Javier Murcia Requena: «Hacer el Inventario Ecológico del Mar Menor ha sido una aventura impresionante»
Aguja real (Tylosurus saurus imperialis). Imagen: Javier Murcia Requena para el Inventario Ecológico digital de flora y fauna del Mar Menor
El conocido fotógrafo submarino Javier Murcia Requena ha conseguido reunir más de cien especies de flora y fauna del Mar Menor, captando de cada una seis imágenes de alta calidad que se detienen en diferentes aspectos, y que han visto la luz hoy en el Inventario Ecológico digital de flora y fauna del Mar Menor, un enorme trabajo lleno de esfuerzos y de anécdotas que «ha sido una aventura impresionante», cuenta el naturalista con viveza.
Murcia Requena, que es también autor de los textos explicativos con los que se acompaña cada especie, es un gran conocedor de estas aguas. En sus archivos personales, abarrotados de imágenes, tenía fotografiada gran parte de la biodiversidad de la laguna costera, pero su acuerdo con la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia incluía aportar retratos recientes. Además, con el buceo como pasión, «me costaba menos trabajo meterme al agua que ponerme a revisar los 20 discos duros». Por ello, no ha dudado en estos últimos 16 meses en «rebuscar palmo a palmo» en la albufera y sumergirse en el puerto deportivo Tomás Maestre, en los canales o donde hiciera falta. «Si sabía que una especie estaba en el kilómetro 12 de La Manga, allí que he ido. En invierno, a buscar peces como el lenguado; en primavera, a la floración de Cymodocea nodosa... Ha sido de locos», cuenta alegremente.
El naturalista se comprometió en su día a incluir hasta 150 especies, «y cuando iba por la 120 ya pensaba que en qué me había metido», bromea. Además, se impuso la norma de añadir una especie sólo si veía más de tres ejemplares diferentes. Así que no paró, y en pleno confinamiento se introducía en las aguas para cumplir su objetivo, «siempre con permisos, pero la gente me miraba y me decía cosas. Y hasta me paró la policía en cuatro ocasiones. Ha sido una odisea». Pero no todo fueron momentos tan tensos. Destaca entre los mejores cuando en verano pudo verse acompañado por su hija, de ahora nueve años, para retratar, entre otras, a la medusa aguamala o acalefo azul (Rhizostoma pulmo). «¿Me va a picar?», le preguntaba, antes de olvidarse de su miedo y comenzar a señalar a otra especie y gritarle: «¡Papá, mira éste!».
Este ingente trabajo ha conllevado inmersiones de tres o cuatro horas durante 25 días de la temporada, y «no te puedes imaginar las horas que he metido», dice, pero ello le ha servido también para conocer mejor a su apreciado ecosistema. «Gracias a esto he visto muchas especies de las que tenía muy pocas imágenes, o ni siquiera sabía que estaban». También ha podido seguir el ciclo completo de muchas de ellas, porque la intención no era poner seis fotografías iguales, sino que cada una aportara algo nuevo. No en vano, la idea de elaborar este catálogo digital le surgió hace tiempo, ojeando uno similar del Amazonas, «pero éste es más chulo, aquél sólo tenía una imagen por especie. Decidí yo mismo incluir seis fotos, que es un disparate, pero merece la pena», y así ha ido buscando una imagen que retratara a la especie, otra que indicara algún detalle relevante, ha captado a los animales atareados en la puesta, o ha mostrado el ecosistema en el que se desenvuelven... «Esto me ha dado la oportunidad de ver a la fauna muchos días ocupada con distintas actividades. O ver especies escurridizas, como la anguila. Y también he podido saber de la proliferación de otras, como el fartet, que es muy abundante en algunas orillas someras», apunta entre sus últimos recuerdos.
Así, el recién publicado Inventario Ecológico resulta un documento completo y útil. Está dividido en tres apartados diferenciados. Los de flora y fauna contienen un índice con el nombre común de la especie y las imágenes se acompañan de textos informativos que abordan los epígrafes de 'cómo es', 'cómo vive' y 'algunas curiosidades'. El tercero está dedicado a los hábitats, a donde se asoman los arrecifes, los bancos de arena y las lagunas costeras.
