El nuevo análisis de WWF y Boston Consulting Group (BCG) muestra que el número de alertas de incendios en todo el mundo, en abril, aumentó en un 13% en comparación con el año pasado, que ya fue un año récord en incendios forestales, según informa en una nota de prensa la entidad conservacionista, que considera que un clima más cálido y seco debido al cambio climático y la deforestación, causada principalmente por la conversión del suelo para la agricultura, son las principales causas y que advierte de que los incendios forestales de 2020 podrían ser peores que los de 2019.

La organización también avisa de que en estos momentos están ardiendo California y la Amazonía, unos fuegos que se suman a un planeta en llamas y pueden hacer que 2020 supere las cifras récord alcanzadas en 2019.

Los seres humanos son responsables del 75% de todos los incendios forestales a escala mundial, si bien este porcentaje puede subir hasta el 95% en España, destaca el informe de WWF 'Incendios, bosques y futuro: una crisis fuera de control'. Para la entidad, si continúan las tendencias actuales, habrá consecuencias devastadoras a largo plazo debido a la liberación de millones de toneladas adicionales de dióxido de carbono a la atmósfera. Este es un factor más que se suma a los impactos inmediatos que diezman la biodiversidad, destruyen ecosistemas vitales, amenazan vidas, propiedades, formas de vida y economías, junto con el riesgo de graves problemas de salud a largo plazo para millones de personas en todo el mundo.

Entre las principales causas de este aumento constante de incendios forestales, el informe destaca las negligencias, como las quemas de rastrojos que se descontrolan, barbacoas y accidentes con maquinaria, "pero también puede haber clara intencionalidad, como el caso de la Amazonía, donde los fuegos son intencionados y están ligados al interés por deforestar para ampliar la superficie de cultivos o de pastos para la ganadería".

En concreto, la deforestación ha aumentado constantemente en la Amazonía brasileña, con alertas de deforestación de agosto de 2019 a julio de 2020 un 33% más altas que en el mismo período del año anterior. Los últimos datos muestran que los incendios en la Amazonía brasileña este año superan en un 52% el promedio de los diez años anteriores y casi una cuarta parte (24%) superior a los últimos tres años. Con las cifras de julio de la Amazonía brasileña, que muestran un aumento del 28% en el número de incendios durante el mismo período del año pasado debido a los altos niveles de deforestación ilegal, WWF está pidiendo que se tomen medidas de emergencia inmediatas, como prohibir la deforestación en la Amazonía durante cinco años. La organización también considera que Europa debe apoyar reforzando el marco legislativo para evitar que el consumo de alimentos, agrocombustibles y otros productos contribuya a aumentar la deforestación importada.

Para WWF, mención aparte merece el cambio climático causado por el hombre. El informe profundiza en la estrecha relación existente entre los incendios forestales y el cambio climático, que produce un aumento de las condiciones propicias para los incendios, como temperaturas más altas y períodos  de sequía más prolongados. En este sentido, WWF alerta de que en todo el mundo la temporada de alto riesgo de incendios forestales ha aumentado en seis semanas.

"Estas condiciones climáticas generan un círculo vicioso ya que aumentan las posibilidades de que se produzca un incendio", lo que a su vez destruye la vegetación que puede actuar como reservorio de CO2 y libera lo almacenado, agravando el cambio climático. Esto, dicen, se puede ver en California, donde las altas temperaturas y la prolongada sequía, unida a tormentas eléctricas, han provocado varios incendios (entre los que se encuentran el segundo y tercero más importantes de la historia), que han arrasado ya más de 500.000 hectáreas y se han cobrado siete vidas. Además, han obligado a evacuar a 115.000 personas y han destruido más de 1.500 estructuras.

Para hacer frente a este grave problema, WWF subraya que es imprescindible que los gobiernos del mundo se comprometan a adoptar medidas para frenar el cambio climático y cumplir con el Acuerdo de París, presentando este mismo año sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs, por sus siglas en inglés).

En España, WWF espera que el Parlamento apruebe el proyecto de ley de Cambio Climático y Transición energética manteniendo o incrementando los niveles de ambición para que España reduzca sus emisiones. También es importante que se invierta en medidas de prevención de incendios y de restauración de ecosistemas.

Según Luis Suárez, coordinador de conservación en WWF España, “en España el Gobierno tiene una gran oportunidad para impulsar una transición verde y justa y promover políticas de lucha contra el cambio climático y la conservación de la biodiversidad, gracias a los fondos para la recuperación económica que va a recibir de la Unión Europea”. “Esperamos que aproveche este momento para realizar una verdadera recuperación sostenible basada en la naturaleza”, concluye Suárez.

Cada año se quema un 3% de la superficie del planeta

Si bien la tendencia global desde que se tienen registros en 1900 es de un ligero descenso de la superficie quemada, debido a la mejora de los medios de extinción, a un territorio cada vez más fragmentado y a la disminución de la superficie de bosques en el mundo, WWF lamenta que desde 2010 cada año se han quemado alrededor de 4 millones de km2, lo que equivale al 3% de la superficie del planeta. Además, en ciertos países como EE.UU. o Canadá, la superficie afectada por incendios está aumentando y las previsiones del cambio climático apuntan a que las condiciones van a facilitar un aumento de estos incendios y que, si no actuamos de forma urgente, para 2100 se incrementará notablemente la superficie afectada y volveremos a la situación del 1950.

WWF entiende que es imprescindible un compromiso decidido de los países de todas las zonas más afectadas por los incendios forestales y, en particular, de la Amazonia y de las Cuenca del Congo, que tienen que desarrollar planes y políticas de deforestación cero de sus bosques primarios. Europa debe contribuir reforzando el marco legislativo para evitar que el consumo de alimentos, agrocombustibles y otros productos contribuya a aumentar esta deforestación importada. "Es urgente evitar la entrada de productos vinculados con la destrucción de los bosques y, al mismo tiempo, es imprescindible impulsar una transición agroalimentaria hacia sistemas alimentarios sostenibles".

Por último, del informe se desprende que es fundamental invertir en la conservación de los ecosistemas forestales a través de la protección de los mismos y del desarrollo de medidas que sirvan para prevenir estos grandes incendios, así como en su restauración.

2020-08-27

  • Galicia, agosto de 2016. Imagen:  Jorge Sierra / WWF
    Galicia, agosto de 2016. Imagen: Jorge Sierra / WWF.
  • Amazonía, Porto Velho, agosto 2019. Imagen: Michael Dantas / WWF
    Amazonía, Porto Velho, agosto 2019. Imagen: Michael Dantas / WWF.