El sábado es el día de la semana en que se están produciendo más incendios en España este año, según advierten en una nota de prensa conjunta cinco asociaciones medioambientales de la Comunidad de Madrid, en la que recuerdan que la presencia del ser humano está detrás de la mayoría de los fuegos y reclaman que se hagan públicas las estadísticas anuales sobre incendios forestales en la región madrileña.

Las estadísticas sobre incendios forestales cada vez son más completas, recuerdan en el texto la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (Grama) y Jarama Vivo. Así, señalan que se dispone de series históricas que indican la distribución de los incendios, la querencia, el punto de origen, la causa, los días en los que se producen más siniestros e incluso se conocen las horas de inicio del fuego. En concreto, en cuanto al día de la semana que más incendios registra, este año han sido sábados, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS-Copernicus).

Además, se sabe que en España, los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) para el periodo 2006-2015 -que son los datos más actualizados, apuntan- muestran un 24% de fuegos causados por negligencias y casi un 55% intencionados.

En cuanto a la Comunidad de Madrid, y según datos de la Dirección General de Emergencias regional, en 2021 se produjeron 314 siniestros: 258 conatos -menores de una hectárea- y 56 fueron incendios mayores. Del total de siniestros, se conoce la causa de 308. De estos, en el 69% está presente la mano del ser humano: el 39% se debieron a negligencias y el 30% fueron intencionados. Asimismo, 41 (13%) tuvieron su origen en gamberradas o juegos de niños y 24 (8%) empezaron en basureros ilegales o mal gestionados.

Vehículos, colillas, basuras...

Al respecto, destacan que en la Comunidad de Madrid, el incendio más grave de este año se ha producido en Aranjuez por una incidencia de un camión. Y que, posiblemente, una colilla fuera el origen del incendio que en 2021 en Batres se inició junto a la carretera y arrasó más de 200 hectáreas, llegando a quemar viviendas, animales domésticos y huertos. O que este año, en Guadalix de la Sierra se ha producido un incendio en una parcela en la que se acumulaban, sin gestión, toneladas de residuos de podas. Igualmente, recuerdan que el incendio de Ateca en Zaragoza que ha quemado 14.000 hectáreas, se inició por la actividad de una durante una reforestación. Al respecto, la Guardia Civil anunciaba en una nota de prensa que investiga a cinco personas por estos hechos, y que ha podido concretar que el incendio se produjo al golpear contra una piedra el ahoyador de una máquina retro-araña que trabajaba en la zona.

Así, dentro de las motivaciones de los incendios intencionados destacan el vandalismo con 22 siniestros y cuestiones relacionadas con la propiedad con 10 casos. El resto de las causas se reparte entre quemas agrícolas, herramientas (segadoras, radiales, motosierras) hogueras y barbacoas, tendidos eléctricos, fumadores o pirómanos (entendidas como personas con alguna patología).

Para el periodo 2019-2020 los porcentajes fueron, 36% negligencias y 35% intencionado. Esto refleja que en la Comunidad de Madrid las negligencias han aumentado como causa de los incendios y han disminuido los intencionados.

"Es decir, la mayoría de los incendios se producen porque alguien los inicia. Por tanto es necesario intervenir para que las personas dejen de prender fuego", avisan.

Con toda la información que ofrecen las estadísticas sobre incendios forestales, cruzada con los datos meteorológicos, "se trataría de tener voluntad para reducir esta lacra previendo actuaciones con anterioridad a los días de mayor riesgo", animan, pero añaden que "los gobiernos regionales siguen sin tomar medidas efectivas contra las causas, apostando casi exclusivamente por la extinción. Sin embargo, dadas las nuevas características climáticas, aumento de temperatura con periodos extremos y reducción de humedad, los siniestros se convierten en fenómenos de alto riesgo. Por ello, hay que hacer un gran esfuerzo por evitar que se inicien los fuegos". "No se puede permitir que colillas mal apagadas, barbacoas o maquinaria sigan esquilmando nuestros montes y dañando a personas y propiedades", defienden, y concluyen que "independientemente de que se actúe en los montes, si no se reduce el número de incendios intencionados y originados por negligencias, dados las características climáticas de aumento de periodos de calor extremo y de escasa humedad, los incendios seguirán arrasando la naturaleza y llevándose vidas y bienes".

2022-08-12