Más de un centenar de nacras están consiguiendo sobrevivir a la mortalidad masiva en el Mediterráneo español, según revela en una nota de prensa el Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC), que ha monitorizado estos ejemplares en el marco de una reciente investigación en colaboración con investigadores del Inagea, Irfap-Limia, Imedea y el Imedmar-UCV,

Estos ejemplares de Pinna nobilis, la especie de bivalvo más grande y endémica del Mediterráneo, se han localizado en mar abierto, "aunque su número es muy reducido y su distribución geográfica se ha visto drásticamente limitada", detalla la nota.

Los resultados constatan que esta especie continúa al borde de la extinción tras la mortalidad masiva que ha sufrido la especie desde otoño de 2016 y que ha diezmado sus poblaciones.

Ocho años después del inicio de la crisis, la investigación muestra que los últimos núcleos de supervivientes en mar abierto se concentran actualmente en el Cap de Creus y en Menorca, sobre todo en áreas marinas protegidas y praderas de Posidonia oceanica a menos de 15 metros de profundidad.

“Estos últimos individuos podrían ofrecer pistas clave sobre la resistencia natural a la infección que provocó la mortalidad masiva, y su protección, junto con programas de cría en cautividad, es fundamental para intentar asegurar la continuidad de Pinna nobilis en el Mediterráneo”, explica Maite Vázquez-Luis, investigadora del Centro Oceanográfico de Baleares.

Amenazas y traslados

El estudio también alerta de que un número significativo de estos ejemplares está expuesto a amenazas humanas, especialmente el fondeo de embarcaciones y algunas actividades pesqueras. En las Islas Baleares, donde el fondeo sobre praderas de posidonia está prohibido, los investigadores constataron que el 86,76% de las nacras registradas en este hábitat seguían amenazadas por esta práctica.

Como medida de protección, varios de los ejemplares localizados fueron translocados a zonas más seguras, sin que este procedimiento haya mostrado efectos negativos sobre su supervivencia. A pesar del grave declive, la detección continuada de nacras vivas, aunque escasas, contribuye a crear expectativas sobre su supervivencia.

Ciencia ciudadana

Un dato relevante del trabajo es que casi la mitad de las observaciones de nacras vivas proceden de ciudadanos, lo que subraya el papel decisivo de la ciencia ciudadana en la conservación de esta especie emblemática. “La colaboración entre administraciones, científicos y ciudadanía es esencial para frenar la desaparición de la especie”, declara Elvira Álvarez, coautora del estudio.

El estudio es el resultado de investigaciones realizadas en los últimos años gracias a los proyectos LIFE+ Pinnarca, LIFE Pinnacare, Esmares y Biodiv.

2025-12-04

  • El equipo científico ha monitorizado ejemplares de nacra en mar abierto. Foto: © Maite Vázquez-Luis / Centro Oceanográfico de Baleares (IEO, CSIC)
    El equipo científico ha monitorizado ejemplares de nacra en mar abierto. Foto: © Maite Vázquez-Luis / Centro Oceanográfico de Baleares (IEO, CSIC).