La población de lince ibérico ha crecido exponencialmente desde que en 2002 comenzaron los trabajos para evitar la extinción de la especie, y ya hay más de 2.000 ejemplares que campean por la península Ibérica según datros del censo realizado en 2023, explican desde el proyecto Lyfe LynxConncect.
El aumento del número de individuos y de la superficie ocupada ha ocurrido de manera relativamente “ordenada” durante estos trabajos, tanto en las áreas remanentes en 2002 como en las que se han ido creando mediante reintroducción. Pero además, y como es esperable que ocurra con una especie como el lince ibérico, detalla el texto, un número indeterminado de ejemplares se han dispersado por la península Ibérica, "llegando incluso algunos a asentarse en zonas no contempladas inicialmente por los trabajos de conservación de la especie".
Por su parte, WWF España celebra estos datos que ha publicado el Miteco, ya que la cifra alcanza los 2.021 ejemplares en 2023, con un crecimiento poblacional del 21% sobre los datos del pasado año. Para WWF, "el censo demuestra que el trabajo conjunto realizado hasta el momento por todos los actores implicados en su conservación está dando sus frutos" y acerca a esta especie a los objetivos de alcanzar las 750 hembras y entre 3.000 - 3.500 ejemplares, para considerar al lince de forma definitiva una especie fuera de peligro.
El censo, elaborado por el Miteco a partir de los datos proporcionados por las diferentes comunidades autónomas españolas con presencia de la especie y por organizaciones colaboradoras como WWF, revela que estos ejemplares se hallan repartidos entre España, con 1.730 individuos totales (85,6 %), y Portugal, con 291 (14,4 %).
Todos ellos se registraron en 14 núcleos de reproducción, de los cuales 13 están ubicados en España -cuatro en Andalucía, tres en Castilla-La Mancha y seis en Extremadura- y uno en Portugal. Andalucía concentra la mayor población con 755 individuos (un 37,4% del total), le sigue la de Castilla-La Mancha con 715 (un 35,4%) y finalmente Extremadura con 253 (un 12,5%). En Murcia se ha comenzado a introducir la especie, aunque todavía no tiene una presencia tan destacable.
En cuanto a los objetivos fijados por WWF para considerar la especie fuera de peligro, el número de hembras ha crecido un 23% en el último año, situándose en 406 ejemplares, superando el 54% respecto al objetivo final de 750. En cuanto a la población general, ha crecido un 21% en 2023, con esos 2.021 ejemplares, acercándose al total de 3.500 deseado.
Sigue amenazada por atropellos, furtivismo y el descenso del conejo de monte
Ramón Pérez de Ayala, experto en lince ibérico de WWF España, destaca que “son datos que nos alegran, ya que demuestran que el trabajo colaborativo que llevamos realizando más de 20 años, junto con otras organizaciones, da sus frutos y acerca al lince ibérico a los objetivos para considerar la especie como fuera de peligro. Sin embargo, no debemos olvidar que existen amenazas y desafíos a los que la especie sigue enfrentándose", entre las que cita el furtivismo, la caza ilegal y los atropellos "que siguen poniendo en riesgo la supervivencia".
La entidad considera recuerda que en 2023 fueron registradas 189 muertes de lince ibérico en la Península, de las cuales un 76,2% (144 linces) fueron causadas por atropellos.
Asimismo, "nos preocupa especialmente el descenso de la población de conejo de monte, que ha decrecido un 70 % en los 10 últimos años y supone el principal alimento de los linces. Por otro lado, el furtivismo, la caza ilegal y los atropellos siguen poniendo en riesgo la supervivencia de la especie”, suscribe Pérez de Ayala. En este sentido, el seguimiento de la especie permite detectar nuevos desafíos como el decrecimiento de esta presa del felino en un 70% en los últimos 10 años. De hecho, WWF destaca que el conejo de monte se encuentra actualmente en la categoría de peligro de extinción y está desapareciendo prácticamente de todo el territorio, a excepción de zonas agrícolas de Castilla-La Mancha, Aragón y Andalucía.
Otro reto para la conservación del lince ibérico es la creación de nuevas poblaciones para garantizar el crecimiento del número de hembras y alcanzar el objetivo de al menos 750 en total. Actualmente WWF trabaja en colaboración con otras entidades introduciendo linces en dos zonas de Castilla-La Mancha y otra más en Andalucía, ambas en fase de estabilización.
Cuando hubo solo 94 linces en España
Los cambios de uso del suelo y sobre todo la escasez de su fuente de alimentación principal debido a diversas enfermedades que aniquilaron las poblaciones del conejo en España, produjeron un descenso de la población de lince, llevándola al borde de la desaparición con apenas un centenar de ejemplares (94). Por ello, desde 2002, se desarrollaron en España distintas iniciativas de conservación sobre el terreno con apoyo de los fondos europeos LIFE y un potente programa de cría en cautividad, cuyo trabajo combinado después de más de dos décadas, han convertido la recuperación del lince en un éxito mundial de conservación.
En los últimos 25 años, WWF ha contribuido a la recuperación de la especie trabajando directamente sobre el terreno a través de acuerdos de custodia con las fincas cinegéticas donde sobrevivían los últimos linces en Sierra Morena, Montes de Toledo y Doñana.
Actualmente, la organización conservacionista, que ha participado como socia en los sucesivos proyectos Life, mantiene acuerdos de custodia con 18 fincas (en más de 25 000 hectáreas que albergan unos 12 territorios de hembras con cachorros), desarrolla en paralelo trabajos de mejora de hábitat y recuperación de las poblaciones de conejo de monte y participa en el seguimiento científico de la especie.
Con el fin de impulsar la recuperación de la especie y potenciar la conexión entre las poblaciones, la Comisión Europea aprobó en 2020 el proyecto 'Life LynxConnect: creando una metapoblación de lince ibérico genética y demográficamente funcional'. El proyecto, coordinado por la Junta de Andalucía, y en el que participan 21 socios, entre ellos WWF España, continuará hasta finales de 2025.
Además del trabajo en terreno, tanto en la recuperación de la especie como en sensibilización de la población local que convive con ella, WWF trabaja en los juzgados, estando actualmente personada como acusación particular en 2 casos de linces disparados en Menasalbas y en Lorca, y también involucra a la sociedad en la conservación del lince ibérico a través de una campaña de recogida de firmas. Bajo el lema “Yo protejo al lince”, más de 137 000 personas han mostrado su compromiso con la especie y continúan apoyando el trabajo de la ONG ambiental.
2024-05-18