Pilar de la Rúa, catedrática de la Universidad de Murcia
"No sólo abejas; mariposas y otros insectos también están desapareciendo por las actividades del ser humano"
Conocida y aprovechada desde la antigüedad, la abeja es uno de los insectos más apreciados por la humanidad. Bajo esta denominación se agrupan en realidad miles de especies descritas y otras muchas que están en lista de espera, si llegamos a tiempo, entre las que hay ejemplares comunales y solitarios, abejorros y, cómo no, la más popular: la abeja doméstica, la gran productora de miel. Dulce aparte, este grupo animal cumple también una imprescindible función como polinizador de la flora silvestre. Pero últimamente, las noticias sobre el estado de sus poblaciones han llegado a ser alarmantes, advirtiendo incluso de su posible desaparición. ¿De verdad es tan grave la situación de la abeja? Para la doctora Pilar de la Rúa, que este lunes impartirá una charla titulada 'No solo la miel importa: riesgos del declive de los polinizadores’, la situación es variable según cada país e incluso entre las regiones, y en la Región de Murcia la amenaza tiene gran relación con los agroquímicos.
"Las abejas son fascinantes como insectos sociales", se recrea De la Rúa, que es profesora e investigadora en la Universidad de Murcia y especialista en la abeja melífera europea. No en vano, su Tesis versó sobre las poblaciones ibéricas y canarias de estos animales. "Las considero un insecto paradigmático como centinela de lo que está pasando a nuestro alrededor", señala, y advierte: "No sólo están desapareciendo las abejas, sino también mariposas y otros insectos, y todo es por el efecto de las actividades del ser humano". La finalidad última de su trabajo en el centro docente es la conservación de la naturaleza, amén de que "tengo la oportunidad de viajar y conocer a gente muy interesante, no solo académicos sino también apicultores", se alegra.
Conocedora de cómo están las cosas, describe que "la situación de las abejas es variable según cada país e incluso entre las regiones de un mismo país. Así, en uno de los últimos trabajos publicados sobre pérdidas de colmenas de la abeja de la miel, se hablaba de un riesgo significativo en Valencia y Castilla-León y no significativo en Aragón, Castilla-La Mancha y Madrid".
Aparte de las abejas, hay otros muchos animales, y no solo insectos, que son polinizadores. Sin embargo, la importancia de este grupo radica en que, como relatan diversos estudios, el 85 por ciento de las plantas europeas dependen de las abejas para reproducirse. Con la polinización de la flora silvestre, su presencia favorece la biodiversidad de los ecosistemas. Felizmente, en España hay unas 1.000 especies de abejas, y la abeja de la miel (Apis mellifera) es sólo una de ellas, si bien "es cierto que al ser manejada por el ser humano, la abeja doméstica tiene un papel mucho más importante en la polinización", defiende la experta. Además, añade, "está distribuida por todos los continentes excepto los helados y, a escala mundial, la pérdida de colmenas está ocurriendo en mayor o menor medida en todos ellos", aunque, vuelve a su denuncia, "también se ha registrado el declive de poblaciones de polinizadores, sobre todo en abejorros".
En general, cuenta la experta, Apis mellifera es polinizadora de muchos tipos de cultivos, "aunque hay casos en los que otros polinizadores funcionan mejor, como el abejorro en el caso del tomate o las bayas. Y hay circunstancias en los que la abeja de la miel desplaza a otros fecundadores que pueden ser igual de efectivos que ella", describe.
La importancia de la abeja en la vida de la flor acaba de quedar nuevamente respaldada por un original estudio sobre la capacidad de ésta de reconocer el zumbido de estos insectos. Recién publicado en National Geographic, señala que "minutos después de detectar las vibraciones de las alas de los polinizadores, las plantas aumentaron temporalmente la concentración de azúcar del néctar de sus flores. En efecto, las propias flores hacían las veces de oídos que captaban las frecuencias específicas de las alas de las abejas y descartaban sonidos irrelevantes como el viento", indican los investigadores en un trabajo realizado con una planta conocida como onagra costera.
Las transformaciones del uso del suelo, el cambio climático o el empleo de sustancias químicas para el control de las plagas agrícolas están entre sus principales amenazas. Popularmente, la última ha obtenido un gran eco, si bien la doctora aclara que "según las regiones, unas son más impactantes que otras. De hecho, aquí en la Región de Murcia, que es eminentemente agrícola, el impacto de los agroquímicos es mayor".
La avispa asiática se asoma entre los posibles peligros. "Es un amenaza porque se ha visto que también ataca al ser humano y ha habido muertes de personas alérgicas. Según los modelos de distribución, se supone que no llegará a la Región de Murcia por una cuestión climática: hace demasiado calor en verano; pero habrá que estar atentos y vigilantes", sostiene la bióloga.
UN POCO SOBRE LA MIEL
A la hora de elaborar la miel, las abejas no escogen la flor, sino que van a la flor que tienen más cerca. Los apicultores desplazan las colmenas hacia los cultivos o los árboles que están en flor y así se aseguran de que casi toda la miel que produzcan las colmenas tenga la misma procedencia. "Así pueden vender la miel como monofloral y con mayor valor añadido", cuenta la doctora Pilar de la Rúa.
"No es que haya miel mala", añade la experta, y advierte: "es que hay casos de fraude con sustancias que se venden como miel cuando no lo son, o cuando se dice que la miel tiene un origen (y por ello se vende más cara) y en realidad es de otro".
Para la catedrática, es necesario “conocer políticas y medidas de gestión para proteger a las abejas”. "No es que estemos haciendo cosas mal, si no que no se está haciendo lo suficiente. En Francia -pone como ejemplo- se están dejando márgenes de flora silvestre en los cultivos para que las abejas tengan acceso a otras fuentes de nutrientes más diversas. Pequeñas acciones como éstas se ha visto que mejoran la nutrición de la abeja de la miel y mantienen la diversidad de otros polinizadores".
De la Rúa investiga en el Departamento de Zoología y Antropologia Física de la Facultad de Veterinaria. El colmenar del Campus lo lleva el profesor José Serrano, director de Tesis de la profesora, mentor y amigo desde hace más de 20 años. "Yo ayudo cuando llega la temporada de más trabajo, en primavera, cuando hay que sacar la miel de las colmenas, dividirlas y cuidarlas para que aguanten el verano. Mi día a día sería estupendo si lograra un equilibrio para dedicar tiempo a las tareas propias de la investigación y de la docencia y menos a la gestión, pero últimamente no es el caso", reconoce.
Ahora acaba de empezar a trabajar en un proyecto europeo llamado PoshBee con el que se pretende mitigar los riesgos para la salud de las abejas con la finalidad de realizar prácticas apícolas y agrícolas sostenibles y adecuadas. El proyecto se extiende hasta junio de 2023 y tiene entre sus objetivos "proporcionar la primera cuantificación pan-europea del peligro de exposición a los productos químicos para las abejas manejadas y silvestres", señala el folleto informativo. El trabajo, que aspira a "desarrollar una nueva herramienta de monitoreo molecular, o ‘tarjeta de salud’ para las abejas, que mida la exposición química, los patógenos, las capacidades inmunes, y el estado nutricional", pretende al mismo tiempo "contribuir a mantener poblaciones de abejas sanas, una apicultura sostenible, y la sostenibilidad de la polinización en toda Europa". Una interesante ayuda para la esencial supervivencia de las abejas en nuestros ecosistemas.
CHARLA: ‘No solo la miel importa: riesgos del declive de los polinizadores’. Lun, 28/01/2019 - 19:30 h. Sala de Ámbito Cultural del Corte Inglés. Murcia.