Primarias y secundarias; filoplumas, cerdas y plumón pulverulento; el vuelo a remo y el planeo y, por supuesto, el búho real, el elanio azul, el cernícalo, el magnífico quebrantahuesos (apunta: ¡su raquis es blanco!), y muchísimas más aves se han asomado este fin de semana al curso de identificación de plumas impartido por Iván Esteban Morales en el Centro de Naturaleza de Rambla Salada.

Iván, al quien no en vano apodan 'El Plumas', se trajo al paraje de Fortuna (Región de Murcia) decenas de láminas de aves -obtenidas a través de conductos oficiales- que él mismo se preocupa de desplumar, preparar y ordenar, y que expuso sobre la hilera de mesas que en forma de U ocupaban toda la sala. Allí, clasificadas y protegidas en fundas plásticas, pudimos ver el amarillo plumaje de una oropéndola, el contraste blanco y negro de la urraca, la característica ala completa sin despiezar de arrendajo, piezas de un pequeño herrerillo común, un picogordo, una suave águila real, otra pescadora, o una enorme ala de un macho adulto de buitre negro.

Asimismo, desplegó sobre el suelo la sucesión de plumas de un ala y una cola de quebrantahuesos, que contribuyeron a hacer la ponencia más práctica y más cercana.

En una animada charla, y tomando de aquí y allá plumas de otros muchos ejemplares, el joven monitor comenzó desde lo más básico, como los nombres y las partes de las plumas y su disposición en el cuerpo del animal, y fue poco a poco introduciéndose en los recovecos de la identificación describiendo, por ejemplo, las formas y proporciones de las plumas y su relación con los distintos tipos de vuelo. Repasó incluso las claves de las aberraciones del color, como el leucismo, albinismo y el melanismo, y hasta abordó las complicadas mudas.

La identificación de plumas pasa primero por muchas horas de estudio (Iván lleva 25 años recogiendo plumas), mucha dedicación (está escribiendo el que aspira a ser el primer atlas de plumas de aves ibéricas), un gran conocimiento de la diversidad de aves, y algo de técnicas de memorización. Y así, en cursillo tan denso, con sesión teórica de mañana y tarde en la primera jornada, algunas cosas se retienen y otras no, dependiendo del alumno.

En mi caso, me quedo con el casi misterioso tacto de una pluma de rapaz nocturna, en la que se detuvo para que comprobáramos el extremo delicadamente desflecado, responsable de la ausencia de ruido en el vuelo de estas aves.

Me quedo también con las curiosas barbas del quebrantahuesos, que me sorprendió porque de lejos parecen una cosa y de cerca son en realidad cerdas, plumas formadas por un solo filamento. Dice Iván que las últimas investigaciones apuntan a que su función es sensorial para captar la presión atmosférica... Y con las bellas filoplumas, reducidas y finísimas, y con tres ramificaciones acabadas en una diminuta borla. Varios ejemplos de todas ellas, metidos en sus bolsas protectoras, pasaron por nuestras manos.

Guardaré para mi memoria también la forma de 'S' que adquiere el corto cañón de las plumas de la cola, las rectrices; su raquis lateralizado según se sitúan más al extremo, y cómo se desgastan antes que las del ala por ser las que más tocan el suelo, por lo que examinar el estado de su punta puede ser muy útil para su clasificación.

Esas plumas que cubren el hueco de la escápula aportando aerodinamismo; esa otra que frena el vuelo; esas especies que mudan todas sus plumas a la vez y se quedan siete semanas sin volar; la muda centrípeta del papamoscas gris; que no sé si me servirá para algo algún día; el desgaste de los gorriones que hace asomar su collar y que no es muda; la soledad de la cobertera carpal, que es una única pluma distinta a las demás... esas decenas de detalles que no sé si recordaré mucho tiempo, pero que hacen muy recomendable asistir a este curso y pasar un fantástico fin de semana aprendiendo de plumas. Y, eso, sí, el quebrantahuesos, cuyo raquis es el único completamente blanco. Eso ya no se me olvida.

Y los colores de Rambla Salada, escenario ideal para una formación de estas características, donde nos recibieron los alcaravanes, los tarros blancos, las cigüeñuelas y las carracas, la sopa en vino y las balsas de las que extraer la cosecha de sal. Y que nos invitó a un caluroso pero siempre agradable paseo.

El curso terminó el domingo, en una salida por el Embalse de Santomera, contemplando la fauna emplumada en su mejor momento: en su hábitat.

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NOTICIA RELACIONADA: Iván 'el Plumas': "Mi intención es sacar algo tremendo” (13 Ago. 2018).

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Mónica Rubio. Periodista y Bióloga
2019-06-03

 

  • Un momento del curso de identificación de plumas con Iván Esteban
    Un momento del curso de identificación de plumas con Iván Esteban.
  • Iván Esteban, con el ala de un macho adulto de buitre negro
    Iván Esteban, con el ala de un macho adulto de buitre negro.
  • Señalando algunas plumas en una de las muchas láminas que pudimos repasar
    Señalando algunas plumas en una de las muchas láminas que pudimos repasar.
  • Vista de cerca de las plumas, llamadas cerdas, que conforman las barbas del quebrantahuesos
    Vista de cerca de las plumas, llamadas cerdas, que conforman las barbas del quebrantahuesos.
  • Iván dispuso una ala completa y la cola de un quebrantahuesos en el centro de la sala
    Iván dispuso una ala completa y la cola de un quebrantahuesos en el centro de la sala.
  • Una pluma de rapaz nocturna en la que se puede observar el extremo desflecado
    Una pluma de rapaz nocturna en la que se puede observar el extremo desflecado.