Un equipo científico está estudiando el estado y evolución de las aguas profundas del Mediterráneo Occidental a raíz del abrupto cambio en sus características que experimentaron tras el frío invierno de 2005, y que es particularmente visible en sus valores de temperatura y salinidad, según indica el Instituto Español de Oceanografía (IEO) en una nota de prensa. Aunque la evolución de esta agua anómala ha podido ser seguida desde entonces gracias a las campañas oceanográficas Radmed del IEO, la presencia de una línea de fondeo situada en el noreste de Menorca permite observar procesos y cambios con un mayor detalle.
La estructura fondeada está formada por una línea de aproximadamente 2.400 metros de longitud unida a un peso muerto formado por un conjunto de tres ruedas de tren (de unos 300 kilogramos cada una), que evitan que ésta se mueva de su posición. A lo largo de la línea, a diferentes profundidades de interés, se encuentran anclados los distintos equipos de medida. Una serie de boyas dan sustentación a la estructura y garantizan su verticalidad, permitiendo que la instrumentación no varíe sustancialmente su posición a lo largo del tiempo. Finalmente, al inicio de la línea, una baliza Argo permite su localización por satélite.
Las sondas y equipos científicos instalados en la línea de fondeo registran datos en continuo de temperatura, salinidad, presión, corrientes, partículas en suspensión y turbidez, que permitirán estudiar el estado y evolución de estas aguas profundas.
Precisamente, el equipo científico, formado por seis investigadores del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO, realizó la semana pasada el mantenimiento de esta línea de fondeo instalada en una estación profunda y cuyo objetivo es aportar datos que expliquen la nueva situación de estas aguas. A bordo del buque Ángeles Alvariño, los científicos realizaron el mantenimiento de los equipos de fondeo y la revisión de los elementos estructurales y de flotación. Además, tomaron medidas de temperatura, salinidad y presión con un sensor CTD para verificar el funcionamiento del fondeo y calibrar las medidas obtenidas.
La línea de fondeo lleva instalada en una estación fija al noreste de Menorca, llamada Estación Jaume Ferrer, desde septiembre de 2015 y se realizan periódicamente mantenimientos, así como la descarga de los datos obtenidos de acuerdo con los objetivos del proyecto financiado por el Plan Nacional de I+D+i del Minieco 'Estudio de la anomalía termohalina en las aguas profundas del Mediterráneo Occidental y su relación con las oscilaciones climáticas', de acrónimo Athapoc y referencia CTM-2014- G54374GR.
2017-09-19