La biodiversidad continúa su rápido declive en toda la Unión Euroopea, con base al nuevo informe publicado hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y según alerta la organización conservacionista WWF.
El informe 'El estado de la naturaleza en la UE' confirma que Europa está lejos de cumplir los objetivos de su Estrategia de Biodiversidad 2020. El informe identifica la agricultura y la silvicultura insostenibles, la expansión urbana descontrolada y la contaminación, como las principales presiones que provocan la drástica disminución de la biodiversidad europea. En España, la situación de las especies es más preocupante que la media europea, alzando el 75% en estado ‘desfavorable’ y llegando al 100% en el caso de los peces.
El informe de la AEMA alerta sobre la pérdida de especies y confirma la tendencia a acelerar su disminución desde la última evaluación hace cinco años. Un devastador 81% de los hábitats tienen ahora un estado “desfavorable inadecuado” o ‘desfavorable malo’, y más de una tercera parte continúa deteriorándose a nivel de la UE. En el caso de las especies, más del 60% tiene un estado ‘desfavorable inadecuado' o ‘desfavorable malo’; solo el 6% muestra tendencias de mejora mientras que un tercio todavía se está deteriorando. Las especies de peces son las más afectadas, con un 38% de ellas en ‘mal’ estado de conservación y con un 50% de las especies de peces y anfibios deteriorándose.
España,, preocupante
WWF lamenta que los datos de pérdida de especies para España son aún más preocupantes que la media europea, ya que muestran que es uno de los países con más especies en situación desfavorable. En concreto, con un 75%, una cifra que ha aumentado desde el 50% que recogía el Estado de la naturaleza anterior (2007-2012). Sin embargo, la situación más alarmante es la de los peces, donde no se encuentra ninguna especie en situación favorable. Respecto a los hábitat en España, la situación es similar a la UE, con más de un 70% en estado desfavorable, habiendo empeorado también la situación respecto al periodo anterior. Bosques, hábitat costeros y hábitat acuáticos son los que se encuentran en peor estado, con más de un 80% en situación ‘desfavorable’.
Para WWF, "el tiempo se acaba" y este informe muestra la urgencia de actuar para salvar lo que queda de la naturaleza de Europa. Tras el incumplimiento del plazo de 2020, la Comisión Europea ha presentado recientemente su Estrategia de Biodiversidad 2030, con objetivos ambiciosos para la conservación y restauración de la naturaleza. Esta estrategia podría ser un verdadero cambio de reglas del juego, pero solo si los Estados miembros ahora la respaldan y se centran en aplicar plenamente las medidas necesarias con rapidez.
"No hay sorpresas en este informe porque desde hace tiempo conocemos los efectos devastadores de la agricultura intensiva sobre la biodiversidad", apunta Celsa Peiteado, responsable del programa de alimentos de WWF España . “En su estrategia ‘De la granja a la mesa’, la Comisión Europea ha establecido objetivos importantes para impulsar la transformación sostenible de la actividad agraria, pero estos objetivos deben verse reflejados en la futura PAC. Justamente esta semana los ministros de agricultura y los eurodiputados deciden cómo será la política agraria europea en los próximos años y es urgente que apoyen la eliminación de los subsidios dañinos para el medio ambiente y las personas y una remuneración justa para los agricultores y ganaderos que ya adoptan prácticas respetuosas con el clima y la naturaleza ”.
Por su parte, “los hábitat acuáticos están entre los más afectados por presiones derivadas de la alta demanda de agua, las presas o el uso de plaguicidas y el alarmante estado de conservación de los peces es muestra de ello. En España es clave que los Planes Hidrológicos del tercer ciclo, que se están redactando ahora, tengan esto en cuenta”, añade Teresa Gil, responsable del programa de agua de WWF España.
Según Gema Rodríguez, responsable del programa de especies de WWF España: “Estos alarmantes datos de pérdida de biodiversidad demuestran que las políticas de conservación, en gran medida, están fracasando y que la Directiva Hábitat y sus objetivos de protección no pueden funcionar sin planes de gestión adecuados ni financiación que permita su ejecución sobre el territorio, tal y como por otra parte confirma el reciente procedimiento de infracción abierto contra España por la CE”.
Y concluye Rodríguez: “No podemos perder más tiempo mientras vamos perdiendo especies a un ritmo insostenible. Es el momento de pasar a la acción. El Gobierno tiene que aprobar urgentemente el nuevo Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad que establezca objetivos cuantificables y líneas de trabajo para luchar contra la pérdida de biodiversidad y que vincule las diferentes políticas sectoriales del país (agua, agricultura, pesca, transportes, energía y empleo, principalmente). Además, debe invertir al menos el 10% del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en acciones de restauración y conservación de ecosistemas y debe dotar al Fondo de Patrimonio Natural y Biodiversidad con los recursos suficientes para garantizar la correcta gestión de espacios protegidos y la conservación de especies amenazadas”.
2020-10-19