Diez pequeños pollos han nacido en 2019 en la colonia de buitre negro creada en la Reserva Nacional de Caza de Boumort (Lleida), en el Prepirineo catalán, una cifra que marca un récord desde que en 2007 se iniciaron las reintroducciones de ejemplares de la especie con el objetivo de crear un núcleo reproductor en el ámbito pirenaico, según informa en una nota de prensa el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa).
Desde entonces, y más concretamente desde que en 2010 naciera el primer pollo en un nido de Boumort, hay registrados casi medio centenar de nacimientos de buitre negro en esta colonia, aunque nunca tantos en un solo año como en 2019. Estos diez nacimientos, por ejemplo, son dos más que los registrados en 2018.
La colonia de buitre negro de Boumort es fruto del esfuerzo conjunto de una serie de organismos y asociaciones, que apostaron en su día por este proyecto de reintroducción de una rapaz necrófaga incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Gracias al trabajo conjunto de las ONG Grefa y Trenca, con el apoyo de la Generalitat de Cataluña y la Reserva de Boumort, en la actualidad la colonia cuenta ya con más de 60 ejemplares residentes y 20 parejas formadas. De las catorce parejas que hicieron puesta en 2019, diez han conseguido que nazcan sus respectivos pollos, siendo una especie que cría un único pollo por año.
Cuatro de las parejas que han tenido pollos están formadas en su totalidad por buitres negros reintroducidos por el proyecto. Tres están compuestas por un ejemplar reintroducido y otro procedente de una colonia diferente de la especie (exógeno, en la terminología de los expertos). Las tres parejas restantes cuentan con un ave reintroducida y otra ya nacida en la colonia de Boumort.
Se da la circunstancia de que uno de los nuevos pollos de 2019 es de tercera generación, es decir, es hijo de una hembra nacida en Boumort cuya progenitora a su vez también ya vio la luz en esta misma colonia.
Más de 60 buitres negros reintroducidos
"El récord de pollos obtenido en 2019 es la consecuencia de que en los últimos años se hayan liberado en Boumort más de setenta buitres negros", resalta Ernesto Álvarez, presidente de Grefa, ONG radicada en Majadahonda (Madrid) que participa desde el principio en las reintroducciones del buitre negro en Pirineos, a través de su Proyecto Monachus.
"Muchos de los buitres negros que hemos liberado en Boumort proceden de un buen número de centros de recuperación de fauna de toda España, que nos han cedido ejemplares rehabilitados en sus instalaciones tras sufrir alguna lesión o problema", explica Álvarez, quien apunta también que "algunos de los buitres negros reintroducidos nacieron en nuestro propio centro de cría en cautividad de la especie".
Un factor clave para la fijación de los ejemplares reintroducidos ha sido la red de Puntos de Alimentación Suplementaria (PAS) que Trenca gestiona alrededor de la zona de reintroducción desde hace diez años. “La disponibilidad asegurada de alimento específico y de calidad para los buitres negros ha ayudado a reducir la dispersión y a aumentar la supervivencia juvenil de los pollos que han ido naciendo en la colonia” apunta Marc Gálvez, biólogo de esta asociación.
Gracias a este proyecto, el Pirineo ha pasado a convertirse en la única zona de Europa donde coinciden como nidificantes las cuatro especies de buitres presentes en el continente (buitre negro, buitre leonado, quebrantahuesos y alimoche). Esta particularidad supone un atractivo poderoso para el creciente número de fotógrafos y amantes de la naturaleza que visitan la zona y contribuyen a su desarrollo sostenible.
Objetivo: una gran población europea
Además de lo conseguido en Boumort, el Proyecto Monachus de Grefa para la recuperación del buitre negro, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, está intentando crear una segunda colonia reproductora de la especie en la Sierra de la Demanda. Para ello se han liberado más de treinta ejemplares desde 2017 en la vertiente burgalesa de estas montañas, donde se han formado ya ocho parejas de buitre negro.
Recientemente, uno de los ejemplares liberados en esta zona, la hembra Brínzola, emprendió un sorprendente viaje dispersivo de más de 3.000 kilómetros que le ha llevado a cruzar Europa y alcanzar Noruega, donde se encuentra en la actualidad.
“Nuestro objetivo último es que surja una gran población europea de buitre negro convirtiendo a la cada vez más consolidada colonia de Boumort y a la que crearemos en la Sierra de la Demanda en puntos que conecten los grandes bastiones de la especie en el suroeste ibérico con los núcleos incipientes que han ido surgiendo en Francia a raíz de otras reintroducciones”, explica el presidente de Grefa.
Próximamente, a los buitres negros nacidos en Boumort se les colocará un emisor GPS para poder seguir sus movimientos cuando echen a volar y abandonen el nido. Gracias a las aves marcadas con este dispositivo en años anteriores se ha comprobado que algunas de ellas, en los desplazamientos nomádicos y dispersivos que realizan antes de elegir y asentarse en un territorio de cría, visitan otras zonas españolas y francesas con buitres negros, incluidos los reintroducidos en la Sierra de la Demanda. Recíprocamente, cada vez más buitres negros de todas estas poblaciones son avistados en Boumort.
El proyecto de reintroducción del buitre negro en los Pirineos está promovido por la Generalitat de Catalunya (a través del Departament d'Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació y el Departament de Territori i Sostenibilitat). GREFA, TRENCA y Naturaleza Rural participan en el asesoramiento y la ejecución del proyecto, junto con el personal de la Reserva Nacional de Caza de Boumort. La Obra Social “la Caixa” (vía convenio con la Generalitat de Catalunya), REE y Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica participan de manera destacada en la financiación del proyecto.
2019-05-30