WWF España ha solicitado a la Generalitat de Cataluña y al Ministerio de Transición Ecológica traslado de todas las actuaciones que se están realizando tras la muerte del oso Cachou, conocida el pasado 9 de abril en el Valle de Arán, en la vertiente norte de los Pirineos centrales, para descartar el uso de veneno, según informa la entidad conservacionista en una nota de prensa.

Entre la documentación solicitada se incluyen los análisis microbiológicos y patológicos sobre lesiones de órganos. Desde la organización confían en que todos estos análisis se estén realizando con absoluto rigor, pero avisan de que, en caso de que la información solicitada presente carencias o imprecisiones, adoptará las acciones oportunas.

WWF considera que el anuncio "prematuro" realizado por el Consejo General de Arán, atribuyendo la muerte del oso Cachou a causas naturales por una pelea con otro macho y una caída desde 40 metros, "fue totalmente inadecuado y alimenta el clima de desconfianza en torno a la veracidad de las causas de la muerte de este ejemplar", tal y como ya han manifestado otras organizaciones. "Los expertos consultados por WWF ponen en duda que, tras los datos de la necropsia preliminar aportados por la administración aranesa, pueda afirmarse sin dudas que se trata de una muerte natural, debido a la falta de heridas y contusiones propias de una muerte de este tipo", advierte el texto.

En una ampliación de la noticia en su web, WWFdetalla que, además de pedir "la comunicación de la necropsia completa, incluidos los resultados de los análisis toxicológicos, en busca de venenos", quieren además "conocer el informe técnico que especifica en qué condiciones se realizó la experimentación de un producto químico en carroñas para provocar la aversión de Cachou hacia la carne, para saber el nombre del producto, su fórmula, las dosis empleadas en qué cantidades de carroña, etc. y quién autorizó dicha experimentación sobre una especie protegida en peligro de extinción", toda vez que el animal "había sido señalado sin pruebas como el responsable de diversos ataques a ganado doméstico", recuerda la nota.

Igualmente, solicitan que la Generalitat de Catalunya conserve los restos del oso en condiciones idóneas para que se pueda realizar una segunda necropsia por otro organismo especializado, en caso de que fuese necesario esclarecer algunos resultados.

Este joven oso muerto en el Valle de Arán tenía 6 años y era clave porque aportaba una importante variabilidad genética a la población oriental de oso pardo, al no tener su padre parentesco con el oso Pyros, el macho dominante del que descienden casi todos los ejemplares de esta población. Para una población tan pequeña y tan endogámica como ésta, la muerte de dicho ejemplar supone una importantísima pérdida. No en vano, subraya WWF, los niveles de variación genética de esta población, que permiten su supervivencia, están entre los más bajos de los descritos en la literatura científica para esta especie, lo que sitúa a esta población en una situación crítica.

En este sentido, la página web de la entidad añade que, junto a otras organizaciones españolas "planteamos al Ministerio de Transición Ecológica que se evalúe el efecto de esta muerte sobre la viabilidad de la población pirenaica y la posibilidad de iniciar los procedimientos para la traslocación de un ejemplar macho desde la población osera de la Cordillera Cantábrica a los Pirineos, para compensar la muerte del oso Cachou y fortalecer la variabilidad genética de la población de osos en el Pirineo".

El texto recuerda también que este oso ha sido objeto de una constante polémica desde su marcaje, incluida la acusación de ataques, lo que llevó a la administración a aplicar un protocolo para el manejo de osos problemáticos y a que determinados sectores exigieran su retirada de la población de Pirineos. "Por esta razón, es crucial determinar de forma fehaciente si su muerte fue natural o resultado de un delito premeditado", por lo que WWF se ha dirigido al Director General de Políticas Ambientales y Medio Natural de Cataluña y al Secretario de Estado de Medio Ambiente, por tratarse de una especie en peligro crítico de extinción, reclamando a la mayor brevedad posible toda la documentación e informes procedentes de la necropsia de este joven macho.

Según Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España, “el oso es una especie en peligro crítico y no puede existir ni una sombra de duda sobre las razones de la muerte de Cachou, un ejemplar que había sido señalado públicamente por determinados sectores como responsable de daños al ganado en el Valle de Aran”. “Reclamamos la máxima transparencia y de forma urgente toda la información disponible a la Generalitat de Cataluña y al Ministerio de Transición Ecológica para descartar que la muerte de este oso haya sido premeditada”, concluye Del Olmo.

Las entidades españolas que han secundado esta solicitud de información, además de WWF, son Ecologistes de Catalunya, Fapas, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Ipcena, SEO Birdlife, Trenca y Naturaleza Rural, junto a más de una docena de entidades francesas.

2020-04-22

  • Un oso pardo. Imagen: WWF
    Un oso pardo. Imagen: WWF.