por dónde se mueven e información similar.
De la mano de María Ángeles conocimos varios casos de entrada de EEI en España y Europa -galápago de Florida, cotorras, gambusias, un gusanillo utilizado en pesca...-, compartió con la cuarentena de participantes diverso material divulgativo como guías y grandes fotografías, y nos invitó a ser testigos de cómo revisaba las nasas que habían colocado la víspera y casi a deshoras -para no ser vistos por los vándalos-, con la intención de capturar y mostrarnos algún ejemplar, quién sabe, de cangrejo rojo americano, alburno, o quizá hasta un barbo del sur o una anguila -estos dos, autóctonos-. Pero no hubo suerte.
El paseo final lo hicimos con Celia, del proyecto Life Invasaqua, buscando sobre todo galápagos asoleándose en la ribera -que, a pesar del solecito, no salieron-, y permitiéndonos ver por el telescopio los ánsares en la otra orilla, o los cormoranes grandes posados en los tensores de la pasarela Manterola. Al respecto, nos ha revelado -yo lo desconocía- que aún no está claro si los cormoranes son autóctonos o naturalizados en España. Habrá que esperar a la resolución de los científicos.
Y más cosillas que, como de costumbre, me dejo, para que las descubráis vosotros en futuras salidas. Ya sabéis, ellos las anuncian en su web, y nosotros en nuestra agenda de actividades.
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Mónica Rubio. Periodista y Bióloga
2023-01-23