El apartado de fauna recoge desde poríferos (esponjas) y cnidarios (anémonas y medusas) hasta moluscos, crustáceos, peces y equinodermos, dando muestra de la enorme biodiversidad faunística que alberga el Mar Menor. Según apunta la Comunidad Autónoma en la nota de prensa de su presentación oficial, destaca, entre los grupos de animales más notables, el de los moluscos y crustáceos, ya que algunos son de gran importancia en las cadenas tróficas o como recursos pesqueros. También se pueden encontrar peces en todos los ambientes que proporciona este ecosistema y a distintas profundidades, siendo un elemento de gran importancia dentro del ecosistema lagunar.
En el apartado de flora, continúa la nota, encontramos especies exclusivas y emblemáticas, pues algas y fanerógamas forman un importante ecosistema y son de vital importancia para muchas especies marinas, como moluscos, crustáceos, equinodermos, gusanos o peces, que encuentran aquí un lugar idóneo para vivir y cerrar sus ciclo vitales. Todo ello es fruto de la gran variedad de hábitats que rodea el Mar Menor, con gran variedad de especies fanerógamas, un grupo vegetal vital para el óptimo funcionamiento del ecosistema. Además, la vegetación bentónica es clave para el control de los aportes antrópicos de nutrientes en la laguna y, por tanto, de la calidad de sus aguas.
El propósito de este Inventario Ecológico, ha dicho hoy Miriam Pérez, directora general del Mar Menor, es «ser una ventana abierta a los valores ecológicos que alberga este enclave singular para uso y disfrute de la ciudadanía, estudiantes o profesionales que quieran conocer más y mejor sus maravillas biológicas. Dar a conocer a todo el mundo la riqueza que el ecosistema atesora y la diversidad de especies que podemos encontrar en sus aguas es la mejor forma de sensibilizar y educar ambientalmente a quien quiera contribuir en su mejora».
Se completará con nuevas especies
En un repaso a la nutrida web, Murcia Requena muestra especial cariño por los signátidos, de los que ha encontrado cinco especies: los dos caballitos de mar del Mar Menor, y tres agujas, de las cuales sólo ha tenido tiempo de introducir dos en el actual trabajo. Porque, completo como resulta el actual Inventario Ecológico, la idea es ir agregando poco a poco más nombres. «Lo más emblemático está, y también algunas rarezas, pero esto no ha acabado», se anima, para empezar a repasar en voz alta: «falta el mero, que llevo viendo desde hace cinco o seis años...».
Y es que Murcia, autor de varias publicaciones y una competa web con sus trabajos de fotografía submarina, le ha puesto mucha ilusión a esta nueva tarea. «Ha sido como ampliar mi guía en papel, que tiene 78 especies», compara, para añadir que ya una veintena de personas le han preguntado si el Inventario Ecológico saldrá en papel, cosa que le gustaría: «a ver si puedo», deja caer.
Mientras tanto, volverá a hacerse a las aguas, enfundado en los trajes de su patrocinador, Aqua Lung, al que nunca deja de agradecer, entre otras cosas, que le ceda dos equipamientos: «gracias a ello me da tiempo a que el mojado se seque y yo puedo hacer tantas salidas seguidas», explica, para agregar que, también debido a su grosor «puedo pasar más tiempo buceando, que es duro meterte al agua en invierno», reivindica. Así, bien sea invierno o verano, Javier Murcia Requena podrá seguir haciendo uso de su cámara, compartiendo con nosotros sus imágenes y conociendo un poco mejor al delicado ecosistema que es el Mar Menor.
Aspecto de la portada del Inventario Ecológico digital de fauna y flora del Mar Menor.
Resto de imágenes: medusa Rhizostoma pulmo 'escoltada' por la hija del autor, detalle del ojo de una anguila (Anguilla anguilla) y anémona de mar parda (Aiptasia diaphana), -las tres, de Javier Murcia Requena-; y un momento de la presentación, con el autor y Miriam Pérez, directora general del Mar Menor.