La fugaz e impetuosa tormenta de esta pasada noche ha dañado de forma relevante dos árboles singulares y reconocidos de la Región de Murcia: el centenario olmo del Lavadero de Librilla y el almez del Molino de la Olma, en la pedanía de Puebla de Soto, en Murcia. El primero ha quedado apoyado en la vivienda contigua y el segundo prácticamente ha desaparecido. Aún se están evaluando los daños.
Tomás Baño, alcalde de Librilla, estaba despierto esta noche a causa de la “impresionante lluvia y la fuerza del viento”, observando con temor, desde la venta de su casa, la oscilación de las palmeras y cipreses, y pensando que podría ocurrir algún desastre. Por eso, cuando ha recibido el aviso, a eso de las 05:30 h, apenas ha tardado unos minutos en llegar junto al árbol. Ante la previsión de lluvia, el retén de voluntarios de Protección Civil estaba alertado y cuando empezó a llover salió a patrullar. Ellos descubrieron que el árbol se había quebrado “prácticamente en dos” y una parte permanecía apoyada en la vivienda vecina. “Se ha tumbado en la dirección del aire, si no llega a estar la casa, habría caído al suelo”, se alarma Baño, con desolación ante la imagen.
Para las seis de la mañana, el director general de Medio Natural ya estaba avisado, enviando a los técnicos a realizar una evaluación. A las 13:30 h uno de ellos aún seguía en el lugar sacando fotos y revisando el estado del fabuloso ejemplar, que posee más de 17 metros de altura.
Los técnicos tratarán de ofrecer sus resultados lo más brevemente posible, “y así esperamos ponernos manos a la obra cuanto antes para recuperar este patrimonio del pueblo”, ansiaba el edil, que reconocía que apenas tenía palabras para contar cómo se siente “como alcalde, pero también como librillano. Estamos todos consternados, quién se lo iba a imaginar”, lamentaba, con tristeza, “frustración e indignación”.
Según unos vecinos, el olmo del Lavador (Ulmus minor) tiene 150 años, y según otros, supera esta edad. Se estima que su altura es de 17,30 metros y que tiene un perímetro de 4,55 metros, con una superficie de copa de 140 metros cuadrados, tal como cuenta la página web Árboles monumentales de Murcia y cuenca del Segura: Tudmira, donde también recuerda que está incluido en el Catálogo regional de flora silvestre protegida de la Región de Murcia con la categoría 'De interés especial'.
En el municipio de Murcia, además, el viento ha provocado caída de árboles en la avenida Teniente Montesinos, en la carretera de Churra, en la calle José Conesa Jiménez de Era Alta, en la calle Puerta Nueva, en Carril de los Casianos de Guadalupe, en la carretera de Churra, en Joven Futura, o en la calle Doctor de la Peña de Espinardo; y la caída de un rayo sobre una palmera en el Camino de la Herrera provocando un incendio.
El almez del Molino de la Olma, prácticamente desaparecido
En Puebla de Soto, la tromba ha afectado al almez del Molino de la Olma, al que se le han caído las principales ramas y que “prácticamente ha desaparecido”, según relata el biólogo José Manuel Zamora, uno de los primeros defensores del valor de este ejemplar. El alcalde pedáneo, Francisco Galera Zamora, se comunicaba con él esta mañana, “bastante triste” además tras el esfuerzo invertido en su recuperación, y hablaba también con Pedro Sánchez, profesor de Botánica de la Universidad de Murcia que impulsó su reconocimiento como árbol singular.
El almez llevaba un par de años dando problemas porque tenía dos troncos fusionados de árboles distintos que han crecido juntos y que con el tiempo se iban separando, detalla Zamora. Hace unos años se hizo una poda sanitaria, después se descargaron ramas principales y perdió algo de la estructura armoniosa anterior, “pero mantenía un estado de salud aparentemente bueno”. Sin embargo, se trata de un árbol aislado lo que, unido a una copa prácticamente desnuda, hace que le sea más difícil soportar vientos huracanados como el de esta noche y “no ha podido aguantar”.
Ahora, aunque hayan quebrado sus dos ramas principales, el árbol está vivo, por lo que hay que evaluar en qué estado ha quedado finalmente y ver si se puede dejar la base del tronco, en cuyo caso “rebrotará seguramente, pero no va a ser ni la sombra de lo que era”. Situado "en el paraje más simbólico del pueblo, que es la puerta al río y que está atravesado por un camino" era muy popular en la localidad. Eso sí, “el lugar sigue estando bonito y posee álamos, olmos y saúcos plantados con escolares, aunque haya perdido a su protagonista”.
El almez (Celtis australis L.) es casualmente un árbol de la familia de las Ulmáceas y es una especie catalogada 'De Interés Especial' en el Decreto sobre la Protección de la Flora de Murcia (Decreto 50/2003). Este ejemplar en concreto está incluido como 'Árbol de Interés Local' en el anexo VIII de la Ordenanza Municipal de Áreas Verdes y Arbolado Viario del municipio de Murcia, tal y como puede leerse en la cartelería instalada a su pie, donde se detalla que el tronco tiene un perímetro de casi 4 metros y el árbol alcanza los 18 metros, con casi otros 18 metros de diámetro máximo de la copa. Y por todo ello, y por su vigor, se consideraba que podría estar entre los diez mejores almeces a nivel nacional. En la página web Flora Protegida hay una completa entrada edicada a este magnífico árbol.
Mónica Rubio. Periodista y Bióloga
2021-06-17