Una nueva investigación ha demostrado que el pollo hembra de la avutarda (Otis tarda), un ave esteparia de notable tamaño, recibe menos alimento de su madre que su hermano, mucho mayor y más competitivo, según informa en una nota de prensa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), que ha participado en el trabajo.
La competencia entre hermanos de una misma camada o nido por el alimento proporcionado por sus progenitores es un hecho habitual en la naturaleza. Los más débiles pueden terminar muriendo, especialmente en años de escasez de recursos. En el caso de las avutardas, esta desventaja suele afectar más al pollo hembra cuando comparte los cuidados maternos con un hermano, al ser éste mucho mayor y más competitivo que ella. La competencia entre ambos sexos puede acabar con la muerte por inanición de la hermana.
Los investigadores señalan que los pollos de avutarda tienen un periodo de dependencia materna de entre 6 y 18 meses. Aunque durante este periodo buscan ellos mismos su comida, reciben alimento adicional de la madre. "Para alcanzar el tamaño adulto, los pollos macho necesitan crecer más rápido y, por tanto, demandan más cuidados maternos que sus hermanas. Sabemos que el cuidado que la madre proporciona al pollo influye directamente en el éxito reproductivo de sus hijos cuando alcanzan la madurez, pero no en el de sus hijas", explica el investigador del MNCN Juan Carlos Alonso. "Además, en especies poligínicas, en las que un macho exitoso fecunda a numerosas hembras, y cada una de éstas puede criar a uno o dos pollos por temporada, un hijo bien criado puede proporcionar muchos más nietos a su madre que una hija. Con estos datos cabría esperar que las madres de dos pollos de distinto sexo atendieran más al macho que a la hembra, para tener más descendencia".
Los investigadores han observado las interacciones entre los pollos y sus madres en familias con dos pollos de diferente sexo, comparándolas con familias de dos pollos hembra, dos pollos macho, y un solo pollo. "Hemos comprobado que en familias con dos pollos de sexo diferente los hijos reciben alimento de sus madres el doble de veces que las hijas, pero no porque exista una preferencia materna", explica Alonso. "Lo que ocurre es que los pollos macho permanecen más cerca de la madre que sus hermanas, consiguiendo así más comida. Cuando la madre captura una presa y la ofrece a ambos pollos, casi siempre es el macho quien la alcanza antes", detalla.
En familias con pollos del mismo sexo ambos pollos reciben alimento con la misma frecuencia, y en las de un solo pollo hembra, este recibe más comida de su madre que cuando comparte la atención materna con un hermano. "Nuestra conclusión es que las diferencias entre pollos macho y hembra en familias mixtas no implican una voluntad de manipulación por parte de la madre, sino que es la mayor competitividad de los machos, consecuencia de sus mayores requerimientos alimentarios derivados del fuerte dimorfismo sexual de esta especie, la que determina que las hermanas reciban menos alimento y sufran mayor mortalidad cuando tienen un hermano que cuando están solas", concluye Alonso.
El hallazgo, en el que además del MNCN-CSIC han colaborado las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid, se recoge en un artículo que han publicado en la revista Animal Behaviour.
2018-07-25