Una rara tigrilla lanuda melánica juvenil ha sido puesta en libertad este viernes pasado en un paraje natural de Colombia, volviendo así a la vida silvestre tras pasar seis meses recibiendo cuidados, según informa el gobierno de Corantioquia, Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia -uno de los treinta y dos departamentos del país-.
El animal fue liberado en la Reserva Forestal Protectora Regional Alto de San Miguel, ubicada en el municipio de Caldas (Antioquia), después de medio año de cuidados médicos y biológicos a cargo del convenio entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la Universidad CES.
La tigrilla lanuda melánica (Leopardus tigrinus) el felino más amenazado de Colombia. Recibe también el nombre de leopardo tigre o gato manchado, entre otros. Este ejemplar en concreto es un juvenil fue recuperado con apenas un mes de edad en noviembre de 2019, cuando fue encontrado en zona rural del municipio de Montebello, en el suroeste antioqueño, aparentemente abandonada en un cafetal recién guadañado.
Ante la imposibilidad de reunirla con su madre, la cachorra fue llevada al Hogar de Paso de fauna silvestre de Corantioquia, donde fue atendida por médicos veterinarios, zootecnistas y biólogos que completaron su crianza, asistiendo su alimentación y necesidades médicas.
Allí se determinó que la tigrilla presentaba melanismo, una condición genética en la que el pelaje es negro y no amarillo, como es normal en su especie. Esta mutación despertó interés en la comunidad científica y fueron tomadas muestras de sangre, pelo y heces, que reposan en el banco genético de las Colecciones Biológicas de la Universidad CES (CBUCES) y, una muestra de sangre que fue enviada a la Colección de Recursos Genéticos del Instituto Alexander von Humboldt. En esta última, formará parte de un estudio de genómica con enfoque a la conservación de esta especie, con el objetivo de entender cómo esta alteración genética puede ayudarla en su capacidad de adaptarse al ambiente.
Una vez comenzó a cazar presas vivas, la tigrilla fue trasladada a unas instalaciones especiales para su readaptación en el Centro de Veterinaria y Zootecnia (CVZ) de la Universidad CES, donde se incentivaron sus capacidades para cazar distintos tipos de presas, refugiarse y desplazarse con habilidad, reconocer a sus depredadores y temer al ser humano. Por su positiva respuesta, que siempre fue huidiza y agresiva, y su crecimiento y desarrollo correspondiente a una tigrilla juvenil, los profesionales determinaron que estaba lista para continuar su vida en libertad.
Liberada en zona protegida
Con el fin de ubicar al animal en un lugar cerca al que fue encontrado, y donde estuviera lejos de cazadores y de la intervención humana, fue llevado a la Reserva Forestal Protectora Regional Alto de San Miguel que cuenta con 1.622,22 hectáreas de extensión.
Esta reserva, custodiada por la Alcaldía de Medellín, es reconocida por ser el nacimiento de varios de los principales ríos de la región, entre los que se destaca el río Medellín - Aburrá, además por albergar una gran diversidad biológica, que representa el 16% de las especies reportadas para Colombia, y generar servicios ecosistémicos como la regulación climática e hídrica.
El trabajo de conservación de la reserva por parte de la Administración Municipal, contribuye a que las especies que allí habitan permanezcan en el tiempo, siendo así un hábitat ideal para la supervivencia de la tigrilla. Además, el sur occidente de la reserva limita con Montebello, municipio donde fue recuperada.
El Leopardus tigrinus es una de las seis especies de felinos que habitan el país y se encuentra en categoría 'Vulnerable a la extinció'n, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que tiene una distribución restringida a páramos y bosques de niebla, hábitats amenazados por la intervención del hombre, y además sufre por la cacería y la tenencia ilegal como mascota.
Este animal es nocturno y solitario, y caza principalmente mamíferos, aves y reptiles pequeños. Puede vivir hasta once años en libertad, y las hembras tienen entre dos y tres crías por camada, que lactan hasta los tres meses de edad.
Entre 2019 y 2020, Corantioquia ha recibido 16 felinos silvestres, de los cuales ocho son tigrillos lanudos. Por su parte, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha recibido 13 felinos, cuatro de ellos de la especie liberada. El convenio de estas entidades con la Universidad CES ha soltado, en ese mismo periodo de tiempo, seis felinos silvestres, tres de ellos de la especie Leopardus tigrinus.