La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) ha liberado 25 ejemplares de anguila equipados con emisores de telemetría con el objetivo de investigar su comportamiento relacionado con el abandono del Mar Menor en su fase adulta y migración por el Atlántico.
Una red de sensores (receptores) colocados por la asociación en diferentes puntos pretende obtener información de los individuos marcados y sobre las fechas de abandono de la laguna, en una migración que les llevará a las costas de América para reproducirse.
Para esta operación, ANSE ha contado con la colaboración de investigadores del Marine and Environmental Sciences Centre (MARE) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa. Los investigadores portugueses han mostrado por segundo año consecutivo su asombro por la elevada población de hembras adultas de anguila y coincidido con ANSE en la importancia del Mar Menor para la conservación de la población de esta especie amenazada.
Este marcaje da continuidad al desarrollado a finales de 2018, cuando 20 anguilas fueron equipadas mediante este sistema de seguimiento, utilizado por primera vez para esta especie en España, para establecer las fechas de salida de las anguilas hacia el Mar de Los Sargazos de cara a la gestión de la pesca.
Desde el pasado mes de octubre, investigadores de ANSE han venido marcando nuevamente y liberando unas 100 anguilas capturadas por la flota artesanal del Mar Menor, con el objetivo de avanzar en el conocimiento de las pesquerías de esta especie. Al finalizar esta nueva fase, ANSE espera haber marcado más de 1.200 anguilas mediante marcas externas.
En el Mar Menor tiene lugar una de las mayores pesquerías europeas de anguila teniendo en cuenta la superficie de la laguna, con un volumen de capturas de unos 18.000 kilogramos en 2018, aunque fue considerablemente mayor en el pasado. Sus capturas han descendido durante las últimas décadas, pero la mayor laguna litoral española sigue siendo clave para la conservación de la especie, incluso después de la mortalidad masiva de peces ocurrida el pasado mes de octubre.
La correcta gestión de las pesquerías se convierte en un elemento crucial para la conservación de la anguila, por lo que los planes de conservación europeos y nacionales recomienden evitar o al menos reducir la captura de ejemplares reproductores en especies tan longevas, facilitando el “escape” de al menos un 40% de estos individuos para facilitar su migración.
Las anguilas europeas, consideradas 'En Peligro Crítico de Extinción', siguen siendo grandes desconocidas para la ciencia. De hecho, la información disponible aún es escasa. En los últimos 30 años las anguilas juveniles pueden haber disminuido hasta el 90% y las maduras hasta más de la mitad, y sus poblaciones están cayendo de forma alarmante, sobre todo por amenazas como la pérdida de hábitat, la sobrepesca y la construcción de grandes infraestructuras en los ríos que impiden su migración.
Se trata de una de las especies más singulares del Mar Menor en relación a la complejidad de su ciclo reproductor, pasando por diferentes fases desde la etapa larvaria hasta la madurez. Este animal se reproduce en un único punto del Planeta, el mar de los Sargazos, en el Atlántico norte, frente a las costas de EEUU y El Caribe. Tras cruzar el océano en un viaje de más de 6.000 kilómetros que dura dos o tres años, llega a estuarios y desembocaduras de ríos europeos empujado por las corrientes marinas. Allí se convierten en angulas capaces de nadar y ascender por los cauces de los ríos o se distribuyen por lagunas y humedales, donde alcanzan la madurez transcurridos entre 6 y 12 años. Las anguilas plateadas inician luego el viaje de vuelta hasta su lugar de nacimiento, donde mueren.
2019-12-18