Rafael Rebolo, director del Instituto de Astrofísica de Canarias
"Si llega un asteroide nos escaparemos..., pero no si cae antes de 20 años"
El director del Instituto de Astrofísica de Canarias y conocido divulgador del universo, Rafael Rebolo, se mostró ayer convencido de que si un asteroide avanza en línea de colisión hacia la Tierra, "nos vamos a escapar de eso, pero no si ocurre antes de los próximos 20 años". Rebolo hizo esta afirmación al finalizar su charla titulada 'Luces del Universo', que tuvo lugar en el Museo de la Ciencia y el Agua, con la que se adentró en los procesos de la luz como principal mensajero de los fenómenos cósmicos.
El científico recordó que "ya sabemos colocar una nave en la superficie de un cometa", tal y como logró hacerse con el módulo Philae - en referencia al aparato perteneciente a la sonda Rosetta, que se posó sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y que 'despertó' el pasado junio tras casi siete meses sin baterías-. Tras este hito, lo siguiente es llevar una carga nuclear al cuerpo celeste, "no para fragmentarlo, que sería un error, sino para desviarlo de su órbita", aclaró. "Colocar la carga es en realidad un problema muy serio, pero alguna vez habrá que hacerlo", dijo.
Algunos términos
- Meteoroides: fragmentos de cuerpos estelares (polvo, hielo y roca), generalmente restos de asteroides o cometas o de la formación del sistema solar. Cuando están cerca de la Tierra, la gravedad los atrae. La mayoría son tan pequeños que se vaporizan al alcanzar la atmósfera, dejando un rastro brillante, que conocemos como “estrella fugaz” (ver "meteoro").
- Meteoritos: meteoroides que cruzan la atmósfera terrestre y alcanzan la superficie de la Tierra.
- Meteoro: fenómeno luminoso que se produce cuando los meteoroides entran en contacto con la atmósfera. El fenómeno también se conoce como “estrella fugaz”.
- Cometa: cuerpo celeste formado por hielo, polvo y rocas, que gira alrededor del Sol.
- Asteroide: cuerpo rocoso, de carbono o metálico, menor que un planeta y mayor que un meteoroide.
La cuestión se había planteado ante la pregunta de un asistente a la conferencia, sobre la amenaza de impacto por meteoritos. "Sí que existe un riesgo", reconoció al respecto Rebolo. De hecho, detalló que "estamos siendo bombardeados por meteoroides de 40 ó 50 centímetros de diámetro constantemente, pero se volatilizan al llegar a la atmósfera". ¿Y qué riesgo hay de que caiga uno de un kilómetro de diámetro?, pues mínimo, según el experto, pero de consecuencias enormes. Si cae en el mar, recordaba, se producirían tsunamis de dimensiones gigantescas y las zonas costeras quedarían arrasadas; mientras que si cae en tierra, provocaría un invierno de varios años.
Sin embargo, no solo no es probable que esto ocurra, sino que es están haciendo verdaderos esfuerzos para caracterizar los asteroides y cometas más cercanos, de forma que si existe un riesgo estemos sobre aviso. En todo caso, resumió, "ahora mismo no tenemos la capacidad de resolver el problema".
No es el único reto que vamos a tardar todavía un tiempo en solventar. También tendremos que esperar, por ejemplo, para conocer la verdadera historia del universo. "Lo vamos a saber la década que viene", aseguró Rebolo, y señaló que la UPCT formará parte de esta revelación a través de su participación en la construcción del satélite Euclides que, entre otros aspectos, ayudará a construir un mapa tridimensional del universo y ofrecerá datos sobre la formación de las primeras galaxias. El satélite, que pertenece a la Agencia Espacial Europea (ESA), se lanzará en 2019, y la universidad cartagenera trabaja en la unidad de control del instrumento que utilizará el espectro del infrarrojo cercano.
Pero el gran misterio del cosmos, para el investigador, son los agujeros negros, "uno de los grandes desafíos de la Astrofísica". "En el interior de todas las galaxias, en su núcleo, está lo más interesante", sostuvo en referencia a estos fenómenos. Su existencia se sabe desde hace unos 20 ó 30 años, cuando se observó cómo surgían unos hasta entonces desconocidos chorros de luz y de material. Los agujeros negros, detalló, expulsan materia a 200.000 kilómetros por segundo, sucesos que "en nuestra galaxia no son tan frecuentes, por eso podemos vivir relativamente bien aquí", bromeó.
La expansión acelerada del universo es otro de los grandes enigmas. "Muchos científicos la consideran el gran problema de la Física y de la Ciencia. No tenemos aún una explicación. Sabemos que existe una fuente de energía para que eso ocurra, pero aún no conocemos cuál es", dejó caer el experto, quien, junto a su equipo, fue el descubridor de las enanas marrones,objetos a medio camino entre las estrellas y los planetas gigantes, en 1995.
Habló, además, de la materia negra, la energía oscura, el origen del agua en la Tierra o la evolución de las estrellas, entre otros temas. Incluso de los agujeros blancos, una conjetura que defiende la existencia de áreas en el universo por donde volvería a salir la materia capturada por los agujeros negros. "Algunos científicos los predicen, pero no hemos detectado ninguna evidencia de ellos, mientras que de los agujeros negros sí, y son insaciables en la concentración de materia", rebatió el investigador.
Dos mil millones de galaxias en el universo, 150.000 millones de kilómetros entre la Tierra y el Sol, 100.000 millones de estrellas en la Vía Láctea, 200.000 años luz de diámetro de la galaxia y otras cifras astronómicas se pasearon también por la ponencia, organizada en el marco de La semana de la Luz de la Universidad de Murcia, y que despertó el interés tanto de principiantes en la materia como de los numerosos estudiantes universitarios presentes.
(Nota: imagen del profesor Rebolo durante la charla, cortesía de Alberto Payá, Museo de la Ciencia y el Agua).