En el Día Mundial de los Océanos, WWF defiende que el centro de la estrategia de la salida a la crisis y de la reconstrucción económica de la región mediterránea sea la recuperación de su mayor activo: el mar Mediterráneo, según informa la organización conservacionista en una nota de prensa, en la que plantea propuestas en los sectores económicos clave para garantizar "una recuperación azul y sostenible del Mediterráneo".

Las medidas están recogidas en una nueva web de WWF titulada 'La recuperación azul del Mediterráneo', y abordan siete sectores económicos principales: acuicultura, pesca en pequeña escala, cruceros, tráfico marítimo, parques eólicos marinos, pesca recreativa y canotaje de ocio.

WWF apunta que la crisis del coronavirus deja a la región mediterránea debilitada, y a punto de comenzar una temporada turística que todo apunta será poco prometedora. El Mediterráneo, agrega, es una "perla económica mundial": se estima que genera anualmente servicios por un valor de más de 396 mil millones de euros, equivalente a más de la mitad del Fondo de Recuperación de la UE. Pero esta economía "solo puede mantenerse a flote a largo plazo si se logra su conservación efectiva, se invierte en la recuperación de sus ecosistemas y se hace una planificación sostenible de las actividades económicas marinas".

La entidad lamenta que el Mediterráneo vive desde hace años una especie de "fiebre del oro azul" que puede poner en jaque el futuro sostenible de la región. Los principales sectores marítimos compiten en áreas marinas clave, dejando estos espacios en un estado de grave agotamiento. Esto ha provocado que se convierta en un punto crítico de la pérdida de biodiversidad global y de la crisis climática. A pesar de ello, solo el 1.27% del Mediterráneo está efectivamente protegido, mientras los principales científicos del mundo recomiendan que, al menos, el 30% del mar debería estar protegido.

"Seguir con este modelo económico desordenado e insostenible en el Mediterráneo nos puede abocar a nuevas crisis. Es necesario un compromiso político con un enfoque multisectorial que trabaje por una recuperación azul para que se sienten las bases para un futuro sostenible", afirma Óscar Esparza, coordinador de áreas marinas protegidas en WWF España.

Años de sobrepesca han convertido al Mediterráneo en el mar más explotado del mundo. Como resultado, hoy, muchas pesquerías se han derrumbado, las flotas se están reduciendo y los pescadores artesanales se ven obligados a abandonar sus trabajos. Una mejor gestión de las pesquerías y una mayor protección marina podrían hacer que la industria vuelva a ponerse en pie y funcione de manera sostenible, en opinión de WWF.

Además, los pescadores deben compartir el mar con otros sectores en crecimiento: la acuicultura se ha cuadruplicado en tamaño en los últimos 20 años y ya representa más de la mitad de la producción pesquera total del Mediterráneo, mientras que se proyecta que el transporte marítimo crezca un 4% anual.

El turismo, a pesar de la desaceleración actual debido a las restricciones de la Covid-19, también ha experimentado un crecimiento imparable en los últimos años, y se estima que para 2030 el Mediterráneo reciba hasta 500 millones de turistas. Más de la mitad de los superyates del mundo surcan las aguas del Mediterráneo cada verano, pero el fondeo no regulado sobre hábitats vulnerables es la primera amenaza para los fondos marinos en áreas marinas protegidas. Gestionar estos desarrollos de manera coordinada y evitar daños irreparables a los recursos marinos de los que dependen resulta crucial.

2020-06-08

  • Imagen: WWF
    Imagen: WWF.