La organización conservacionista WWF urge al Gobierno a crear un centro de rescate de referencia que organice la llegada de los animales incautados vivos del tráfico de especies en las fronteras españolas y garantice su conservación, como primera medida para solucionar la situación de precariedad por la que atraviesan estos seres vivos, según informa en una nota de prensa.
Para WWF, "el incumplimiento de las obligaciones del Gobierno se traduce en caos administrativo y en el abandono de los distintos centros de rescate. Esto, unido a la falta de planes de repatriación, condena a estos animales a estar encerrados de por vida".
Según el estudio presentado por la entidad titulado ‘El negocio de la extinción en España’, nuestro país es puerta de entrada a Europa de importantes cantidades de animales que pertenecen al tráfico de especies silvestres, uno de los delitos organizados más lucrativos a nivel mundial, después del tráfico de drogas y armas.
Entre 2005 y 2012 se incautaron en España casi 41.000 especímenes de Cites (el convenio internacional que regula el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres para que no constituya una amenaza para su supervivencia), de los que grandes cantidades correspondían a animales vivos: unos 7.800 reptiles, más de 500 monos y alrededor de 2.500 aves. "Dada la importancia de nuestro país en el tráfico de especies, WWF España ha lanzado una campaña para pedir a los ciudadanos y al Gobierno su compromiso en la lucha contra la caza furtiva de especies en peligro en todo el mundo, que cuenta ya con casi 74.000 firmas", detalla el texto.
La nota lamenta que "pese al importante tráfico de especies que registra, España carece de un centro de rescate de referencia al que llevar todos estos especímenes vivos en cuanto son incautados para garantizar los cuidados adecuados antes de valorar su posible traslado a otro centro especializado o su repatriación. La ausencia de dicho centro hace que estos animales queden en manos de los propios traficantes o bien sean trasladados a un centro que los acoge voluntariamente, pese a no contar con los medios y recursos necesarios".
Además, por la ausencia de los necesarios planes de repatriación, "estos animales están condenados a permanecer en estos centros el resto de su vida en lugar de ser devueltos a su hábitat natural", avisa.
En España existen 35 centros que alojan cerca de 13.000 ejemplares decomisados de más de 200 especies diferentes. Sin embargo, tan sólo cinco de estos centros cuentan con el correspondiente convenio de colaboración y la aportación que hacen las autoridades es totalmente insuficiente, pues cubre solo una parte mínima del coste real de manutención de estos ejemplares (menos del 10% de los gastos reales).
Así, "se está dejando en manos de las ONG y de la buena voluntad de entidades privadas una responsabilidad del Gobierno, que está incumpliendo sus obligaciones y sus compromisos internacionales", advierte la organización.
WWF remitió este verano una carta al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, como máxima autoridad administrativa del convenio Cites, alertando sobre estos problemas y solicitando una mejora en la situación actual sin que, hasta la fecha, haya recibido contestación alguna.
“El Gobierno debe asumir su responsabilidad y poner orden en la situación de caos y abandono que se ha venido creando en todos estos años. La gestión de los especímenes vivos es una asignatura pendiente de nuestras administraciones que tiene numerosas implicaciones negativas, como la muerte de ejemplares, la acumulación de los animales, situaciones de precariedad en determinados centros o la falta de control sobre los mismos”, asegura Luis Suárez, responsable del programa de especies de WWF.
Para resolver esta situación, además de establecer urgentemente un centro de referencia, la organización reclama "otras medidas imprescindibles como la creación de un registro de especímenes para saber con precisión cuántos animales incautados existen en España y dónde se encuentran en cada momento. También la firma de convenios de colaboración con todos los centros que acogen ejemplares de Cites y su correspondiente dotación económica para que puedan realizar esta labor en las condiciones adecuadas".
Por último, WWF considera que el Gobierno debe elaborar planes de repatriación para los especímenes más valiosos (especies raras y amenazadas) y aquellos que son incautados con mayor frecuencia, con el fin de que puedan ser devueltos a sus hábitats naturales y firmar los correspondientes convenios de colaboración con los países de origen.
2018-10-04