Todos los expertos que participaron el pasado miércoles en el taller sobre 'Sanidad Vegetal y Xylella: un abordaje agroecológico' organizado por la Sociedad Española de Agroecología (SEAE) en la localidad alicantina de Villena señalaron que “estamos al comienzo del problema” y coincidieron en la “importancia de la investigación para determinar no sólo los vectores que transmiten la Xylella fastidiosa sino todos los factores posibles que permitan tener una visión global del sistema y de todo el ciclo de la enfermedad, necesaria para diseñar estrategias”, según indica la entidad en una nota de prensa.
“No hay un método de control único ni existe una única solución para esta bacteria; de otro modo, no existiría en casi todo el mundo. La Xylella fastidiosa no es un problema exclusivo de los cultivos mediterráneos”. Así de contundente se mostró el investigador italiano del instituto Ciheam, V. Verrastro, que lleva más de dos años investigando el origen, de qué modo se convirtió en una enfermedad de los cultivos como el olivo y el almendro, cuál es el vector que la transmite y cuáles son las mejores estrategias para abordar su proliferación en una de las regiones italianas más afectadas, Puglia, donde han muerto (o se han arrancado) prácticamente todos los olivos existentes, incluso los milenarios, que hayan sido afectados por el llamado Síndrome de Declinación Rápida.
Verrastro remarcó que “les llevó más de un año estudiar el ciclo de vida de los insectos vectores ya que existe poca literatura e investigación al respecto. Es compleja, multifactorial y por ello su manejo requiereun acercamiento holístico”. De hecho, repitió y advirtió varias veces que “en cada lugar el ciclo puede ser distinto".
Sobre la situación de Baleares, M. Serra, agricultor de la Asociación de Productores Ecológicos de Mallorca (Apaema), señaló que la bacteria “se está utilizando como arma política: como los gobiernos no pueden hacer más que experimentación, lo que hacen es actuar para atacar al vector. Pero cuidado, quizás hemos llegado a esta situación por el manejo no apropiado de nuestros cultivos de olivo, almendra y vid durante todos estos años”. Serra explicó que se han barajado distintas maneras en las que la Xylella fastidiosa pudo entrar a las Baleares: por material vegetal de otro lugar (ya que en 2013 se detectó la primera infección en un vivero) o, según la última información, “fue en los años 90 durante los planes de regeneración del almendro”. En este caso cuestiona: “Es posible que tengamos la Xylella fastidiosa desde hace 20 años y no se ha manifestado. Entonces… ¿Por qué?”.
Tanto Serra como las aportaciones de otros expertos (M. Pajarón y MJ Payá de SEAE, J. Brotón de Herbes del Molí, J Ferrándiz de Fruitec) coincidieron en la necesidad de “reforzar la materia orgánica del suelo y la diversidad de vegetación, estimular la investigación para el control biológico del insecto con depredadores o recuperar trabajos tradicionales respecto a las cubiertas verdes”. También se hablaron de otras propuestas como los sistemas agrodiversificados, policultivo y agroforestería o campañas de recuperación y mejora de los suelos. Por último, se aportaron otros enfoques como el de J. González, de Plocher Ibérica, quien considera que “la naturaleza por sí misma tiene una capacidad de regeneración enorme pero hay que saber qué factores clave tocar para que esto suceda”.
En conclusión, este evento celebrado en la Cooperativa Agrícola de Villena y financiado por el Ayuntamiento local en el marco del Programa de Impulso de la Agricultura Sostenible, demuestra “que queda mucho por conocer y no podemos justificar nuestra ignorancia sino colaborar operadores y científicos en el desarrollo de una investigación en la que participen todos los actores para conocer mas las relaciones entre esta bacteria y el complejo microbiano asociado a las plantas”, concluye la SEAE.
2012-12-23