El buque de investigación oceanográfica Hespérides ha salido esta mañana desde Cartagena con destino a la Antártida para, después de una travesía de un mes hasta el continente helado, dar inicio a la XXXVI Campaña Antártica Española, según informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en una nota de prensa.
Esta edición de la campaña de investigación antártica supone así el desarrollo de 36 años ininterrumpidos de proyectos de investigación científica en el continente helado. Los 104 investigadores que participarán en la campaña -procedentes de universidades y centros de investigación de 15 países- comenzarán a llegar a mediados de diciembre. 28 proyectos científicos españoles y ocho proyectos de colaboración internacional están previstos en esta edición, que reunirá a 225 participantes entre personal científico, técnico, dotación y tripulación, indica en una nota de prensa la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que ayer acogió el acto de presentación.
La campaña, que durará hasta el 2 de abril del 2023, arrancará oficialmente en diciembre, cuando el Hespérides llegue a la Antártida y se abran la base antártica española Juan Carlos I (del CSIC), en la Isla Livingstone, y la base antártica española Gabriel de Castilla (del Ministerio de Defensa) en la Isla Decepción.
De entre los proyectos que atenderá, 14 están financiados por la Agencia Estatal de Investigación. La mayoría de ellos están relacionados con las Ciencias de la Vida (la vegetación polar, el cambio climático, las consecuencias ecológicas y evolutivas de la personalidad en pingüinos…), pero también con las Ciencias de la Tierra (geomorfología clásica, evolución de los glaciares…) y las Ciencias Físicas (tormentas solares, clima…). Además, se seguirá trabajando en algunos proyectos que se desarrollan desde hace 20 años, relacionados con la geodesia, la vigilancia volcánica o la meteorología, indica la UPV.
Por su parte, el CSIC lidera tres proyectos en esta campaña antártica. Asunción de los Ríos y Fernando Garrido, ambos investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, dirigen un estudio que busca realizar una estimación de la diversidad microbiana en la Antártida y poner en valor la contribución al funcionamiento y resiliencia de los ecosistemas terrestres polares por parte de los microorganismos que colonizan rocas.
Andrés Barbosa, también el Museo Nacional de Ciencias Naturales, dirige un proyecto acerca de la personalidad y comportamiento de los pingüinos antárticos en un contexto mundial cambiante. El conocimiento de los movimientos de los pingüinos durante el invierno se considera crucial para determinar, por ejemplo, las interacciones con las pesquerías de krill.
Por último, durante los meses de febrero y marzo, un equipo internacional de investigadores dirigidos por Rafel Simó y Manuel Dall’osto, del Instituto de Ciencias del Mar, estudiarán el papel de los aerosoles marinos en la regulación del clima de la Tierra. Este proyecto se realizará íntegramente a bordo del Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides.
Cooperación al servicio de la I+D+I
La Campaña de Investigación Antártica Española constituye un modelo de cooperación entre diferentes instituciones públicas y privadas al servicio de la I+D+I, en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación. El Ministerio de Ciencia e Innovación (MCINN) financia la operación y mantenimiento del buque de investigación Hespérides y los gastos asociados a la logística general de la campaña, incluyendo la mayor parte de los gastos de las bases antárticas españolas Gabriel de Castilla y Juan Carlos I. Por su parte, la Agencia Estatal de Investigación del MCINN financia la mayoría de los proyectos de investigación a través de distintas convocatorias del Plan Estatal de I+D+I.
El Comité Polar Español, adscrito al MCINN, coordina las actividades que los diferentes organismos desarrollan durante las campañas promoviendo el desarrollo de la investigación polar y la coordinación de los medios necesarios para su desarrollo.
Las instituciones que operan las instalaciones y coordinan la logística antártica son la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, que gestiona la BAE Juan Carlos I en la Isla Livingston y coordina la logística general de la campaña antártica; el Ejército de Tierra, que gestiona la BAE Gabriel de Castilla en la Isla Decepción y la Armada Española, que opera el BIO Hespérides. Tanto el buque como las bases antárticas forman parte del mapa español de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas Singulares (ICTS), instalaciones, recursos o servicios excepcionales en su género, con un coste de inversión, mantenimiento y operación muy elevado y cuya importancia y carácter estratégico justifica su disponibilidad para todo el colectivo de I+D+I.
El BIO Hespérides es un buque de investigación de ámbito global, pertenece a la Armada española y tiene su base en Cartagena (Murcia), donde fue construido y botado el 12 de marzo de 1990. La Unidad de Tecnología Marina (UTM) del CSIC es la responsable del mantenimiento del equipamiento científico del buque y aporta el personal técnico para la realización de las campañas oceanográficas.
La investigación científica en las regiones polares resulta especialmente relevante por la trascendencia global de los procesos y los descubrimientos que tienen lugar en ellas. Se consideran observatorios privilegiados en numerosas áreas de conocimiento. “La Antártida nos da la capacidad de ver un laboratorio natural que no ha sido influido apenas por el hombre de forma directa, lo que nos permite entender cómo estamos afectando a los ecosistemas”, ha explicado Antonio Quesada, secretario técnico del Comité Polar Español, quien ha añadido que “sabiendo las consecuencias que tiene todo lo que hacemos, somos capaces de trabajar en su conservación”, añade la nota de la UPV.
2022-11-11