Los Valles submarinos del escarpe de Mazarrón, un espacio de alto valor ecológico en el que confluyen hábitats y especies de interés comunitario, acaban de incorporarse a la Red de Áreas Marinas Protegidas de España (RAMPE), según informa la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
La RAMPE tiene como objetivos asegurar la conservación y recuperación del patrimonio natural y la biodiversidad marina, así como proteger y conservar las áreas que mejor representan el rango de distribución de las especies, hábitat y procesos ecológicos en los mares.
Igualmente, busca fomentar la conservación de corredores ecológicos y la gestión de aquellos elementos que resulten esenciales o revistan primordial importancia para la migración, la distribución geográfica y el intercambio genético entre poblaciones de especies de fauna y flora marinas.
El escarpe es una imponente pared submarina de más de 2.600 metros de profundidad, considerado como parte del conjunto de escarpes que llegan de forma continuada desde Cabo de Gata hasta el Promontorio Balear. Este espacio incluye el medio marino comprendido entre las aguas situadas al sur de la isla del Fraile (Águilas) hasta 11,79 kilómetros en dirección Cabo de Palos (Cartagena). Alcanza una amplitud máxima de 88,16 kilómetros y un ancho de 26,85 kilómetros, cubriendo una superficie de 154.080 hectáreas.
La zona está ya previamente protegida en forma de Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y de Zona Especial de Conservación (ZEC), y entre el patrimonio natural que abriga destacan los hábitats de interés comunitario 'Bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina, poco profunda', 'Praderas de Posidonia (Posidonion oceanica)' y 'Arrecifes, así como las especies de interés comunitarioel delfín mular (Tursiops truncatus) o la tortuga boba (Caretta caretta).
Este espacio protegido tiene unas características fisiográficas y oceanográficas que originan una importante productividad y biodiversidad y lo convierten en un enclave marino de gran valía. Actúa como corredor migratorio y zona de alimentación de gran importancia para diversas especies de cetáceos, tortugas y aves marinas. Cuenta con importantes poblaciones de calderón común, calderón gris, ocasionales ejemplares de zifio de Cuvier, y, en la época migratoria, de cachalotes y rorcual común. Es una zona relevante para los delfines listado, común y mular. Asimismo, es área de especial interés para la tortuga boba y cuenta con arrecifes (como en la isla Escombreras, en Cabo Cope y fondos rocosos frente a La Unión) y fondos de mäerl (congregación de algas coralinas y las algas rojas, que ruedan sobre el sustrato movidas por el movimiento del agua, pero que tienen cierta tendencia de acreción).
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha integrado a la Red de Áreas Marinas Protegidas de España, en la Resolución de 16 de noviembre de 2020, un total de ocho zonas especiales de conservación marinas de la Región Biogeográfica Mediterránea de la Red Natura 2000. De ese modo, además del espacio de la Región de Murcia se suman el Área marina del cap Martinet, Arrecifes de Roquetas de Mar, El Saladillo-Punta de Baños, Fondos Marinos de la Bahía de Estepona, Fondos Marinos de Punta Entinas-Sabinar, Fondos Marinos Levante Almeriense y Estrecho Oriental. Asimismo, se ha incorporado también el Área Marina Protegida (AMP) el Corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo.
La Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación apunta en su Resolución que "los espacios marinos protegidos de la Red Natura 2000, por sus características intrínsecas, cumplen los criterios de integración definidos en el artículo 5 del Real Decreto 1599/2011, de 4 de noviembre, por el que se establecen los criterios de integración de los espacios marinos protegidos en la Red de Áreas Marinas Protegidas de España, en especial con el criterio de importancia para hábitats o especies amenazados, en peligro, en declive o regresión".
Para el AMP Corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo, además, agrega que destaca especialmente en la valoración los siguientes criterios: su importancia para hábitats o especies amenazados; su vulnerabilidad, fragilidad, sensibilidad, o lenta recuperación de sus hábitats o especies; su contribución a la conectividad; o su importancia para el desarrollo de alguna de las fases del ciclo biológico de ciertas especies.
2020-12-03