Os mostramos (abajo) algunos de los cepos que utilizan los furtivos en España para la captura de animales salvajes.
En este caso, se trata de artilugios de fabricación casera con sistema de propulsión de lazo, capaz de capturar cualquier tipo de animal silvestre.
Los tramperos suelen colocar estos cepos en los senderos por donde transitan los animales, o próximos a balsas de agua, para asegurarse las piezas, y en ocasiones tras su uso los dejan ocultos entre la maleza.
Así ha ocurrido recientemente en Albacete, donde efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la localidad de Alcaraz han localizado los cepos de la imagen, así como dos capturaderos para apresar reses y una jaula-trampa para jabalíes. Este descubrimiento ha tenido lugar en el curso de una investigación en la que han podido descubrir seis jabalíes, dos cabras monteses machos y otras dos hembras (foto de la derecha) en cautividad y que habían sido capturadas del medio natural mediante el empleo de estas trampas.
Según una nota de prensa de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, el hallazgo comenzó cuando, en una inspección en el río Povedilla, los agentes se encontraron en una de sus márgenes con los cadáveres de dos jabalíes y de una cabra montés.
Ante la posible contaminación del agua, la primera actuación fue comunicar el hecho al Ayuntamiento de Povedilla, desde donde se alertó a los vecinos del municipio para que se abstuvieran de captar agua del río para consumo humano.
A continuación, las investigaciones apuntaban a que estos animales salvajes pudieran provenir de una explotación ganadera próxima al lugar del hallazgo de los cadáveres, por lo que se llevó a cabo una inspección en la que la Guardia Civil descubrió la existencia de los jabalíes y las cabras montesas citadas, que estaban en cautividad sin autorización. El propietario de la explotación no pudo acreditar la procedencia de ninguno de los animales, que carecían de cualquier control sanitario y alguno de los cuales presentaba síntomas de estar infectado con sarna.
El veterinario de la propia explotación, presente en la inspección realizada por la Guardia Civil, manifestó el evidente riesgo de contagio existente para las personas y para los animales de producción de la explotación, por lo que aquellos tuvieron que ser sacrificados. Sus cuerpos fueron retirados por una empresa habilitada para tal fin.
Según determinó la investigación, uno de los denunciados había estado utilizando los cepos hallados y los había colocado incluso cerca de la única balsa de agua de la que dispone una finca cercada.
Para tener este tipo de especies cinegéticas en cautividad es preciso disponer de una autorización del órgano territorial competente en el lugar donde vaya a permanecer el animal; en este caso, de la Dirección Provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Albacete, debiendo así mismo justificarse la procedencia legal. Por este motivo, el Seprona ha denunciado a dos vecinos de Povedilla por infracciones a las legislaciones de caza, de conservación de la naturaleza, de sanidad animal y aguas. Estas denuncias fueron remitidas a la Delegación Provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Albacete y a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.