La población del fartet, pez endémico del litoral de la península Ibérica y catalogado en peligro de extinción, ha desaparecido en estado silvestre del entorno del río Chícamo a su paso por la localidad de Abanilla, según recoge el 'Seguimiento biológico de fartet (Aphanius iberus) en la Región de Murcia 2017-2018' publicado por la Comunidad Autónoma. Por contra, el informe anuncia que ha aparecido una nueva y mínima población aguas abajo, en Fortuna.
El trabajo detalla que la población de Abanilla dejó de observarse tras la riada de 2012 y los muestreos han resultado negativos.
Resulta interesante saber que el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii), especie exótica invasora que excava el fondo del río impidiendo que se arraigue la vegetación y que depreda sobre el fartet, está presente desde la cabecera del río Chícamo hasta el Canal de Abanilla, a donde se derivan las aguas de este río. Afortunadamente, la población de gambusia (Gambusia holbrooki), otra especie exótica invasora y competidora del fartet, fue erradicada en la cabecera del río con el anterior proyecto LIFE y sigue ausente.
La sorpresa de este trabajo es que la prospección de nuevas zonas aguas abajo del Chícamo, en Rambla Salada de Fortuna, permitió encontrar en 2018 dos individuos de fartet. Se desconoce si se trata de una colonización de la zona tras la riada del 2012 vía Embalse de Santomera, o si ha sido introducido. Aquí, la comunidad ictícola está dominada por la gambusia, especie muy abundante en el embalse propiamente dicho. La investigación considera que este hábitat es adecuado y la Comunidad anuncia que se seguirán prospectando nuevas zonas aguas arriba de la rambla donde la salinidad es más alta y por tanto la proliferación de gambusia esté comprometida. Estos trabajos corresponden a los que se deben de haber realizado ya a lo largo de este 2019.
La publicación comunitaria recuerda que, de esta manera, el pez ahora se distribuye en tres zonas bien definidas dentro de la Región de Murcia. La principal es el Mar Menor y humedales adyacentes, incluyendo las Salinas de San Pedro del Pinatar, las Salinas de Marchamalo y las Salinas del Rasall. Se halla también en la laguna de decantación de la depuradora de Mazarrón y charca contigua, adyacentes a la Rambla de las Moreras y, por último, está esta nueva localización en Rambla Salada de Fortuna.
"De las tres zonas disjuntas donde se encuentra el fartet, es en el Mar Menor y sus humedales adyacentes donde es más continua su presencia, aunque sigue perdiendo hábitat respecto a la distribución en los años 80 ya que prácticamente ha desaparecido de la Hita", apunta el texto. En este entorno, las subpoblaciones que se encuentran más amenazadas son las de La Hita, El Carmolí y Lo Poyo, mientras que se hallan en mejor estado de conservación y menor grado de amenaza las que habitan las Encañizadas, Punta Lengua de Vaca y el canal de alimentación de las salinas de Marchamalo. El informe subraya que "se necesitan mejoras urgentes en el hábitat para el fartet consistentes en la creación de charcas con contacto con el Mar Menor en los humedales de La Hita, El Carmolí y Lo Poyo".
Por su parte, en la Rambla de las Moreras "ha desaparecido de la laguna que se forma en la desembocadura al Mediterráneo. La población presente en la laguna de decantación de la depuradora tiene baja abundancia y la estructura de edades es deficiente. En la charca a continuación de esta, que actúa de filtro verde, los parámetros poblacionales indican una calidad intermedia".
Por otro lado, el escrito recuerda que se conservan tres stocks cautivos del Grupo Poblacional Operativo Río Chícamo en balsas o charcas particulares autorizadas, una en Abanilla y dos en Fortuna.
En lo que se refiere a una serie de ejemplares que aparecieron en una balsa de la Sierra de La Muela en Cartagena, procedentes de una liberación de origen desconocido, la Comunidad informa que fueron retirados y trasladados al Acuario de la Universidad de Murcia.
El fartet cuenta con un Plan de Recuperación aprobado en el que se contempla la necesidad de realizar el seguimiento biológico de las poblaciones y en el que se enmarca este trabajo. Además de la abundancia se determina si la población está bien estructurada tanto en edades (tamaño) como en proporción de sexos. Del mismo modo, se toman diferentes variables ambientales en cada estación como la profundidad, temperatura o vegetación acuática, entre otras, con el fin de determinar la calidad del hábitat para el animal y su evolución, además de registrar las amenazas de origen antrópico detectadas en el lugar. Las acciones de prospección, muestreo y seguimiento, en su caso, de las poblaciones a las que se refiere este informe se realizaron durante los años 2017 y 2018 con tres campañas anuales: primavera, verano y otoño.
Todo ello, para determinar el estado de conservación de las poblaciones de esta especie que, históricamente, fue muy abundante en el río Segura a su paso por Murcia, en los canales de riego de su huerta, y en el entorno del Mar Menor.
2019-12-14