Un regalo ilustrado del fotógrafo Javier Murcia desde los arenales submarinos
El nuevo libro, con imágenes novedosas, se puede descargar online desde el portal de la CARM
Javier Murcia Requena ha presentado un nuevo libro, 'Arenales submarinos. Un desierto muy vivo', otro regalo ilustrado que surge desde las profundidades de mar Mediterráneo, se ensancha en el objetivo de su cámara y llega al lector cargado de espléndidas fotografías y textos enriquecedores provocando en el ánimo el ímpetu de echarse las aletas y las gafas de buceo a la bolsa de playa y salir disparados disfrutar de los blandos y acuáticos fondos.
Esta nueva monografía, de algo más de 100 páginas, ofrece no solo un repaso a la extraordinaria fauna de este ecosistema, aportando singularidades de los modos de vida y costumbres, estrategias de supervivencia o detalles para la identificación de algunas especies. Entre sus páginas hay también verdaderos tesoros, como las primeras imágenes en el Mar Menor de un pequeño cangrejo invasor llamado Dyspanopeus sayi portando sus huevos, como presagio de un complicado futuro para la laguna, o el "momento único y nunca antes fotografiado" de la reproducción de los lenguados.
Capturas delicadísimas de ejemplares raros como un adulto del pez Ophisurus serpens asomando su estirada cabeza sobre el arenal oscuro, o el gobio de Bath; detalles aumentados de espinas minúsculas, bellísimas aletas de colores y elocuentes frases alientan el espíritu del lector.
La confirmación de que este volumen aporta información útil y novedosa se constata al hallar actualizaciones sobre especies recientemente descubiertas, aprender el truco para descubrir el rastro de un pez que se entierra, encontrar datos de la descarga de una raya torpedo y cómo se desactiva la toxina del pez araña, leer el desglose de la dieta de algunos grupos de fauna para su mejor entendimiento, o conocer la duplicidad de nombres comunes de algunos habitantes, con el fin de no perderse en una conversación coloquial (la brujita de arena o ermitaño guerrero; la chicharra, golondrina o roncaor; holoturias, cohombros o pepinos de mar...).
Da gusto la repartición de los capítulos no tanto en grupos faunísticos clásicos -que un poco también-, sino liderada por los usos y estratagemas de supervivencia. Así, los distintos apartados reciben títulos como 'Anclados a la arena', 'Crustáceos. Pinzas bajo la arena', 'Conchas como armaduras' o "Peces peligrosos". Esto hace que las tembladeras, el raor o los gobios aparezcan en varias ocasiones y en distintas secciones, como ocurre en cualquier inmersión, en la que saltas del siempre ilusionante hallazgo de una estrella de mar a un pulpo aferrado a la roca, antes y después de seguir a un bando de sargos.
Depredación, reproducción, beligerantes encuentros, huidas, ataques o curioseo son algunas de las actitudes que Murcia ha retratado con su cámara, fruto de un largo trabajo de estudio y análisis del medio acuático. Una labor bien reconocida tanto por los encargos que recibe para escribir artículos, ilustrar textos o confeccionar libros, como por los numerosos premios de fotografía que ha cosechado.
"Un libro muy friky"
Javier Murcia presentó este nuevo volumen el pasado jueves en Murcia, en una sala repleta de naturalistas, investigadores y, sobre todo, amigos. "Un libro muy friky, un fondo de arena parece un lugar donde no hay vida", arrancaba su intervención, para agregar que, sin embargo, "a mí me encanta bucear en los arenales. Soy de La Azohía y ahí hay unos arenales brutales. Cuando te das cuenta de la fauna que hay, alucinas".
La presentación fue un viaje por este mundo submarino aderezado con las vivas explicaciones del autor. "El raor se ha adaptado tan bien que es capaz de nadar por debajo de la arena; para hacer una foto así imaginaos las horas que me he tenido que tirar", comentaba ante una preciosa imagen. "Esta caracola se alimenta exclusivamente de erizos irregulares y otros vivalvos, los envuelve con mucus, les hace un agujero y después lo absorbe, es algo espectacular", explicó.
"Los camarones son súper graciosos", "el cangrejo azul es un monstruo", "los moluscos suelen ser lo más abundante de todo el arenal", "los pulpos son grandísimos depredadores y depredan sobre otros cefalópodos; viven muy poquito y necesitan 'jalar' continuamente", "los topos de mar son una pasada", iba contando. "La anguila serpiente tiene cara de pocos amigos pero no hace nada, porque se entierra", pero "el arenal esconde a la especie 'más peligrosa' que nos podemos encontrar en el Mediterráneo, que son los peces araña", un animal capaz de atacar a las personas con un raro movimiento ascendente para luego dejarse caer, advertía antes de detenerse también en la raya torpedo -protagonista de la portada-, "que se me ha tirado tantas veces y sí que me ha pegado sustos".
"En la Región de Murcia tenemos la suerte de tener una gran población de mantelina y pez quitarra", señalaba en relación a estas otras dos fabulosas especies de rayas. En concreto, añadió, "tenemos una población brutal de mantelinas en toda la zona de La Manga, Cabo de palos, San Pedro del Pinatar...", con zonas donde se pueden ver 20 ó 30 ejemplares, "que yo llamo Villa Mantelina".
No es lo mismo fotografiar el fondo del Mar Mayor que del Mar Menor
El ejercicio de la fotografía no se realiza igual en el Mar Mayor que en el Mar Menor, "cambia muchísimo, para empezar, por la salinidad. Cuando te metes en el Mar Menor necesitas más plomo, y te destrozas la espalda y las lumbares", revelaba Javier Murcia ante las preguntas del público. "Lo que hago en el Mar Menor es bucear mucho sin botella y con chalecos de plomo" facilitados por la marca que le patrocina. "En el Mar Menor es más sencillo hacer fotografia en apnea, porque el tipo de sedimento no levanta tanta suspensión", de manera que deja el uso de la botella "para cosas concretas" y para el Mediterráneo, donde desciende hasta los 15 ó 20 metros.
Por la ronda de preguntas hizo su aparición la querencia del caballito de mar Hippocampus hippocampus por los fondos arenosos, y la "fantástica situación del caballito de mar del Mar Menor", de los que ha visto 21 ejemplares, desde una pequeña colonia conocida a la que hace seguimiento, a juveniles en La Manga o adultos en La Veneziola o en Las Encañizadas: "ha sido un año muy bueno para el caballito", sostuvo. La nacra Pinna nobilis, con una población en el Mar Menor y la "locura" de poder fotografiar a los ejemplares más pequeños, o las alteraciones y presencia de especies más termófilas debidas al cambio climático también salieron en la animada conversación.
"Son muchos años", le resumía su trabajo al consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor Juan María Vázquez, cuyo departamento ya ha compartido este título gratuito y descargable en su página web. Una joya que engrosa la notable colección de Javier Murcia Requena, realizada por BIOvisual para la Comunidad Autónoma, en la que se encuentran los ya populares 'Posidonia oceanica. Praderas de vida' o 'Rompientes: entre tierra y agua', entre otros valiosos ejemplares.
Y, después de este alumbramiento, Murcia ya tiene pensado el ecosistema que protagonizará su próximo libro, "me falta el mundo pelágico, que es la masa de agua, un mundo que la gente desconoce porque no lo ve", compatible con elaborar otro título sobre la concienciación de la presencia de los plásticos en los mares. Javier Murcia le ha cogido el gusto a la producción bibilográfica, y para nosotros, los lectores, es un regalo.